Los ejemplares encontrados son extremadamente raros, ya que sólo han aparecido hasta ahora en varios emplazamientos franceses.
publico.es
EFE
VITORIA.- Un grupo de investigadores ha encontrado en el yacimiento de Pañacerrada (Álava) fósiles de unos crustáceos similares a diminutas gambas con 105 millones de años de antigüedad que hasta la fecha solo se han encontrado en tres puntos de Francia: Archingeay-Les Nouillers, La Buzinie, La Garnache y Fortou.
Estos dieciocho fósiles, que han aparecido en el ámbar que surgió de la resina de las coníferas en el periodo Cretácico, pertenecen a los crustáceos tanaidáceos y tienen una longitud corporal de menos de un milímetro y medio, según ha informado hoy el Instituto Geológico y Minero de España.
El hallazgo y estudio de estos fósiles, que ha sido publicado en la última edición de la revista Journal Systematic Paleontology, revela que estos crustáceos son de un tipo diferente al de las gambas aunque se asemejan a ellas.
Estos dieciocho fósiles, que han aparecido en el ámbar que surgió de la resina de las coníferas en el periodo Cretácico, pertenecen a los crustáceos tanaidáceos y tienen una longitud corporal de menos de un milímetro y medio, según ha informado hoy el Instituto Geológico y Minero de España.
El hallazgo y estudio de estos fósiles, que ha sido publicado en la última edición de la revista Journal Systematic Paleontology, revela que estos crustáceos son de un tipo diferente al de las gambas aunque se asemejan a ellas.
Los ejemplares encontrados en Álava son extremadamente raros, ya que sólo han aparecido en los citados tres emplazamientos franceses, pesar de que el registro de fósiles mundial incluye unas 1.200 especies.
Los investigadores han descubierto tres nuevas especies y han conseguido distinguir las características del macho y de la hembra, un hecho muy poco común en ejemplares de un pasado tan remoto.
Los investigadores han descubierto tres nuevas especies y han conseguido distinguir las características del macho y de la hembra, un hecho muy poco común en ejemplares de un pasado tan remoto.
En opinión de los autores del estudio estos crustáceos fueron muy abundantes y diversos en la antigua Península Ibérica, que hace 105 millones de años era una isla.
En la actualidad estos crustáceos son típicamente marinos y solo algunas especies viven en charcas de agua dulce o salobre cerca del mar.
El hecho de que tantos fósiles considerados marinos hayan aparecido en el ámbar generado en un bosque, junto con ejemplares de artrópodos típicos de suelos de zonas de árboles, lleva a los investigadores a concluir que vivían en un suelo muy húmedo y que eran habitantes de la hojarasca, como ocurre en la actualidad con algunos crustáceos de otros grupos.
Esta hallazgo aporta información relevante para los estudios evolutivos y sobre la adaptación a diferentes hábitats de los organismos a lo largo de la historia de la vida, con lo que el yacimiento de Peñacerrada vuelve a ser un referente mundial.
En la actualidad estos crustáceos son típicamente marinos y solo algunas especies viven en charcas de agua dulce o salobre cerca del mar.
El hecho de que tantos fósiles considerados marinos hayan aparecido en el ámbar generado en un bosque, junto con ejemplares de artrópodos típicos de suelos de zonas de árboles, lleva a los investigadores a concluir que vivían en un suelo muy húmedo y que eran habitantes de la hojarasca, como ocurre en la actualidad con algunos crustáceos de otros grupos.
Esta hallazgo aporta información relevante para los estudios evolutivos y sobre la adaptación a diferentes hábitats de los organismos a lo largo de la historia de la vida, con lo que el yacimiento de Peñacerrada vuelve a ser un referente mundial.
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