Vivieron juntos en el cretácico, hace casi cien millones de
años. Justo en la época en que una colisión extraterrestre habría acabado con
los dinosaurios
Fotos: Universidad Andrés Bello |
Por Iván Fredes Guerrero
Después de miles de años, por una simple casualidad, entre
un depósito de bloques rocosos, justo a los pies de una ladera, fue hallado un
esqueleto fosilizado parcialmente completo (cráneo, costillas, extremidades) de
un extinto cocodrilo terrestre que convivió con dinosaurios en el valle del río
Hurtado durante el periodo cretácico (113 millones a 93 millones de años),
cuando esta zona semidesértica estaba cubierta con bosques de araucarias.
El sitio de descubrimiento de los restos fósiles
–distribuidos en nueve bloques de rocas-, está localizado al interior del
Monumento Nacional Pichasca (128 hectáreas), en la comuna de Río Hurtado, en la
Región de Coquimbo, próximo al lugar donde en la década de 60’ fueron
encontrados piezas fosilizadas de un titanosaurio, tortugas gigantes y
araucarias.
Fotos: Universidad Andrés Bello |
Los datos preliminares sugieren que dinosaurios y cocodrilos
terrestres fueron contemporáneos en la etapa de transición del cretácico
temprano y cretácico superior hace unos 70 a 75 millones de años, periodo en el
que se habrían extinguido por un impacto extraterrestre (meteorito, asteroide o
cometa) o vastas erupciones volcánicas, cuyo polvo o ceniza bloquearon la luz
solar impidiendo la fotosíntesis y rompiendo la cadena alimenticia.
Detalles del hallazgo de los restos fósiles de cocodrilo
serán entregados durante un seminario sobre paleontología que se efectuará este
viernes 30 de septiembre en el nuevo Centro de Difusiòn Patrimonial del
Monumento Natural Pichasca, en Río Hurtado.
Universidad Andrés Bello
En las últimas horas, la Universidad Andrés Bello emitió una
declaración en la que precisa que un equipo de ese plantel realizó una serie de
hallazgos y salvatajes paleontológicos en la proximidades del poblado de
Pichasca, en el marco de una visita a la zona como parte del curso ¨Geología de
Campo Avanzada”, a cargo del Doctor, Harry Esterio.
El equipo fue acompañado por el Doctor. Martín Chávez
Hoffmeister, paleontólogo y docente de la UNAB, quien dirigió el rescate e
identificación de los especímenes fósiles.
La actividad tuvo por objetivo permitir a los alumnos
aplicar sus conocimientos en terreno y adquirir experiencia sobre la
planificación y ejecución del trabajo de campo.
Durante la visita el equipo identificó nuevas localidades
fosilíferas pertenecientes a los llamados Estratos de Quebrada La Totora, que
datan de la transición Cretácico temprano – Cretácico tardío, entre 113 y 93
millones de años antes del presente.
Se trata de los mismos estratos en los que se hallaron los
primeros restos de dinosaurios en Chile en la década de 1960 y que contienen
abundantes restos de madera petrificada, los que dieron pie a la creación del
Monumento Natural Pichasca, actualmente administrado por la CONAF y que
resguarda las zonas más ricas en fósiles en la localidad.
Los nuevos hallazgos incluyen fósiles de invertebrados
marinos retrabajados y restos óseos encontrados en zonas recientemente
alteradas y en inminente peligro de destrucción.
De estos, el descubrimiento más importante corresponde a un
esqueleto parcial de cocodrilo, el cual incluye el cráneo y múltiples piezas de
la armadura dérmica (osteodermos).
El hallazgo inicial fue realizado por don Mauricio Díaz,
chofer del equipo, quien encontró fragmentos de costillas en el derrubio de un
camino.
El espécimen mostraba evidentes señales de daño debido a una
prolongada exposición a los elementos, por lo que el equipo procedió a
resguardarlo para evitar deterioros mayores, indica el comunicado.
Este es el esqueleto más completo hallado a la fecha en la
zona y uno de los especímenes mejor conservados de cocodrilos fósiles hallado
en territorio nacional.
Los análisis preliminares sugieren que el animal podría
pertenecer a un extinto grupo de cocodrilos terrestres llamado Sebecosuchia.
Estos eran depredadores cuadrúpedos, comunes en Sudamérica a
partir del Cretácico tardío (aprox. 93 millones de años) y probablemente
extintos para fines del Mioceno (3,6 millones de años).
Si bien sus fósiles son relativamente comunes en Brasil y
Argentina, este podría ser el primer registro de su clase en Chile y habría
convivido con los dinosaurios hallados en el Monumento Natural Pichasca.
Los resultados preliminares obtenidos a partir de estos
hallazgos serán presentados a la comunidad local por el Doctor. Chávez
Hoffmeister el 30 de Septiembre durante el “Seminario Paleontológico Río
Hurtado Potencial Paleontológico para el Desarrollo de una Ciencia del
Patrimonio Natural y Cultural”, organizado por el Gobierno Regional de Coquimbo
en el nuevo Centro de Difusión Patrimonial, ubicado en el Monumento Natural
Pichasca.
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