Durante mucho tiempo los paleontólogos han supuesto que las
estructuras ornamentales óseas que aparecen sobre las cabezas fósiles de
algunas especies de dinosaurios, como los protoceratops, les permitían mostrar
estatus social y crear atracción sexual. Ahora, un equipo de científicos
británicos confirma por primera vez que cuernos y crestas en la cabeza les
ayudaban a encontrar pareja.
Reconstrucción de jóvenes ejemplares de Protoceratops andrewsi exhibiendo su gola. Rebecca Gelernter/ QMUL |
Los protoceratops –que significa ‘primera cara con cuernos’–
tenían un tamaño similar a las ovejas y medían unos dos metros de longitud.
Pero su principal característica era una gran gola ósea en la parte posterior
de la cabeza y el cuello. Estas estructuras ornamentales en los dinosaurios se
usaban como demostración sexual y para reafirmar un estatus social. Así lo
confirman ahora científicos de la Queen Mary University of London (Reino
Unido).
El estudio, publicado en la revista Palaeontologia
Electronica, une por primera vez la función anatómica de los cuernos y las
crestas con la selección sexual de los dinosaurios. Los análisis realizados en
este género revelan que los ejemplares jóvenes no poseían una gola ósea en la
cabeza, pero que esta crecía repentinamente cuando los animales alcanzaban la
madurez.
A partir del estudio de los fósiles de crías y adultos de la
especie Protoceratops andrewsi, el equipo de investigadores demuestra que los
individuos maduros tenían una gola desproporcionadamente grande respecto a su
tamaño. Así la estructura ornamental pudo ayudarles a atraer a posibles parejas
al exhibir sus mejores atributos o a reafirmar la posición más dominante en las
interacciones sociales.
Durante mucho tiempo los paleontólogos han supuesto que
estos extraños rasgos que caracterizaban a ciertos grupos de dinosaurios
estaban relacionados con demostraciones sexuales y predominio social pero hasta
ahora esto ha sido muy difícil de demostrar.
La estructura ornamental de los protoceratops no solo cambió de tamaño sino también de forma, ensanchándose a medida que el dinosaurio envejecía
“El patrón de crecimiento observado en la gola de los
protoceratops encaja con las estructuras de numerosas especies actuales y forma
un patrón coherente de desarrollo hasta la edad adulta”, señala David Hone,
investigador en la Escuela de Ciencias Biológicas y Químicas de la universidad
británica y uno de los autores del trabajo.
Estructuras que crecen con la edad
Para llegar a estas conclusiones, los científicos evaluaron
los cambios de longitud y anchura que se produjeron en la gola ósea a lo largo
de cuatro estadios: crías, animales jóvenes, casi adultos y adultos. Los
análisis de 37 especímenes de protoceratops, hallados en el desierto del Gobi
(entre China y Mongolia), muestran que la estructura ornamental no solo cambió
de tamaño sino también de forma, ensanchándose a medida que el dinosaurio
envejecía.
“La selección sexual no se explica solo a través de las
características más impresionantes, raras y bellas del reino animal, también
parece desempeñar un papel determinante en cómo surgen las nuevas especies”,
recalca Rob Knell, otro de los autores e investigador en la misma universidad.
Sin embargo, cada vez más evidencias apuntan a que también tuvo efectos en las
tasas de extinción y en los modos en los que los animales se adaptaron a
entornos cambiantes.
Referencia bibliográfica:
David Hone, Dylan Wood, Rob Knell. “Positive allometry for
exaggerated structures in the ceraopsian dinosaur Protoceratops andrewsi
supports socio-sexual signaling” Palaeontologia Electronica 14 de enero de 2016
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