El trabajo de Artai Santos en yacimientos paleobotánicos del norte también permitió encontrar los primeros restos de insectos de esa época
El investigador de la UVigo Artai Santos López rebate la
teoría de que la Península ibérica era una gran isla habitada por dinosaurios y
con floras bastante homogéneas y demuestra que, en realidad, existían
comunidades vegetales muy diferentes dominadas por helechos y musgos, en unos
casos, o por Bennettitais, un grupo ya extinto, y coníferas, en otros.
El estudio constituye la tesis doctoral de Artai Santos bajo
la dirección del profesor de la UVigo Bienvenido Diez y Luis Miguel Sender, de
la Fundación Teruel-Dinópolis.
“En general, no podemos hablar de un único tipo de
vegetación durante ese periodo, sino de un complejo mosaico de diferentes
grupos de plantas que se adaptaban a la variedad de ambientes que había en la
Iberia en aquel momento”, defiende el investigador.
El trabajo desarrollado durante los últimos cuatro años en
varios yacimientos paleobotánicos del Jurásico Medio y Superior del norte de la
Península también permitió encontrar los primeros restos de insectos y de
interacción planta-insecto de esa época en la Península, así como nuevas
especies de plantas como Ricciopsis asturicus, un musgo que habitaba la zona
del litoral de Asturias conocida actualmente como Costa de los dinosaurios.
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