La historia geológica de los continentes del hemisferio sur impactó sobre la diversificación temprana de las abejas
Según un nuevo estudio, las abejas se originaron en el oeste de Gondwana, hoy África y América del Sur. / CRÉDITO: TERRI SHARP EN PIXABAY. |
Una investigación internacional liderada por científicos de
la Universidad Estatal de Washington, en Estados Unidos, y la Universidad de
San Pablo, en Brasil, concluye que las primeras abejas evolucionaron en un
antiguo supercontinente denominado Gondwana hace más de 120 millones de años,
diversificándose más rápido y extendiéndose más vertiginosamente de lo que se
pensaba hasta hoy.
Un punto clave del nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Current Biology, es que todo indica que el origen de las abejas en
el hemisferio sur es paralelo a la historia de muchos grupos de plantas,
aportando nuevos datos sobre este mutualismo clave entre abejas, plantas y
flores. Vale recordar que las abejas son los polinizadores más importantes de
las plantas con flores en nuestro planeta.
Del Sur a todo el planeta
Gondwana fue un antiguo bloque continental meridional de
gran tamaño, que existió desde el Neoproterozoico, o sea hace unos 550 millones
de años, hasta su posterior separación. En líneas generales, el viejo
supercontinente incluía a los actuales territorios de África y América del Sur,
cuya división se concretó a partir de procesos geológicos que aún siguen
activos.
Aunque los científicos ya sabían que la polinización de
plantas con flores por parte de las abejas se inició hace aproximadamente 120
millones de años, la incertidumbre en torno a cómo y cuándo las abejas se
propagaron por el planeta ha oscurecido en gran medida las investigaciones
relacionadas con este fenómeno natural. Ahora, el nuevo estudio ha acumulado
evidencia estadística que confirma que las abejas se originaron en Gondwana,
por lo tanto son insectos que provienen del hemisferio sur.
Los investigadores trabajaron en la secuenciación y
comparación genética de más de 200 especies de abejas. A su vez, compararon
estos datos con rasgos de 185 fósiles de abejas diferentes, así como con
especies extintas, desarrollando una historia evolutiva y modelos genealógicos
para la distribución histórica de las abejas.
En peligro
Según una nota de prensa, podría tratarse del estudio genómico más amplio de las abejas efectuado hasta la fecha, incluyendo miles de genes a la vez para asegurarse de que las relaciones establecidas eran correctas. Los científicos descubrieron que las abejas probablemente se originaron en el Cretácico Inferior, poco antes de la ruptura de Gondwana occidental. Además, la evolución temprana de cualquier linaje importante de abejas está asociada indisolublemente con las masas terrestres de América del Sur o África.
Posteriormente, las abejas colonizaron los continentes del
norte de la Tierra a través de una compleja historia de dispersión geográfica.
Pero lo más interesante es que la forma en que las abejas se propagaron por el
mundo desde su origen en el hemisferio sur es paralela a las historias de
numerosas variedades de plantas con flores, lo que proporciona un paso esencial
para estudiar los procesos de polinización en el espacio y el tiempo.
A futuro, los investigadores piensan seguir secuenciando y
estudiando la genética y la historia de más especies de abejas. Sostienen que
sus hallazgos son un primer paso para revelar cómo las abejas y las plantas con
flores evolucionaron juntas. Al mismo tiempo, comprender cómo las abejas se
propagaron y diversificaron también podría ayudar a mantener saludables a las
poblaciones de polinizadores: las abejas son una especie vital para el
equilibrio ecológico, pero en grave peligro porque un 90% de las variedades en
el mundo ha desaparecido debido al uso de pesticidas y la deforestación.
Referencia
The evolutionary history of bees in time and space. Eduardo
A.B. Almeida et al. Current Biology (2023).
DOI:https://doi.org/10.1016/j.cub.2023.07.005
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