jueves, 20 de febrero de 2025

Torrelara tiene la clave

De la mano de la UBU, el director del Museo de Dinosaurios de Salas, Fidel Torcida, reivindica el yacimiento burgalés en una ponencia que le permite acercar el trabajo realizado en él entre 2017 y 2023, con el fin de reconstruir el ecosistema de hace 150 millones de años

La charla sobre el yacimiento de Torrelara que impartió ayer Fidel Torcida
abarrotó  la sala Polisón del Teatro Principal. / SANTI OTERO
Al vuelo cazaba el director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, Fidel Torcida, la ocasión pintada en colaboración con la Unidad de Cultura Científica de la UBU para acercar al gran público los secretos sobre los dinosaurios que encierra el pequeño municipio burgalés de Torrelara. Y es que en él, insiste, está la clave para comprender la evolución de estos animales en Europa al término del Jurásico, hace la friolera de 150 millones de años. 

Descansan en el yacimiento de Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal las respuestas a enigmas cuya resolución bien podría ser el fruto más destacado del trabajo realizado en este punto entre 2017 y 2023, del que el integrante del Colectivo Arqueológico y Paleontológico Salense (C.A.S.) daba cumplida cuenta en la ponencia que impartía ayer como complemento a la exposición ‘Dinosaurios Ilustrados: Imágenes de un mundo perdido’, impulsada por las entidades citadas con el apoyo de la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

En la charla que albergó la sala Polisón del Teatro Principal, Torcida repasó los hallazgos más relevantes del periodo y brindó algunas pinceladas sobre el trabajo que se desarrolla en la propia excavación. Crucial es el proceso de identificación previa de los fósiles, fase en la que se amontona hoy en día la labor, dado el ingente volumen de piezas localizadas. «Ya tenemos algunos estudios publicados», recordaba, para subrayar el interés que suscita, más allá de la reconstrucción de esqueletos, que llegará, la recreación del ecosistema jurásico. «Podemos esbozar cómo era el planeta, cómo era nuestra zona, aunque no existía la Península Ibérica como tal y, con los datos que tenemos también podemos intuir cómo era el entorno del yacimiento, el paisaje, colocar a los distintos animales, las plantas que aparecen y cómo están relacionados», explicaba, entusiasmado con los frutos de un trabajo duro, pero satisfactorio, que les permite ya asegurar que, a medida que las investigaciones avancen, la aportación de Torrelara al conocimiento de la época será importante.

«De las mil y pico piezas que tenemos registradas no sabemos mucho, porque son fósiles escondidos en una matriz de roca, pero sí nos brindan una visión general y estamos en condiciones de sospechar que los grupos de dinosaurios encontrados, razonablemente completos, porque no son huesos aislados como ocurre muchas veces, van a ofrecer muchísima información sobre la evolución de esta fauna en concreto en Europa en ese momento de la Historia», aseguraba.

Otro de los aspectos en los que el paleontólogo hizo hincapié fue en el impacto de las nuevas tecnologías en este ámbito científico. «No solo facilitan el trabajo, es que abren nuevas posibilidades de investigación antes no contempladas, como por ejemplo las que plantean someter a una tomografía axial computarizada (TAC) un fósil», destacaba Torcida, convencido de que «no hay mejor defensa» de la labor que se realiza en Torrelara que los resultados de la misma y haberlos haylos: «Quizá dentro de poco demos una buena noticia de una nueva especie», anunciaba, para apostillar que «las excavaciones permiten avanzar en el conocimiento que tenemos de este patrimonio, que es un auténtico tesoro, y eso beneficia a toda la sociedad».

elcorreodeburgos.com

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