Los investigadores examinaron más de 3.500 fósiles de hojas recolectados en dos sitios en la Patagonia para identificar cuántas especies sobrevivieron a la extinción masiva que acabó con los dinosaurios
Algunos fósiles de hojas examinados / Elena Stiles |
"Cada evento de extinción masiva es como un botón de
reinicio, y lo que sucede después de ese reinicio depende de qué organismos
sobreviven y cómo dan forma a la biosfera", explica Elena Stiles,
estudiante de doctorado en la Universidad de Washington que completó esta
investigación como parte de su tesis de maestría en la Universidad de
Pensilvania. "Toda la biodiversidad que observamos hoy está relacionada
con los organismos que superaron el último gran ‘reinicio’ hace 66 millones de
años", recuerda.
Stiles y sus colegas examinaron más de 3.500 fósiles de
hojas recolectados en dos sitios en la Patagonia para identificar cuántas
especies del período geológico conocido como Cretácico sobrevivieron al evento
de extinción masiva en el período Paleógeno. Aunque a las familias de plantas
de la región les fue bien, los científicos encontraron una sorprendente tasa de
extinción a nivel de especie que pudo haber llegado hasta el 92 por ciento en
la Patagonia, más alta de lo que los estudios previos habían estimado para la
región.
"Existe la idea de que el hemisferio sur salió mejor de
la extinción del Cretácico-Paleógeno que el hemisferio norte porque seguimos
encontrando grupos de plantas y animales que nadie pensó que
sobrevivieran", afirma Peter Wilf, profesor de geociencias en Pensilvania.
"Afrontamos este estudio esperando que la Patagonia fuera un refugio, y en
cambio encontramos una historia compleja de extinción y rebote", subraya.
Junto con científicos del Museo Paleontológico Egidio
Feruglio (MEF) en Chubut, la Universidad Nacional del Comahue-INIBIOMA en Rio
Negro, Argentina y la Universidad de Cornell, recolectaron fósiles durante años
en lo que ahora es la provincia de Chubut. A diferencia de lo que sucede en
América del Norte, el registro fósil de este período está fragmentado en todo
el hemisferio sur.
Las reconstrucciones que el equipo obtuvo constituyen la
colección más completa de floras fósiles del Cretácico tardío y del Paleógeno
temprano en el hemisferio sur.
Los investigadores recopilan hojas fósiles en el sur de Argentina / Peter Wilf, Penn State |
El equipo estima una extinción máxima del 92 por ciento.
"Nos sorprendió encontrar niveles de extinción tan altos en comparación
con la tasa de extinción del 60 por ciento observada en América del Norte. No
obstante, encontramos una fuerte caída en la diversidad de familias de plantas
y una extinción de alto nivel en cuanto a especies".
La recuperación del ecosistema probablemente duró millones
de años, agregó Stiles, una pequeña fracción de los casi 4.500 millones de años
de historia de la Tierra.
Los hallazgos de los investigadores, combinados con los de
estudios anteriores, sugieren que a pesar de la alta extinción al final del
Cretácico, las familias de plantas de América del Sur sobrevivieron en gran
medida y se volvieron más diversas durante el Paleógeno. Entre los
supervivientes se encuentra la familia de los laureles, que hoy incluye plantas
como el laurel y los aguacates, y la familia de las rosas, que incluye frutas
como frambuesas y fresas.
"Las plantas a menudo se pasan por alto en estos
grandes eventos de la historia geológica", advierte Stiles. "Pero en
realidad, debido a que son los principales productores de los paisajes
terrestres y sostienen todas las demás formas de vida en la Tierra, deberíamos
prestar más atención a su registro fósil. Puede decirnos cómo cambió el paisaje
y cómo esos cambios afectaron a diferentes grupos de organismos",
concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario