jueves, 14 de febrero de 2019

Hallan a la bestia de Mtuka, el titanosaurio con un «corazón» en su cola

Este dinosaurio gigantesco de casi 40 metros de altura vivió en Tanzania hace 100 millones de años

Recreación del titanosauro descubierto en Tanzania - Mark Witton
Hace entre 100 y 66 millones de años, unas bestias enormes, las más grandes de la historia de la Tierra, campaban a sus anchas por casi todo el planeta. Eran los titanosaurios, los últimos de los saurópodos (dinosaurios herbívoros cuadrúpedos de cuello largo), que alcanzaron su máxima diversidad tarde, en el Cretácico Superior, al final de la era de los dinosaurios.

Su majestuosa figura, con unos hombros más anchos que la pelvis y unas patas de más del doble de altura que un ser humano adulto, se paseó por Asia, América, Europa -el mayor nido de titanosuarios descubierto en el continente se encuentra en Cataluña-, África y Australia. Se estima que llegaron a medir unos 37,2 metros de largo, 20 metros de alto con el cuello erguido y habrían tenido un peso de 77 toneladas. A pesar de tener una cabeza pequeña con respecto a la de sus otros parientes saurópodos -como el famoso diplodocus, extintos cuando el titanosaurio dominaba el mundo-, sus fosas nasales eran muy grandes y poseían pequeños dientes muy afilados.

Sin embargo, existen pocos fósiles de titanosaurio bien conservados de periodos anteriores al Cretácico medio fuera de Sudamérica -donde sus restos son más numerosos-, por lo que un nuevo esqueleto hallado en Tanzania del Cretácico medio (es decir, data de hace unos 100 millones de años) puede aportar muchos nuevos datos para comprender la vida gigante que poblaba el Sur de África.

«Cola de corazón»

Los huesos fueron descubiertos en 2004 -aunque las excavaciones duraron hasta 2008- en una cantera a lo largo del río Mtuka, en el suroeste de Tanzania. Se trata, según afirman en el estudio publicado esta semana en la revista «PLOS ONE», de uno de los especímenes de titanosaurio más completos encontrados en África: conserva restos parciales de cada región corporal importante, incluidas numerosas vértebras, costillas, huesos de las extremidades y dientes.

Además, tiene una característica que ha llamado la atención de los investigadores: las vértebras de su cola tienen una curiosa forma de corazón. Por ello, ha sido bautizado como «Mnyamawamtuka moyowamkia», un nombre que deriva del kishwahili (swahili) y que significa «bestia de Mtuka» por un lado y «cola de corazón» por otro.

Ilustración que muestra la «cola del corazón» de Mnyamawamtuka moyowamkia
 y una selección de los huesos recuperados de su esqueleto - Mark Witton
«Aunque los titanosaurios se convirtieron en uno de los grupos más comunes antes de la extinción masiva de los dinosaurios, su historia evolutiva temprana sigue siendo oscura, y Mnyamawamtuka ayuda a relatar esos comienzos, especialmente por su lado africano de la historia», explica el autor principal, Eric Gorscak, de la Universidad de Ohio e investigador asociado en el Field Museum of Natural History (Chicago). «La gran cantidad de información del esqueleto indica que estaba relacionada de manera distante con otros titanosaurios africanos conocidos, excepto por algunas similitudes interesantes con otro dinosaurio, el Malawisaurus, que se encuentra justo al otro lado de Tanzania, en la frontera con Malawi», continúa Gorscak.

Bestias de casi 40 metros de largo

A pesar de que la mayoría de restos de los titanosaurios se han hallado en Suramérica, el equipo de Gorscak ha encontrado nuevas especies de este tipo en Tanzania, Egipto y otras partes del continente africano, lo que revela una imagen más compleja de la evolución de los dinosaurios en el planeta.

El estudiante de la Universidad de Ohio, Tobin Hieronymus, excavó parte del 
esqueleto de Mnyamawamtuka mientras escalaba la superficie 
del acantilado en 2007 - Patrick O'Connor 
«El descubrimiento de dinosaurios como Mnyamawamtuka y otros que hemos descubierto recientemente permite hacer una conexión tridimensional de los puntos -señala por su parte Patrick O'Connor, profesor de anatomía en la Universidad de Ohio y asesor de Gorscak durante su Ph.D. investigación-. Cada nuevo descubrimiento agrega un poco más de detalle a la imagen de cómo eran los ecosistemas en África continental durante el Cretácico, lo que nos permite reunir una visión más holística del cambio biótico en el pasado».

Parientes de cocodrilos

Mnyamawamtuka y los otros titanosaurios de Tanzania no son los únicos animales descubiertos por el equipo de investigación. En los últimos años se han hallado restos de parientes extraños de cocodrilos tempranos, la evidencia más antigua de «cultivo de insectos» por parte de humanos y pistas tentadoras sobre la evolución temprana de monos y simios.

«Este nuevo dinosaurio nos brinda información importante sobre la fauna africana en un momento de cambio evolutivo, así como datos sobre la paleogeografía durante el Cretácico», señala Judy Skog, directora de programas de la División de Ciencias de la Tierra de la National Science Foundation, que financió la investigación.

Por su parte, Gorscak añade: «La historia de Tanzania está lejos ser explicada por completo, pero sabemos lo suficiente como para comenzar a preguntarnos las similitudes y diferencias paleontológicas y geológicas que hay entre los territorios investigados. Volver a Malawi es mi principal prioridad para abordar estas preguntas más amplias y regionales».


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