Durante el Cretácico Superior, Europa era un archipiélago de islas subtropicales. La más grande de estas islas, conocida como Ibero-Armórica, incluía la actual península Ibérica y el sur de Francia. A pesar de que los dinosaurios moraban tanto en los ambientes costeros como en los de interior en esta región, la mayoría de estudios paleoecológicos previos se han centrado en zonas continentales como América del Norte. Esto ha hecho que, hasta hace relativamente poco tiempo, los ecosistemas insulares europeos y sus diferencias con los ecosistemas continentales fueran un terreno poco explorado científicamente.
"Con este registro, hemos dado un primer paso para comprender mejor cómo se relacionaban los dinosaurios iberoarmóricos con su entorno", explica Bernat Vázquez, investigador del ICP y el MCD y primer firmante del estudio. "Esto nos permite plantear cuestiones como la distribución de estos dinosaurios por el territorio, las razones de esta distribución no uniforme y si existían ambientes más favorables para determinados grupos dentro de la isla".
Los resultados del estudio indican que los dinosaurios herbívoros, como los anquilosaurios nodosaurios, los saurópodos titanosaurios y los ornitópodos (hadrosauroides y rabdodóntidos), preferían vivir en ambientes continentales, como el curso medio de los ríos, los lagos y los bosques de interior, en vez de en los ambientes costeros como lagunas, deltas, marismas y playas. Además, el estudio de los restos fósiles de saurópodos titanosaurios ha confirmado que estos animales tenían preferencia por nidificar en ambientes fluviales o de interior. En el caso de los dinosaurios carnívoros, los manirraptores de menor tamaño también mostraban preferencia por los ambientes de interior. En cambio, los grandes depredadores como los abelisauroideos tenían una distribución más uniforme, sin una preferencia clara por ningún tipo de medio.
“La investigación aporta nuevas pistas sobre los efectos del denominado ‘intercambio faunístico del Maastrichtiense’, el momento en el que muchas especies nuevas llegaron a la isla, como los hadrosauroideos", explica Albert Sellés, investigador del ICP y el MCD. Añade que "esta llegada generó competencia con las especies que ya vivían allí, lo que provocó cambios importantes en los ecosistemas de la isla". Esta competencia podría explicar por qué algunos grupos de dinosaurios nativos, como los ornitópodos rabdodóntidos, se extinguieron hace entre 72 y 69 millones de años. "Creemos que la presencia de los hadrosauroideos, mejor adaptados, redujo progresivamente el hábitat de los rabdodóntidos, que no pudieron competir por los mismos recursos", añade Sellés.
Por otro lado, los titanosaurios y los nodosaurios parecen no haberse visto afectados por este evento. "A diferencia de los ornitópodos, estos grupos probablemente ocupaban un nicho ecológico diferente, por lo que no competían directamente por los mismos recursos", apunta Albert Prieto, investigador del ICP y el MCD. Esto podría explicar por qué mantuvieron su presencia sin grandes cambios mientras otros dinosaurios, como los rabdodóntidos, desaparecían. "Estos resultados nos ayudan a entender mejor cómo los diferentes grupos de dinosaurios convivían y se adaptaban dentro de estos ecosistemas insulares", concluye Prieto.
Los dinosaurios de los Pirineos, los últimos de Europa
La investigación es una muestra más del excepcional registro fósil de dinosaurios en Cataluña. Los yacimientos de los Pirineos contienen los restos de los últimos dinosaurios que vivieron en Europa, pocos millones e incluso miles de años antes de su extinción global. Los fósiles que proporcionan son un recurso clave para investigaciones paleontológicas, y también una fuente inagotable de contenido para los centros de interpretación y museos de la zona, que divulgan este patrimonio paleontológico único. El interés por los dinosaurios pirenaicos radica en el hecho de que representan los últimos grupos documentados en Europa, aportando información crucial sobre los ecosistemas antes de la extinción masiva del final del Cretácico.
El estudio se titula “Habitat preference of the dinosaurs from the Ibero-Armorican domain (Upper Cretaceous, south-western Europe)”. Y se ha publicado en la revista académica Swiss Journal of Palaeontology. (Fuente: Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont)
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