Imagen artística del enantiornita. En el gráfico superior
(en blanco y negro)
se compara su tamaño con el de un insecto). Crédito: Raúl
Martín.
|
Mide apenas cinco centímetros y pesa menos de 90 gramos. Así
es el pequeño fósil de un pájaro bebé prehistórico que está ayudando a los
científicos a entender cómo las primeras aves llegaron al mundo durante el
reinado de los dinosaurios.
El fósil, que data de la Era Mesozoica (hace 250-65 millones
de años), es una hembra de un grupo de aves prehistóricas llamadas
enantiornitas (un grupo extinto de aves voladoras). Compuesto por un esqueleto
casi completo, el espécimen se encuentra entre los fósiles aviares mesozoicos
más pequeños jamás descubiertos. El estudio ha sido publicado en la revista Nature.
Lo que hace que el fósil sea tan importante y único es el
hecho de que murió poco después de su nacimiento. Esta es una etapa crítica en
la formación del esqueleto de un pájaro. Eso significa que la vida
extremadamente corta de esta ave ha dado a los investigadores una rara
oportunidad de analizar la estructura y el desarrollo óseo de la especie.
Estudiar y analizar la osificación (el proceso de desarrollo
de los huesos) puede explicar mucho sobre la vida de un ave, ya que permite
comprendes si puede volar, si necesita quedarse con sus padres después de la
eclosión o puede sobrevivir por sí mismo.
“La diversificación evolutiva de las aves – explica Fabien Knoll, autor principal del estudio, en un comunicado – ha dado lugar a una
amplia gama de estrategias de desarrollo de crías y diferencias importantes en
sus tasas de crecimiento. Al analizar el desarrollo óseo, podemos observar toda
una serie de rasgos evolutivos. Las nuevas tecnologías están ofreciendo a los
paleontólogos capacidades sin precedentes para investigar fósiles provocadores.
Aquí aprovechamos las instalaciones más modernas de todo el mundo, incluidos
tres sincrotrones diferentes en Francia, el Reino Unido y los Estados Unidos
para obtener imágenes detalladas del fósil”.
Los investigadores descubrieron que el esternón del ave
todavía estaba compuesto principalmente de cartílago y aún no se había
convertido en hueso sólido cuando murió, lo que significa que no habría podido
volar.
“Este nuevo descubrimiento –
añade Luis Chiappe, coautor del estudio –, junto con otros de todo el
mundo, nos permite echar un vistazo al mundo de las aves antiguas que vivieron
durante la era de los dinosaurios. Es sorprendente darse cuenta de cuántas de
las características que vemos entre las aves vivientes ya se habían
desarrollado hace más de 100 millones de años”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario