sábado, 30 de septiembre de 2017

UN DINOSAURIO EN HONOR A CLINT EASTWOOD

La revista National Geographic en España celebra su 20 aniversario y nos presenta a Europatitan eastwoodi en su última edición impresa del mes de octubre de 2017

15 datos científicos que no conocíamos cuando empezó 2017

Cuando acabó 2016, éramos mucho más ignorantes que hoy, y hoy lo somos mucho más que cuando acabe este año. Para que no se te olvide lo aprendido, a un mes de llegar al ecuador del año 2017, es un buen momento para hacer un repaso de lo que la ciencia nos ha dejado. De todo esto no tenías ni idea hace solo 150 días. Cinco meses de ciencia son mucha ciencia:


Un órgano que no sabías que tenías

Parece increíble, pero este año lo hemos empezado conociendo un nuevo órgano del cuerpo humano, que ha pasado desapercibido a la vista de médicos de todo el mundo, el mesenterio. Pese a que hoy sabemos de la estructura de este miembro, se conoce muy poco de su función. Estudiarlo, creen los médicos, será la clave para un mejor entendimiento y tratamiento de las enfermedades digestivas.

La máquina del tiempo es posible (matemáticamente)

Una gran noticia para los amantes de la ciencia ficción llegó en abril: es matemáticamente posible construir una máquina del tiempo, asegura el profesor de la Universidad British Columbia (EE.UU.), Ben Tippet. Lo que no parece factible, por el momento, es encontrar materiales que puedan doblar físicamente el tejido del espacio-tiempo.

Un nuevo estado de la materia

Ya es oficial: los cristales del tiempo son un nuevo estado de la materia. Científicos de diferentes instituciones estadounidenses han creado una fase de la materia en la que los átomos se mueven en un patrón que se repite en el tiempo, en lugar de hacerlo en el espacio. Los hallazgos se han publicado en marzo en la revista Nature.

Crear sangre con células madres es, por fin, una realidad

En mayo, un grupo de científicos consiguió crear, por primera vez, células madre sanguíneas en un laboratorio. El avance, publicado en la revista Nature, abre nuevas vías para investigar las causas de las enfermedades de la sangre, como la leucemia, y puede ofrecer una alternativa a los trasplantes de médula ósea.

Estábamos equivocados con el árbol genealógico de los dinosaurios

Después de 130 años, podríamos haber redibujado por completo la división genealógica los dinosaurios. La división establecida hasta ahora no sería válida, de acuerdo a un estudio publicado recientemente en Nature. Entre otros cambios propuestos para estas emblemáticas criaturas del Triásico, se indicó que su origen no habría sido el sur de la Pangea, sino el norte.

Un método para frenar la metástasis del cáncer

Hace unas semanas, un estudio publicado en Nature Cell Biology desvelaba un posible método de frenar la metástasis del cáncer. El mecanismo permite a las células madre del cáncer de mama escapar al sistema inmune y generar tumores en otros órganos, es decir, generar la metástasis. Según la investigación, las células madre cancerosas utilizan programas genéticos propios de las células madre normales para adquirir propiedades extra, lo que les confiere la capacidad de adaptación para ser más agresivas, iniciar el crecimiento tumoral, la metástasis y la resistencia a la quimioterapia.

La misteriosa edad del Homo Naledi

En el 2015, se encontró una nueva especie de homínido que se denominó Homo naledi, pero la edad de estos fósiles ha sido un misterio hasta este abril, y la horquilla de posibilidades era muy amplia: entre 2 millones de años hasta 100.000 años de antigüedad. Hoy, finalmente se tiene un estimado de mucha más exactitud. En una entrevista publicada por la National Geographic, investigadores revelaron que los fósiles H. Naledi están entre 300.000 y 200.000 años de antigüedad.

La causa de los delirios

Los delirios febriles son muy comunes pero su causa ha traído de cabeza a especialistas desde Hipócrates, hace 2500 años. Este mayo, se ha publicado en el Journal of Cerebral Blood Flow & Metabolism la razón de estas alucinaciones: problemas temporales en el metabolismo de la glucosa.

Un embrión creado a partir de células madre

Científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), han creado, por primera vez, un embrión artificial de ratón con células madre. Los científicos afirman que de poder conseguir replicar el proceso en humanos, serviría para saber qué va mal en caso de fallar un embarazo.

Un nuevo continente en la Tierra

Increíblemente, en febrero de este año se ha descubierto unnuevo continente llamado Zelandia, según la revista de la Sociedad Geológia de América. Los autores aseguran que cumple con todos los criterios aplicados a los otros siete continentes de la Tierra: una elevación suficiente sobre el área circundante, una geología distintiva, un área bien definida y una corteza superficial mucho más gruesa que la encontrada en el fondo del océano.

Los primeros organismos semisintéticos

Los primeros organismos semisintéticos del mundo, están viviendo entre nosotros, como cuenta un artículo de PNAS. Científicos han desarrollado nuevas formas de vida usando un código genético expandido de 6 letras (las letras A, T, C y G de los organismos vivos, más otras dos sintéticas X e Y). Los autores esperan que sea el primer paso para la elaboración de materiales, medicamentos y otros muchos productos de interés.

