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A medida que la superficie de la Tierra y la atmósfera se
calienten, la cantidad de humedad (vapor de agua) en la atmósfera aumentará y
entender el tamaño de este aumento es importante para predecir los climas
futuros, ya que el vapor de agua es un gas de efecto invernadero significativo.
El contenido de la humedad atmosférica también influye en los patrones y la
intensidad de los eventos de lluvia.
La relación entre la temperatura y el contenido de humedad
puede explorarse mediante el estudio de intervalos en la historia de la Tierra
cuando los climas son significativamente más cálidos que los observados en los
tiempos modernos, lo que requiere un método para estimar el contenido de
humedad atmosférica antiguo.
La doctora Yvette Eley, de la Universidad de Birmingham,
explica: "Si queremos comprender cómo funcionaría la Tierra con un clima
sustancialmente más cálido que el actual, tenemos que estudiar intervalos de
millones de años en el pasado, lo que es difícil porque estos climas cálidos
son mucho más antiguos que nuestros registros climáticos más antiguos de
núcleos de hielo antártico (menos de un millón de años)".
Intentar comprender las propiedades climáticas relacionadas
con la atmósfera, como la lluvia y el contenido de humedad atmosférica, en
tiempos tan antiguos es muy desafiante. Los métodos existentes, que usan
concreciones de carbonato de calcio que se forman en los suelos, o la química
de los dientes de mamíferos fosilizados, se ven obstaculizados por su relativa
rareza en los sedimentos antiguos.
"Nuestro nuevo enfoque para cuantificar el contenido
antiguo de humedad atmosférica depende de las propiedades fundamentales de las
hojas de las plantas y de cómo se alteran sus cubiertas cerosas protectoras en
respuesta al estrés hídrico. Estas ceras de las hojas son resistentes y se
encuentran regularmente como lo que llamamos compuestos biomarcadores en
antiguos ríos, lagos e incluso sedimentos marinos", agrega Eley en un
comunicado.
Un método para estimar el contenido de humedad antiguo
basado en estos compuestos de cera vegetal supera las limitaciones de otros
métodos porque las ceras de las plantas se encuentran comúnmente en suelos y
sedimentos que se mantienen decenas o incluso cientos de millones de años y en
muchos entornos.
La validez de esta nueva herramienta --descrita enScientific Reports-- fue probada en estudios de suelos modernos en Estados
Unidos y América Central, llevada a cabo por el equipo de investigación del
profesor asociado Michael Hren, en el Centro de Geociencias Integrativas de la
Universidad de Connecticut, Estados Unidos. Estos estudios mostraron una clara
relación entre la química de estos compuestos cerosos y la cantidad de humedad
en la atmósfera.
ENFRIAMIENTO ATMOSFÉRICO, COMBINADO CON MENOR HUMEDAD
"Lo que vemos es que la distribución de compuestos
orgánicos preservados en los suelos parece estar fuertemente relacionada con la
diferencia entre la cantidad de agua en una masa de aire y cuánto puede
contener la masa de aire, o lo que se conoce como déficit de presión de
vapor", dice Hren, quien junto a Eley reconstruyó luego el contenido de
humedad atmosférica en el centro de España durante un intervalo de 15 a 17
millones de años.
Aunque consistentemente mucho más cálido que las condiciones
preindustriales, este intervalo marca uno de los pasos de enfriamiento que
llevaron al desarrollo del mundo moderno. Los nuevos datos confirman las
expectativas de los modelos climáticos, que el enfriamiento atmosférico se
combina con una menor humedad atmosférica. Los cambios reconstruidos en la
humedad atmosférica también se alinean con los resultados de otros agentes
independientes utilizados para analizar los cambios en la temperatura y las
precipitaciones en la región.
"Esto nos da la confianza de que nuestro agente
funciona, y tenemos todos los motivos para creer que lo hará para futuras
exploraciones en el pasado aún más profundo. Esperamos que los resultados de
esta exploración proporcionen datos directos para probar nuestro entendimiento
de la relación entre el calentamiento global, el contenido de humedad
atmosférica y los sistemas de precipitación", concluye Eley.
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