Los resultados de la investigación ofrecen un panorama de
paleodiversidad muy alto en el yacimiento de El Oterillo II (La Revilla-Ahedo,
Burgos)
Dientes espinosáuridos hallados en El Oterillo II/Colectivo
Salense
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CGP/DICYT Un estudio de los dientes de dinosaurios terópodos
(carnívoros) que aparecieron asociados al esqueleto del dinosaurio ‘Europatitan
eastwoodi’ en el yacimiento de El Oterillo II, en la provincia de Burgos,
documenta la existencia de marcas de dentelladas en algunos huesos,
fundamentalmente vértebras. Estos mordiscos corresponderían, según los
investigadores, a una acción de caza o bien a carroñeo.
Esta última opción es la que se acepta en el trabajo como
más plausible. “Los dinosaurios terópodos perdían dientes en los mordiscos que
daban a sus presas o cadáveres que carroñeaban, pero tenían dientes de sustitución
en las mandíbulas”, explican desde el Colectivo Arqueológico Salense.
El trabajo ha sido publicado en la revista ‘Journal ofiberian Geology’, que se ha hecho eco de las ponencias que se presentaron en
las VII Jornadas paleontológicas de dinosaurios, celebradas en Salas de los
Infantes (Burgos) en septiembre del pasado año.
Marcas de dentelladas en algunos huesos del dinosaurio
‘Europatitan eastwoodi’/
Colectivo Salense
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En total, se han analizado 30 dientes, algunos con un estado
de conservación sobresaliente, y que aparecían dispersos en la superficie de
gran parte del yacimiento. Los resultados de la investigación ofrecen un
panorama de paleodiversidad muy alto. Concretamente, la fauna de dinosaurios
terópodos representada en El Oterillo II se compone de espinosáuridos
barioniquinos, tetanuros basales, dromeosáuridos y coelurosaurios. Las diferencias
entre los dientes recuperados podrían interpretarse como la presencia de hasta
seis especies diferentes.
Uno de esos dientes se ha incluido dentro de los
coelurosaurios y se ha identificado con más detalle como un tyranosauroideo
basal (se conocen otros hallazgos de ese grupo en Portugal e Inglaterra). “El
interés de esa identificación es que aporta nueva información sobre la
diversidad de dinosaurios terópodos en el Cretácico inicial europeo (hace unos
130-120 millones de años). Probablemente había más especies y grupos de lo que
se pensaba hasta ahora. Además este hallazgo puede reforzar la hipótesis que
sitúa en el área de Europa y Norteamérica el origen de los tyranosauroideos,
entre los que se incluyen el conocido Tyrannosaurus rex”, aseguran los
investigadores en un comunicado recogido por DiCYT.
Ejemplos de otros trabajos que asocian carcasas y dientes
terópodos se habían publicado anteriormente en yacimientos, argentinos,
europeos, norteamericanos y asiáticos. La información que proporcionan estos
hallazgos permite conocer datos sobre la biología de los dinosaurios cazadores
y carroñeros o redes tróficas de los ecosistemas mesozoicos.
Yacimiento de El Oterillo II (La Revilla-Ahedo,
Burgos)
/Colectivo Salense
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“La presencia de diferentes especies carroñeras en torno al
gigantesco cadáver de europatitan sugiere nuevas preguntas, por ejemplo, ¿quién
comía primero y quien esperaba al último turno? Probablemente cada especie
intentaría aprovechar las partes más nutritivas que les dejaría el comensal
anterior a él. Ese posible escenario nos recuerda al comportamiento de felinos,
cánidos y aves carroñeras que compiten en las sabanas africanas por los restos
de un cadáver, y que se ha difundido en innumerables documentales”, subrayan.
El trabajo está firmado por Antonio Alonso y José Ignacio
Canudo (Universidad de Zaragoza), Pedro Huerta y Fidel Torcida (Museo de
dinosaurios de Salas de los Infantes).
Referencia bilbiográfica:
Alonso, A., Canudo, J. I., Fernández-Baldor, F. T., &
Huerta, P. (2017). Isolated theropod teeth associated with sauropod remains
from El Oterillo II (Early Cretaceous) site of Salas de los Infantes (Burgos,
Spain). Journal of Iberian Geology, 43(2), 193-215.
Fuente: C.A.S.
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