TROTABURGOS / SALAS DE LOS INFANTES
El Museo de Dinosaurios cuenta con una de las colecciones de
fósiles más importantes de España y de Europa / La leyenda de Los siete
infantes de Lara es uno de los principales cantares de gesta de la literatura
castellana
La extensión del casco urbano demuestra la importancia de
Salas como
cabecera de la comarca. ISRAEL L. MURILLO
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Salas de los Infantes es una localidad y un municipio que se
encuentra en el valle del río Arlanza, al sureste de la provincia de Burgos. Su
importancia dentro de la provincia reside en que es la capital de la comarca de
La Demanda y Pinares. Además, es el principal centro de servicios de la Sierra
de la Demanda. La industria, la agricultura, la ganadería, el comercio y el
turismo poseen un gran peso económico en la localidad, que cuenta con 1.955
habitantes.
El Museo de Dinosaurios es uno de los principales atractivos
de la localidad. Esto se debe a su importante colección de fósiles y a la
presencia de un gran número de maquetas, ilustraciones y reconstrucciones sobre
los dinosaurios y el medio en el que vivieron. Fundado en 2001, gracias al
Colectivo Arqueológico-Paleontológico Salense, fue reconocido como museo por la
Junta de Castilla y León en 2006.
El centro se divide en dos partes: una sala de arqueología y
otra de paleontología. La primera expone un recorrido cronológico desde el
Paleolítico Inferior hasta la Alta Edad Media, en el que destaca una réplica en
piedra caliza del arco visigótico de la ermita de Quintanilla de las Viñas. La
segunda destaca por acoger una de las colecciones de dinosaurios más
importantes de la Península Ibérica. Los restos que se exponen datan,
principalmente, del Cretáceo Inferior, por lo que poseen una antigüedad de 140
- 120 millones de años. Sin embargo, también hay fósiles que pertenecen a
finales de este periodo, cerca de la extinción de los dinosaurios, y otros más
antiguos, propios del periodo Jurásico.
El mayor hallazgo expuesto en el museo es la presencia de
los restos óseos de un dinosaurio rebaquisáurido. Además, en la localidad hay
una gran cantidad de restos fósiles vegetales únicos en toda la península
Ibérica.
Los infantes de Lara
Los siete infantes de Lara es un cantar de gesta
desaparecido que se compuso sobre el año 990, según la versión de Sancho IV de
Castilla de la Estoria de España. Es considerado uno de los principales
cantares de gesta de la literatura castellana y uno de los ejemplos más
antiguos de la épica española. En él se narran los amores y las venganzas entre
la familia de los infantes, hijos de Gonzalo Gustioz y Sancha Velázquez, y la de
sus tíos, doña Lambra y Ruiz Velázquez. La leyenda acaba con la muerte y
decapitación de los siete infantes «en campos de Arabiana» debido a una
emboscada ideada por sus tíos y llevada a cabo por los huestes de Almanzor.
La leyenda, a pesar de tener partes de ficción, posee un
alto valor histórico, ya que refleja la situación del Condado de Castilla y su
relación con el Califato de Córdoba durante la segunda parte del siglo x. En
este contexto, en el que destaca la figura del conde castellano Garcí Fernández,
existía una gran sumisión de los reinos cristianos frente al Califato de
Córdoba y a los califas de este periodo (959 - 974): Abderramán III y Alhakén
II. Sin embargo, también fue un periodo de paz entre ambas partes.
La leyenda del cantar se sitúa en el momento en el que esta
tregua se rompe, cuando Garcí Fernández decidió atacar la frontera de Deza en
Soria, controlada por el general Galib. Posteriormente, los siete infantes de
Lara murieron en batalla y fueron decapitados a manos del ejército musulmán.
Esta leyenda es muy importante culturalmente para Salas de los Infantes, ya que
se considera que su fundación tuvo lugar en el año 974 gracias a Garcí
Fernández. Este concedió fueros y heredades a Gonzalo Gustios, que se encargó
de poblar e integrar las villas circundantes.
La iglesia de Santa María de Salas de los Infantes es uno de
los lugares en los que podrían encontrare las cabezas de los infantes. Esto se
debe a que en el año 1579 se descubre en su interior un arca que contiene ocho
cabezas, junto a pinturas y letreros con los nombres de los infantes y su ayo,
Nuño Salido.
La iglesia, de trazado gótico, se construyó en los siglos XV
y XVI. En su interior, destaca el retablo de Santa María, perteneciente al
plateresco burgalés. En su exterior, se encuentra un monolito en recuerdo a los
jóvenes de Salas de los Infantes perseguidos y asesinados durante la guerra
civil española.
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