La investigación, liderada por el Centro Milner para la
Evolución en la Universidad de Bath, ha sido publicada en la revista PlosBiology.
Los pterosaurios, reptiles prehistóricos conocidos
popularmente como pterodáctilos, fueron los primos voladores entre los
dinosaurios. Volando sobre alas de piel sostenidas por un solo dedo enorme, fueron
los animales más grandes que alguna vez volaron. Anteriormente, se pensaba que
los pterosaurios estaban disminuyendo antes de la extinción masiva al final del
periodo Cretácico, que fue causada por un impacto de un asteroide hace 66
millones de años.
Sin embargo, cientos de nuevos fósiles de finales del
Cretácico, descubiertos en sitios en el norte de Marruecos, muestran que la
región albergaba siete especies de pterosaurios de tres familias diferentes. Se
pensaba que la rareza de los fósiles de pterosaurios del final de la era de los
dinosaurios significaba que se estaban extinguiendo lentamente; pero el nuevo
estudio muestra que los datos habían sido engañosamente sesgados por la escasez
de fósiles y que los pterosaurios en ese momento eran en realidad mucho más
diversos de lo que se pensaba.
Los nuevos pterosaurios tenían una envergadura que oscilaba
entre poco más de dos metros a casi diez metros (de 6 a 30 pies) --casi tres
veces más grande que el ave vivo más grande-- y pesaron hasta 200 kilogramos
(440 libras). Los fósiles datan de hace poco más de 66 millones de años, al
final del periodo Cretácico, convirtiendo a estos pterosaurios en los últimos
de su tipo en la Tierra. Además de la diversidad en tamaño, los autores también
pudieron demostrar que la especie difería significativamente en la forma y el
tamaño de las partes de sus cuerpos (como la forma del pico, la longitud del
cuello y las proporciones de las alas), lo que sugiere que ocuparon distintos
nichos ecológicos.
POSEÍAN LIVIANOS ESQUELETOS PARA PODER VOLAR
"Para crecer tanto y aun así poder volar, los
pterosaurios desarrollaron esqueletos increíblemente livianos, con los huesos
reduciéndose a tubos huecos de pared delgada como el marco de una bicicleta de
carreras de fibra de carbono. Pero desafortunadamente, eso significa que estos
huesos son frágiles, por lo que casi ninguno sobrevive como fósiles",
asegura el autor principal del estudio, el doctor Nick Longrich, del Centro
Milner para la Evolución y del Departamento de Biología y Bioquímica de la
Universidad de Bath.
Longrich dice que siempre había encontrado los pterosaurios
fascinantes, y como estudiante universitario había soñado con estudiarlos. Años
después, en Marruecos, tropezaría con un solo hueso pequeño mezclado con peces
fósiles extraídos de una mina de fosfato. "Fue como que se encendió una
luz --relata--. Recordé la Enciclopedia Ilustrada de Pterosaurios, un libro que
prácticamente había memorizado como estudiante y pensé 'es un
nyctosaurio'".
No se había demostrado que los nyctosaurios, una familia de
pequeños pterosaurios, sobrevivieran hasta el final del Cretácico. Por un
presentimiento, buscó más pterosaurios y encontró más especies, incluido
'Tethydraco', un miembro de los pteranodóntidos, una familia que se pensaba que
había desaparecido 15 millones de años antes. Además de la única especie
encontrada previamente en el área, aparecieron seis especies adicionales.
"Creo que hay muchas más especies por encontrar", afirma.
El coautor del estudio, el profesor David Martill, de la
Universidad de Portsmouth, en Reino Unido, apunta que se hacen descubrimientos
"emocionantes todo el tiempo y, a veces, solo los huesos más pequeños
pueden cambiar radicalmente nuestra percepción de la historia de la vida en la
Tierra".
Por su parte, el doctor Brian Andres, investigador asociado
de la Universidad de Texas en Austin, también coautor del estudio, agrega que
"los fósiles marroquíes cuentan el último capítulo de la historia de los
pterosaurios" y dicen que los pterosaurios dominaron los cielos sobre la
tierra y el mar, como lo habían hecho durante los últimos 150 millones de años.
El paleontólogo marroquí Nour-Eddine Jalil, del Museo
Nacional de Historia Natural de Francia, comenta que "este es un
descubrimiento fabuloso de los pterosaurios de Marruecos". "Nos
cuentan su increíble diversidad mientras creíamos que estaban en declive. Los
fosfatos marroquíes abren una ventana en un momento clave en la historia de la
Tierra, uno que precedió brevemente a la crisis global que barrió, entre otros,
a dinosaurios y reptiles marinos", concluye.
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