Los pulmones crean plaquetas

Los pulmones no solo permiten la respiración, sino que también fabrican sangre, según un estudio publicado en Nature en abril. Estos órganos en los mamíferos producen más de 10 millones de plaquetas por hora, que equivale a la mayoría de las plaquetas que circulan el cuerpo.

La neurona causante de la conciencia

Una única neurona gigante que envuelve la completa circunferencia del cerebro de un ratón ha sido identificada y, según informa un artículo de Nature, parece estar relacionada con la conciencia de los mamíferos.

La grieta de Siberia podría crear por sí sola un nuevo efecto invernadero

En Siberia existe una enorme grieta que comenzó a abrirse en la década de los 60 bautizada como Puerta del inframundo. En marzo se ha conocido que su permafrost (parte profunda y permanentemente congelada) se está derritiendo a gran velocidad, según una investigación de la Universidad de Sussex (Reino Unido). Los autores afirman que cada año se hace diez metros más profundo y, si el tiempo es especialmente caluroso, puede llegar a los treinta y advierten que de descongelarse, podría liberar una gran cantidad de gases de efecto invernadero equivalente a la que actualmente hay en la atmósfera.

Tu apéndice sirve para algo

Tu apéndice podría no ser tan inútil como se creía: los individuos que no lo tienen son cuatro veces más propensos a tener una infección bacteriana que causa diarrea, fiebre, náuseas y dolor abdominal, según publicó en enero la revista Comptes Rendus Palevol.

Bonus: Todas estas especies

El Instituto Internacional para la Exploración de Especies (IISE, por sus siglas en inglés) elabora anualmente una lista de las 10 especies más sorprendentes descubiertas cada año, tradición que este 2017 cumple una década.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Logran explicar cómo los dinosaurios consiguieron un pico para ser aves

Una nueva evidencia fósil ha revelado cómo sucedió la transformación de especies de dinosaurios en aves a partir de dos cambios fundamentales: la supresión de los dientes y el crecimiento del pico.

DURBED/WIKIMEDIA
En un nuevo estudio publicado en 'PNAS', Shuo Wang, de la Capital Normal University de Pekín y sus colegas estudiaron una serie de dinosaurios y fósiles de aves tempranas para ver la transición. Encontraron que algunos dinosaurios evolucionaron para perder sus dientes a medida que crecían y les brotaba un pequeño pico. Con el tiempo, este proceso ocurrió antes en su desarrollo hasta que finalmente los animales emergieron de sus huevos con un pico completamente formado.

Los pájaros más antiguos tenían dientes similares a reptiles, como por ejemplo el Archaeopteryx del período Jurásico (hace 150 millones de años) y el Sapeornis del Cretácico (hace 125 millones de años). Pero otros pájaros tempranos habían perdido sus dientes, tales como Confuciusornis, también del cretácico temprano.

Las aves modernas carecen todos de dientes, excepto el hoatzin sudamericano, Opisthocomus, cuyas crías tienen un diente pequeño que usan para ayudarles a salir de su huevo, según informa The Conversation.

Para saber exactamente cómo los picos reemplazaron a los dientes de dinosaurio, los investigadores tuvieron que mirar dentro de los huesos de la mandíbula de los animales. Los fósiles de huesos de dinosaurios no son simplemente moldes rocosos del hueso original, sino que casi siempre muestran toda la estructura interna. Una sección microscópica delgada de cualquier hueso de dinosaurio muestra todos los detalles de los canales internos de los vasos sanguíneos y los nervios, así como los hoyos donde las células que generan hueso se asentaban. Las secciones delgadas de los huesos fósiles de la mandíbula muestran los dientes con tanto detalle como en cualquier hueso moderno de la mandíbula.

Hoy en día, los huesos rara vez se cortan, y es mucho más común el uso de la tomografía computarizada (CT) de exploración para mirar dentro de los huesos sin dañarlos. Las tomografías computarizadas son una serie estrechamente espaciada de rayos X que permiten a los investigadores construir modelos tridimensionales detallados que muestran cada detalle fino dentro del hueso.

Wang y sus colegas observaron que el dinosaurio terópodo Limusaurus, que estaba estrechamente relacionado con los antepasados de las aves, y el pájaro temprano Sapeornis tenían dientes directamente al frente de las mandíbulas cuando eran jóvenes pero los perdieron a medida que crecieron.

Las exploraciones internas detalladas de los fósiles demostraron que el Limusaurus adulto no tenía dientes, pero que todavía tenía los casquillos de los dientes en sus mandíbulas inferiores, cerrados y formando un solo canal. En el adulto Sapeornis, había dientes en la parte posterior de la mandíbula, pero no en la parte frontal de la mandíbula.

A medida que los pájaros modernos se desarrollan dentro de sus huevos, la queratina del pico comienza a formarse en la punta del hocico y luego vuelve a crecer para cubrir las mandíbulas superiores e inferiores. Wang y sus colegas sostienen que los mecanismos que regulan el crecimiento del pico también suprimen la formación del diente. Esto es apoyado por estudios del gen BMP4 que muestran que controla ambas funciones en las aves modernas.

El uso de los fósiles para mostrar cómo los animales evolucionaron con el tiempo sugiere picos en algunos dinosaurios y parientes de aves originalmente expandido hacia atrás a medida que los animales crecieron y cerraduras dientes cerrados.

Eventualmente, este proceso ocurrió más temprano y en el ciclo de desarrollo hasta que las crías emergieron con picos y sin dientes. Hoy en día, el gen óseo BMP4 controla aspectos del crecimiento del pico y de la supresión de los dientes, y estos podrían haber actuado tempranamente en la evolución de las aves.

Para obtener más pruebas, Wang y sus colegas observaron más ampliamente a los vertebrados que han perdido o reducido sus dientes a medida que evolucionaron, incluyendo algunos peces, ranas, pangolines, ballenas y las tortugas totalmente desdentadas. En todos los casos, los animales que habían perdido sus dientes estaban asociados con el reemplazo de los dientes por un pico de queratina.

Fósiles en Zelandia revelan que el 'nuevo' continente no siempre estuvo hundido

A principios de este año, Zelandia fue confirmado como el séptimo continente de la Tierra. Según un artículo publicado en febrero en la revista de la Sociedad Geológica de América, GSA Today, se puede considerar a Zelandia, ubicado en el Pacífico Sur y también llamado Zealandia, Tasmantis o el continente de Nueva Zelanda, una formación geológica distinta a la de, por ejemplo, Australia, el país más extenso y cercano, que cumple con todos los criterios aplicados a los otros siete continentes de la Tierra: ostenta una elevación suficiente sobre el área circundante, una geología distintiva, un área bien definida y una corteza superficial mucho más gruesa que la encontrada en el fondo del océano.

Playa de Nueva Zelanda. / Pixabay
Poco se sabe sobre este continente porque está sumergido más de un kilómetro bajo del mar y sus montañas más altas son lo que conocemos como Nueva Zelanda. Hasta ahora, la región ha sido escasamente encuestada y muestreada, pero después de un viaje de nueve semanas emprendido para estudiar el continente perdido, un equipo de 32 científicos de 12 países ha llegado a Hobart, Tasmania, a bordo del buque de investigación JOIDES Resolution. Los investigadores a bordo son afiliados al Programa Internacional de Descubrimiento del Mar (IODP), una colaboración de científicos de 23 países que coordina viajes para estudiar la historia de la Tierra registrada en sedimentos y rocas bajo el fondo marino.

Los científicos de la expedición perforaron a más de 1.250 metros en seis lugares diferentes, donde recogieron sedimentos de capas que registran cómo cambiaron la geografía, el vulcanismo y el clima de Zealandia en los últimos 70 millones de años. Según contó a Phys.org el jefe de expedición, Gerald Dickens, de la Universidad de Rice (EE.UU.), se hicieron importantes descubrimientos de fósiles, lo que prueba que el continente no estuvo siempre sumergido bajo el agua.

Los nuevos descubrimientos demuestran que la formación hace 40 a 50 millones de años del Anillo de Fuego del Pacífico, una zona marina activa a lo largo del perímetro del Océano Pacífico, causó cambios dramáticos en la profundidad del océano y la actividad volcánica y alteró los fondos marinos de Zelandia, según Dickens. Los investigadores aseguran que los grandes cambios geográficos del norte del continente, podrían ayudar a entender, entre otras cosas, cómo se dispersaron y evolucionaron las plantas y los animales en el Pacífico Sur.

Aunque encontrar un nuevo continente en pleno 2017 parece algo increíble, la ciencia está en continua renovación, y desde grandes descubrimientos geológicos a la creación de importantes tratamientos médicos, no hay un año en el que no nos sorprenda. Aquí puedes conocer los hitos científicos más impactantes en lo que va de año.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

El estómago se remonta a los trilobites

F. CHEN.
Fósiles de trilobites de 500 millones de años hallados en China, excepcionalmente conservados, han revelado nuevos conocimientos sobre el sistema digestivo del extinto animal marino.   

Publicado en la revista PLOS ONE, el nuevo estudio muestra que al menos dos especies de trilobites desarrollaron una estructura estomacal 20 millones de años antes de lo que se pensaba.

"Los trilobites son uno de los primeros tipos de animales que aparecen en gran número en el registro fósil", dijo la autora Melanie Hopkins, conservadora de la División de Paleontología del Museo Americano de Historia Natural. 

"Sus exoesqueletos eran pesados en minerales, por lo que se conservaron muy bien, pero como en todos los fósiles, es muy raro ver tejidos blandos preservados, como órganos o apéndices, en los trilobites, y por eso nuestro conocimiento del sistema digestivo del trilobites viene de un pequeño número de especímenes. El nuevo material en este estudio realmente amplía nuestra comprensión".

Los trilobites son un grupo de artrópodos marinos extintos -lejanamente relacionados con el cangrejo de herradura- que vivió durante casi 300 millones de años. Eran extremadamente diversos, con cerca de 20.000 especies, y sus exoesqueletos fósiles se pueden encontrar alrededor del mundo. La mayor parte de los 270 especímenes analizados en el nuevo estudio fueron recolectados de una cantera en el sur de Kunming, China, durante una excavación dirigida por el coautor de Hopkins, Zhifei Zhang, de la Universidad de Northwest en Xi’an. 

