Se trata de un descubrimiento que permite conocer en profundidad la historia evolutiva de las aves modernas.
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Fuente: Shutterstock |
Se trata del hallazgo de restos fósiles de uno de los primeros antepasados de las aves acuáticas actuales, que incluso es calificada por los expertos como "el ave moderna más antigua conocida".
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Chirstopher Torres, autor principal del artículo y ex investigador postdoctoral en la Universidad de Ohio. Fuente: Universidad de Ohio. |
Los restos fósiles que podrían ayudar a resolver un gran misterio científico
En un artículo publicado recientemente en la revista Nature, se describe un nuevo fósil del ave moderna más antigua de la que se tiene precedente. Se trata de un pariente temprano de patos y gansos que vivió en la Antártida de manera contemporánea al Tyrannosaurus rex: se denominaVegavis iaai.
El fósil es un cráneo casi entero de aproximadamente 69 millones de años de antigüedad, en el que puede observarse un pico largo y puntiagudo y una distintiva morfología cerebral. De acuerdo con un artículo publicado por la Universidad de Ohio, donde trabajan diversos científicos a cargo de la investigación, esto "representa la evidencia más temprana de una radiación evolutiva ahora extendida y exitosa en todo el planeta".
"Pocas aves son tan propensas a iniciar tantas discusiones entre los paleontólogos como Vegavis", afirma el autor principal, el Dr. Torres, quien actualmente se desempeña como profesional en la Universidad del Pacífico.
Según su visión, este nuevo fósil puede ayudar a resolver la principal incógnita que se tiene al respecto: ¿dónde se ubica Vegavis en la historia de la vida de los pájaros?
Por qué este descubrimiento es importante para la ciencia
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Así luciría el ave Vegavis iaai. Fuente: Universidad de Ohio. |
"Este fósil subraya que la Antártida tiene mucho que decirnos sobre las primeras etapas de la evolución moderna de las aves", asegura el Dr. Patrick O'Connor, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Ohio.
El distintivo de este fósil es que proporciona un cráneo casi completo, que facilita su estudio y hasta el momento no había logrado conseguirse, pese a que la existencia de esta especie fue reportada por primera vez hace 20 años por la Dra. Julia Clarke.
"El cráneo conserva rastros de poderosos músculos de la mandíbula útiles para superar la resistencia del agua mientras se sumergen para atrapar peces", señala la universidad y destaca que se trata de características consistentes con otras partes de su esqueleto, que sugieren que tenía una estrategia de alimentación diferente a la de las aves acuáticas modernas.
"La Antártida es, en muchos sentidos, la última frontera para la comprensión de la vida de la humanidad durante la Era de los Dinosaurios", señala el Dr. Matthew Lamanna, del Museo Carnegie de Historia Natural.
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