La investigación previa sugiere que existían dos dispositivos para los sistemas digestivos del trilobite: un tubo que funciona a lo largo del cuerpo del trilobite con glándulas digestivas laterales que habrían ayudado a procesar el alimento; o un estómago primario expandido que conduce a un tubo simple sin glándulas laterales.

Hasta ahora, sólo se había reportado el primer tipo en los trilobites más antiguos. Sobre la base de esto, los investigadores habían propuesto que la evolución de ese estómago llegó más tarde en la historia evolutiva trilobite y representó un tipo distinto de sistema digestivo. 

Los fósiles de trilobites chinos, aproximadamente el 20 por ciento de los cuales tienen preservación de tejidos blandos, están fechados en el Cambriano temprano, hace aproximadamente 514 millones de años. En contra de lo previamente propuesto, los investigadores identificaron estómagos primarios en dos especies diferentes dentro de este material.

Además, encontraron un solo espécimen que tiene tanto ese estómago como el modelo con glándulas digestivas - lo que sugiere que la evolución de los sistemas digestivos en los trilobites es más complejo de lo que se propuso originalmente.

¿Cómo sería el mundo si los dinosaurios no se hubiesen extinguido?

GETTY IMAGES / Si hubiese caído antes o después, hubiese caído en las 
profundidades del Pacífico y el Atlántico y no en las aguas superficiales 
de Yucatán, y su efecto no habría sido el mismo.
Fue un cataclismo difícil de imaginar. Cuando un asteroide de 15 km de ancho se estrelló contra la Tierra hace 66 millones de años, lo hizo con una fuerza equivalente a 10.000 millones de bombas atómicas como lo de Hiroshima.

Una bola de fuego radioactiva quemó todo lo que encontró a cientos de kilómetros a su alrededor, generando múltiples tsunamis en todas las direcciones posibles.

Como resultado, se extinguió el 75% de las especies, entre ellas los dinosaurios.
  • Por qué el asteroide que provocó la extinción de los dinosaurios cayó "en el peor lugar posible" de la Tierra
¿Pero qué hubiese pasado si, por ejemplo, el asteroide hubiese seguido de largo o caído unos minutos antes?

Antes o después

Este es el escenario propuesto por un grupo de investigadores en el documental de la BBC estrenado recientemente "El día que murieron los dinosaurios".

Uno de estos científicos es el geólogo Sean Gulick, de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, quien piensa que si hubiese caído antes o después, en vez de impactar las aguas superficiales de la Península de Yucatán en México, habría caído en las profundidades del Pacífico o el Atlántico, que hubiesen absorbido algo de su fuerza y limitado la expulsión de sedimentos ricos en sulfatos que cubrieron la atmósfera en los años siguientes.

GETTY IMAGES / Algunos investigadores creen que, con o sin asteroide, 
los dinosaurios habrían acabado por desaparecer.
También hubiera sido una catástrofe y se habrían extinguido especies, pero algunos dinosaurios grandes habrían sobrevivido.

Si ese hubiese sido el caso, ¿habría dinosaurios hoy día? ¿Qué otros nuevos habrían aparecido? ¿Habrían desarrollado una inteligencia como la de los humanos?

Algunos investigadores creen que, incluso sin el asteroide, el reino de los dinosaurios igual hubiese llegado a su fin.
  • ¿De dónde vienen realmente los dinosaurios? El inesperado origen de las criaturas que dominaron la Tierra hace millones de años
"Yo soy de la opinión poco ortodoxa de que los dinosaurios estaban destinados a desaparecer, de todas maneras, debido al enfriamiento del clima", dice Mike Benton, paleontólogo de la Universidad de Bristol, en Reino Unido.

"Lograron apenas mantenerse durante el Cretácico, pero sabemos que los mamíferos se estaban diversificando (...) y los dinosaurios estaban decayendo desde hace 40 millones de años", añade.
Yo soy de la opinión poco ortodoxa de que los dinosaurios estaban destinados a desaparecer, de todas maneras, debido al enfriamiento del clima"
Mike Benton, paleontólogo de la Universidad de Bristol
Benton cree que los mamíferos habrían reemplazado a los dinosaurios.

Tom Holtz, investigador de dinosaurios carnívoros de la Universidad de Maryland, en EE.UU., también cree que hace 66 millones de años se habrían producido algunas extinciones de todos modos, debido a las erupciones a las corrientes de lava en la región de India conocida como traps del Decán, pero dice que "una vez dentro del Paleoceno y el Eoceno, no había nada que hubiese afectado la biología general de los dinosaurios".

"Hubiese sido un mundo en el que los dinosaurios del Cretácico hubieran estado cómodos".

Calor, plantas y frutas

Si asumimos que hubiesen sobrevivido, ¿qué factores hubiesen afectado su evolución? El cambio climático, probablemente, habría sido el principal problema.

Un evento conocido como Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, hace 55 millones de años, hizo que las temperaturas globales se tornasen 8ºC más altas que las de hoy, y que los bosques tropicales se expandieran por el planeta.
  • Qué busca la expedición al cráter de Chicxulub, el sitio de México donde cayó el meteorito que se cree extinguió a los dinosaurios
En este mundo caliente, con vegetación abundante, muchos saurópodos de cuello largo podrían haber crecido rápidamente, reproduciéndose a una edad más joven y reduciendo su tamaño.

GETTY IMAGES / En el Cretácico tardío aparecieron las plantas con flores y, 
con ellas, llegaron los frutos.
Otra tendencia en el Cretácico tardío es la aparición de las plantas con flores.

Y con estas llegaron los frutos, que coevolucionaron con los mamíferos y las aves que ayudaron a dispersar sus semillas.

¿Pudieron haber evolucionado dinosaurios parecidos a los monos para aprovechar estos recursos, así como los primates aparecieron en nuestra cronología?

"Muchas aves comen frutas. Así que podría haber habido dinosaurios no avianos que se adaptaran a una dieta de frutas", explica Matt Bonnan, paleontólogo de la Universidad Stockton, en EE.UU.

Stephen Brusatte, investigador de la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido, concuerda con que "los dinosaurios pequeños y con plumas podrían haber seguido la misma ruta de los primates" ya que algunos ya estaban correteando por entre las ramas.

Otros podrían haberse convertido en bebedores de néctar, desparramando el polen de flor en flor durante el proceso.

Expansión de las praderas

Otro evento importante, que ocurrió hace 34 millones de años, es la separación de Sudamérica de Antártica. Esto hizo que se desarrollara la corriente circumpolar, que provocó la formación de la capa de hielo en Antártica e hizo que se enfriara y secara el mundo.

En ese momento, y más tarde en el Mioceno, las praderas se extendieron por un vasto sector del planeta.

GETTY IMAGES / ¿Habrían sobrevivido los dinosaurios con la expansión 
de las praderas?
"Mamíferos herbívoros rápidos y de patas largas se hicieron más comunes. En el pasado uno podía esconderse, pero no puedes hacerlo en la pradera abierta", dice Holtz.

Es en este momento en nuestra historia cuando empezamos a ver un crecimiento explosivo de una diversidad de animales de pastoreo, con pezuñas, y animales carnívoros que los cazan.

Según Darren Naish, paleontólogo de vertebrados en Reino Unido, es posible que, en nuestra cronología alternativa, los dinosaurios veloces de pastoreo habrían sido los descendientes de los parientes cornudos de los Triceratops o de los herbívoros bípedos parientes del Hypsilophodon.

"Los dinosaurios ya vienen con un enorme set de ventajas evolutivasque a los mamíferos les tomó mucho tiempo", agrega. Por eso, dice, habrían tenido ventajas para adaptarse a las praderas.

Tenían mejor visión que los mamíferos y podrían haber sido más hábiles para detectar peligros.

Más cerca de la actualidad, los dinosaurios tendrían que haber lidiado con las varias edades de hielo de los últimos 2.600 millones de años. Pero sabemos que los dinosaurios del Cretácico vivían por encima del círculo polar ártico.

"Quizás en lugares más fríos habríamos visto dinosaurios con pieles gruesas y elaboradas, cubiertos con bello y plumas hasta las puntas de los dedos y la cola", dice Naish.

Coexistencia

Los océanos son otro territorio poco explorado por los dinosaurios. Especies como los Spinosaurus incursionaron en ambientes de río y estuarios, y con frecuencia se hallaron fósiles de anquilosaurios en sedimentos marinos y cerca de la costa.

GETTY IMAGES
Especies como los Spinosaurus incursionaron en ambientes de río.
¿Podrían estas dos especies haber seguido los pasos de las ballenas y evolucionado para vivir en el mar?

Podrían haber regresado a la tierra para depositar sus huevos o, eventualmente, dar a luz directamente en el mar.

En un mundo con los dinosaurios en la tierra, pterosaurios en el cielo e ichthyosaurus y mosasaurusen el mar, ¿qué destino habrían sufrido las aves y los mamíferos?

Según Naish, en un mundo con dinosaurios habría igual una gran diversidad -como la de hoy día- de aves.

Los mamíferos, sin embargo, son otra historia. Si bien ya estaban en el mundo desde hace 160 millones de años cuando hizo impacto el asteroide, todavía "eran criaturas marginales", explica Brusatte.

Eran diversos pero generalmente pequeños y restringidos a nichos específicos.

"Fue solo gracias al impacto del asteroide que destituyó a los dinosaurios dominantes que pudieron liberarse".

GETTY IMAGES / Los mamíferos primitivos habrían tenido dificultades para 
escapar de estos depredadores gigantes.
No todos están de acuerdo: piensan que la megafauna no habría tenido posibilidad, pero sí la habrían tenido los murciélagos, los roedores, los pequeños carnívoros, los primates y las comadrejas.

Pero si los monos tití y los hilobátidos hubiesen saltado de rama en rama mientras los dinosaurios andaban merodeando por ahí, ¿no podría acaso haber evolucionado algo similar a los homínidos?

"Algunos de los linajes de mamíferos ya habían empezado a evolucionar antes del evento de extinción", señala Naish.

"Tomando esto en cuenta, probablemente podría haber primates y... (quizás), una versión de humanidad".

"Dado que evolucionamos en un mundo lleno de mamíferos gigantes, es posible".

Dinosaurios inteligentes

Teniendo en cuenta que hay mamíferos inteligentes, ¿podrían haber evolucionado dinosaurios inteligentes?

"Dinosaurios equivalentes a cuervos, loros o primates, con cerebros muy complejos y capacidad para resolver problemas podrían haber evolucionado", dice Holtz, quien cree que nunca podrían haberse parecido a los humanos

"No creo que hubiesen llegado a nada que se parezca al nivel de una inteligencia humana", señala Naish.

"Podrías tener dinosaurios con un gran cerebro, inteligentes, pero todavía se verían como dinosaurios. Es antropomórfico asumir que habrían evolucionado otras forman de inteligencia similar a la humana".

Y, por último, asumiendo que hubieran sobrevivido hasta los últimos cientos de miles de años y convivido con los humanos, ¿habrían sobrevivido hasta el día de hoy?

La respuesta parece ser sí.

GETTY IMAGES / Es posible, dicen algunos investigadores, que algunos 
dinosaurios pequeños se hubiesen adaptado a la vida en las ciudades, 
coexistiendo a la par de ratas y palomas.
Pero así como los humanos cazaron a los mamuts y otros animales de la megafauna hasta su extinción, el crecimiento de la población y el desarrollo de nuevas tecnologías de caza habrían hecho mella en los grandes dinosaurios a medida que nos expandimos por el globo.

En esta cronología alternativa, quizás algunas pocas especies de grandes herbívoros saurópodos, o incluso carnívoros similares al T. rex, podrían haber sobrevivido en reservas naturales protegidas o en parques nacionales lo suficientemente grandes como para albergarlos.

Quizás algunos de los dinosaurios no avianos más pequeños podrían haberse adaptado a ambientes urbanos, conviviendo a la par de la gente en las ciudades como lo hacen las palomas, las ratas y las gaviotas en muchas partes del mundo.

Así como la mayoría de los grandes mamíferos han desaparecido, quedan aún unos pocos como los elefantes o los rinocerontes. Por eso no es tan difícil imaginar un mundo paralelo donde pudiésemos ir a un safari de dinosaurios, al estilo de la película Parque Jurásico y disfrutar del espectáculo con binoculares y cámaras fotográficas.

sábado, 23 de septiembre de 2017

Dinosaurios herbívoros también comían crustáceos: estudio

Científicos estudiaron el excremento fosilizado de dos especies de hadrosaurios, donde encontraron caparazones de crustáceos combinados con plantas

Diez coprolitos de un área protegida en Utah, el monumento nacional Grand
Staircase-Escalante, contenían caparazones de crustáceos mezclados con
madera podrida de coníferas. 
K. Chin et al./Sci. Rep. (CC BY 4.0)
Científicos dijeron el jueves que excrementos fosilizados que serían de dinosaurios herbívoros ornitópodos, que habitaron el sur del estado de Utah hace 75 millones de años, contenían trozos de caparazones de crustáceos junto con vestigios de vegetación.

El descubrimiento brinda la evidencia más firme hasta la fecha de que algunos dinosaurios herbívoros grandes se salían de la dieta puramente vegetariana, dijo la paleontóloga Karen Chin, de la Universidad de Colorado, que lideró el estudio publicado en Nature. "Fue un hallazgo muy emocionante, precisamente porque fue tan inesperado", afirmó.

Los excrementos fosilizados, llamados coprolitos, ofrecen un vistazo a la dieta de criaturas extintas que no se puede observar estudiando los dientes, mandíbulas o esqueletos.

Diez coprolitos de un área protegida en Utah, el monumento nacional Grand Staircase-Escalante, contenían caparazones de crustáceos mezclados con madera podrida de coníferas. Al menos durante una parte del año, estos dinosaurios ornitópodos habrían comido madera porque contenía crustáceos y otros invertebrados, dijo Chin.

La paleontóloga dijo que los investigadores no saben con exactitud qué tipo de crustáceos comían los dinosaurios, pero que era posible que fueran cangrejos. Algunos crustáceos se refugian en madera descompuesta. Los crustáceos eran de al menos cinco centímetros de largo.

Los investigadores piensan que el alimentarse de crustáceos habría sido un cambio de temporada en la dieta relacionado con la reproducción y la puesta de huevos. Algunos pájaros, descendientes de los dinosaurios, consumen más proteína y calcio durante la temporada de reproducción.

Los dinosaurios ornitópodos, también llamados hadrosaurios, se ganaron su nombre debido a la parte frontal del cráneo que se asemeja a un pico de pato. También tenían picos y dientes especializados en triturar plantas, y se cree que recorrían las regiones en manadas.

Dos hadrosaurios, comunes durante el período Cretácico, que vivieron en el área de Utah en ese momento eran: el parasaurolophus, de casi 10 metros de largo con una cabeza larga de forma tubular, y el gryposaurus, de unos 12 metros de largo con un arco nasal arqueado.

viernes, 22 de septiembre de 2017

Huevos fósiles de colores aparecen en un nido de dinosaurio

Un equipo de investigadores de Alemania y Estados Unidos ha encontrado que un dinosaurio no aviar que vivió en lo que ahora es China puso huevos de colores: azules o verdes.   

En su artículo publicado en PeerJ, el equipo describe su estudio de los fósiles de huevo y lo que sus hallazgos sugieren acerca de la evolución de los huevos coloreados en las aves modernas.

Muchos pájaros modernos ponen huevos coloreados -algunos son monocromáticos, como huevos del petirrojo azul; otros son multicolores como los de la paloma-. Pero hasta ahora, se creía que todos los huevos de dinosaurio eran blancos porque los dinosaurios ponían sus huevos en nidos protegidos. En este nuevo esfuerzo, los investigadores han encontrado un ejemplo de un dinosaurio que puso huevos azules o verdes.

El equipo informa que el suyo fue el primer esfuerzo para estudiar seriamente el color en los huevos de dinosaurio. Se produjo después de que el equipo observó algunos huevos fosilizados de Heyuannia huangi que tenían un tinte azulado. Los investigadores habían asumido previamente que el tinte era debido a la mineralización, pero el nuevo equipo pensó que tal vez había más.

Investigaciones anteriores habían demostrado que los Heyuannia huangi eran dinosaurios con picos parecidos a los loros que caminaban sobre las patas traseras.   

El equipo utilizó la espectrometría de masas y la separación cromatográfica para observar de cerca los huevos y detectar rastros de biliverdina y protoporfirina, pigmentos que se encuentran comúnmente en huevos de color de aves de modernas. Los huevos también se remontan al período Cretácico tardío, que se desarrolló entre 100 y 66 millones de años.

El oviraptor Heyuannia huangi era un dinosaurio emplumado. Muchos de sus fósiles se han encontrado a lo largo de los años, pero hasta ahora, nadie sospechaba que pusieran huevos coloreados. El colorante, sugiere el equipo, es una fuerte indicación de que los huevos fueron colocados en nidos abiertos y que el color habría servido como camuflaje. En las aves modernas, sólo los huevos de las especies que los ponen en nidos abiertos están coloreadas.

Su hallazgo también muestra que la coloración del huevo comenzó antes de la evolución de las aves modernas; empezó con dinosaurios no aviares y se transmitió a los antepasados modernos.    

Los investigadores informan que, como resultado de su hallazgo, están estudiando otros huevos de dinosaurio fosilizados para ver si tal vez algunos de ellos también estaban coloreados.

Paleontólogas de La Plata hallaron especies de hace más de 230 millones de años

La nueva fauna es una de las más antiguas encontradas hasta el momento. Está compuesta por restos fósiles de precursores de los mamíferos, reptiles y al menos tres grupos diferentes de antecesores de los cocodrilos


Las paleontólogas del Museo de La Plata, Julia Brenda Desojo y María Belén von Baczko, identificaron un “nuevo tipo de fauna” que se desconocía. El descubrimiento provee información anatómica sustancial sobre algunas especies, por ejemplo, sobre el enigmático pariente de los cocodrilos, Tarjadia ruthae.

El Tarjadia, un cuadrúpedo fuertemente acorazado y una de las especies más abundantes de la nueva fauna, es un animal que vivió antes de la aparición de los primeros dinosaurios y mamíferos. Además, tiene una relación estrecha con otras especies halladas en Brasil, Tanzania, Escocia, Alemania y Estados Unidos.

Desojo y von Baczko, investigadoras de la División de Paleontología de Vertebrados del Museo local, trabajan desde 2011 en el Parque Nacional Talampaya, en la provincia de La Rioja. Allí, se dedican a analizar restos fósiles con un estrato geológico de más de 230 millones de años de antigüedad.

En el documento publicado el 11 de septiembre pasado en la revista Nature Ecology & Evolution se dio a conocer “una nueva fauna fósil que es más antigua que otras” halladas en la misma cuenca de origen triásico en el noroeste de la Argentina. Esta zona es particularmente importante “porque tiene dataciones precisas de sus rocas y conserva algunos de los dinosaurios más antiguos del mundo”, sintetizaron los especialistas en el tema.

“El surgimiento de los primeros dinosaurios y mamíferos que se diversificaron durante el Triásico Superior en todo el mundo fue precedido por una fase de profundos y rápidos cambios en los ecosistemas”, indicaron.

Hallan en la Antártida fósiles de pingüinos de hace 34 millones de años

Expertos del Museo argentino de La Plata y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) hallaron en la Antártida dos fósiles que corresponden a los húmeros de una especie de pingüino diminuto de 35 centímetros que vivió hace 34 millones de años.

Luego de 30 años de expediciones a la Antártida, el equipo en el que trabaja la doctora Carolina Acosta, investigadora de las entidades y autora de un estudio anterior que probó la existencia de pingüinos de alrededor de dos metros de altura en la misma zona, los paleontólogos hallaron el ave de esta especie, la más pequeña de la que se tiene registro.

"Los fósiles de pingüinos son muy comunes en este lugar, estudiamos constantemente diferentes especies, pero es la primera vez que nos topamos con uno tan chiquito", especificó en diálogo con Efe la doctora, quien añadió que esta nueva especie recibe el nombre de "Aprosdokitos Mikrotero", que significa "inesperado minúsculo".

El hallazgo tuvo lugar en la isla de Marambio en 2012, donde ahora residen pingüinos de "unos 70 u 80 centímetros", sostuvo Acosta, que subrayó que en el momento en el que existieron estas aves "convivían con otra clase que medía alrededor de dos metros".

El posterior análisis de los fósiles determinó que los investigadores estaban frente a una especie descendiente de los primeros pingüinos que arribaron a las costas suramericanas y se asentaron en Chile y Argentina y que posteriormente se trasladaron hasta Perú.

"Los huesos más pequeños que se habían encontrado allí hasta el momento doblaban en tamaño a estos", indicó la experta de Conicet.

Lo que todavía queda por averiguar son aspectos sobre su vida cotidiana, ya que no se sabe qué comían o cómo sobrevivieron a las bajas temperaturas de la Antártida y a otras especies muy superiores en tamaño.

"Normalmente los pingüinos pequeños se alimentan de peces, o como mucho, de crustáceos y krill", dijo la paleontóloga, pero al haber encontrado únicamente los húmeros de las alas y no otras partes del cuerpo como el cráneo o el pico, se "complica" deducir cuál era su fuente de alimentación.

Actualmente, en una isla cercana a Marambio existen pingüinos Emperador, la especie más grande viva, que mide entre un metro y 1,20 centímetros.

Durante las expediciones que el equipo de Acosta realiza a estas islas cada año en temporada de verano, han descubierto diferentes huesos fosilizados de pingüinos, por lo que la doctora insistió en la necesidad de estas excursiones para seguir estudiando y aprendiendo sobre estas aves.

Una rana gigante extinta era capaz de comer dinosaurios

Una rana de gran tamaño, ahora extinta, llamada Beelzebufo, que vivió hace unos 68 millones de años en Madagascar, habría sido capaz de comer pequeños dinosaurios.   

KRISTOPHER LAPPIN
La conclusión viene de un estudio de la fuerza de la mordedura de las ranas con cuernos sudamericanas del género vivo Ceratophrys, conocidas como ranas Pacman por su forma redonda característica y boca grande, similar al personake del videojuego Pac-Man. Debido a su atractiva coloración corporal, apetito voraz y cabezas cómicamente enormes, las ranas con cuernos son muy populares en el comercio internacional de mascotas.   

Científicos de la Universidad de Adelaida, de la Universidad Politécnica del Estado de California-Pomona, de la Universidad de California-Riverside y el University College de Londres, descubrieron que las grandes ranas de cuernos de América del Sur tienen fuerzas de mordedura similares a las de los depredadores de mamíferos.

"A diferencia de la gran mayoría de las ranas que tienen mandíbulas débiles y típicamente consumen pequeñas presas, las ranas con cuernos emboscaban animales tan grandes como ellas mismas - incluyendo otras ranas, serpientes y roedores y sus poderosas mandíbulas jugaron un papel crítico en agarrar y dominar a la presa", dice en un comunicado Marc Jones, biólogo investigador de la Universidad de Adelaida, en Australia. 

El estudio encontró que las pequeñas ranas cornudas, con un ancho de cabeza de unos 4,5 centímetros, pueden morder con una fuerza de 30 newtons o alrededor de 3 kg. Un experimento de escala, comparando la fuerza de mordedura con la cabeza y el tamaño del cuerpo, calculó que las ranas de cuernos grandes que se encuentran en los bosques húmedos tropicales y subtropicales de América del Sur, con un ancho de cabeza de hasta 10 centímetros, tendrían una fuerza de mordida de casi 500 N. Esto es comparable a reptiles y mamíferos con un tamaño de cabeza similar.  

 "Esto sería como tener 50 litros de agua balanceados en la punta de sus dedos", dice el profesor Kristopher Lappin, profesor de Ciencias Biológicas en la Universidad Politécnica del Estado de California - Pomona.

Basándose en su relación de escala, los científicos estimaron que la fuerza de la mordedura de la rana gigante extinta Beelzebufo -que es en muchos aspectos similar a las ranas de cuernos vivientes- pudo haber tenido un mordisco de hasta 2200 N, comparable a formidables predadores de mamíferos como lobos y tigres femeninos. 

"En esta fuerza de mordedura, Beelzebufo habría sido capaz de someter a los dinosaurios pequeños y juveniles que compartían su ambiente", dice Jones.    

Los científicos midieron la fuerza de mordida usando un transductor de fuerza hecho a la medida, un dispositivo que mide con precisión la fuerza aplicada a dos placas cubiertas con cuero cuando un animal las muerde. 

"Esta es la primera vez que se mide la fuerza de mordedura en una rana", dice el profesor Lappin. "Y, hablando por experiencia, las ranas con cuernos tienen una mordedura impresionante, y tienden a no soltarse. La mordedura de un Beelzebufo grande habría sido notable, definitivamente no es algo que me gustaría experimentar de primera mano".