Los científicos aún no están seguros de su naturaleza pero se trata de un microfósil parecido a un hongo de 635 millones de años y que, según los autores, ayudó a la Tierra a salir de una Edad de Hielo
Imagen microscópica de microfósiles filamentosos parecidos a hongos. Foto: Andrew Czaja / University of Cincinnati |
Cuando se piensa en un hongo lo más probable es hacerlo en
términos culinarios o en relación a la capacidad de estos de medrar entre la
materia orgánica en descomposición. Ahora, no obstante, la nueva investigación
dirigida por Shuhai Xiao, profesor de geociencias de la Facultad de Ciencias de
Virginia Tech College, y Tian Gan, adjunto en su laboratorio, acaba de destacar
uno de los papeles más importantes que pudieron haber desempeñado los hongos a
lo largo de la historia de nuestro planeta: ayudar a la Tierra a recuperarse de
una Edad de Hielo.
Al menos 3 veces más antiguo que los primeros dinosaurios, se trata del fósil terrestre más antiguo jamás encontrado
El fósil en cuestión fue encontrado en unas pequeñas
cavidades dentro la sección más profunda de un yacimiento de rocas de dolomías
sedimentarias bien estudiadas de la Formación Doushantuo, en el sur de China.
Aunque la Formación Doushantuo ha proporcionado una plétora de fósiles hasta la
fecha, los investigadores no esperaban encontrar ningún fósil en la base
inferior de las dolomías, sin embargo, es aquí donde, contra todo pronóstico,
Gan encontró unos pequeños fósiles de aspecto filamentoso, una de las características
clave de los hongos. "Fue un descubrimiento accidental", explica Gan.
"En ese momento, nos dimos cuenta de que este podría ser el fósil que los
científicos han estado buscando durante mucho tiempo. Si nuestra interpretación
es correcta, este descubrimiento resultará muy útil para comprender el cambio
paleoclimático y la evolución temprana de la vida", añade.
El comienzo de la vida terrestre en un planeta helado
El descubrimiento podría resultar clave para comprender múltiples puntos de inflexión a lo largo de la historia de la Tierra entre los que se encuentran el período Ediacárico y la terrestralización de los hongos. Cuando comenzó el período ediacárico, el cual se desarrolló entre hace 635 y 542 millones de años aproximadamente, nuestro planeta se encontraba recuperándose de una catastrófica edad de hielo, también conocida como la "Tierra bola de nieve".
La Tierra bola de nieve es una hipótesis climática que
sostiene que nuestro planeta se vio inmerso en una glaciación global en la que
las temperaturas medias oscilaron sobre los -50ºC, lo que produjo que tantos
los océanos como los continentes quedarán cubiertos por una gruesa capa de
hielo. Se calcula que en ese momento, las superficies del océano estaban
congeladas a una profundidad de más de un kilómetro; un ambiente increíblemente
duro para prácticamente cualquier organismo vivo excepto para algunas formas de
vida microscópica que lograron prosperar. Los científicos se han preguntado
durante mucho tiempo cómo la vida volvió a la normalidad y cómo la biosfera
pudo evolucionar a partir de este momento para tornarse más compleja que nunca.
Con este nuevo fósil en la mano, Tian y Xiao están seguros
de que estos habitantes de las cavernas microscópicas y de bajo perfil
desempeñaron numerosos papeles en el reacondicionamiento del medio ambiente
terrestre del periodo Ediacárico. Una de las claves de esta afirmación se basa
en su formidable sistema digestivo. Los hongos tienen un sistema digestivo
bastante singular que juega un papel enorme en el ciclo de los nutrientes. Así,
mediante el uso de enzimas secretadas al medio ambiente, los hongos terrestres
pueden descomponer químicamente las rocas y otra materia orgánica resistente
que posteriormente puede reciclarse y exportarse al océano. "Los hongos
tienen una relación mutualista con las raíces de las plantas, lo que les ayuda
a movilizar minerales como el fósforo" comenta Gan. "Pero más allá de
su conexión con las plantas terrestres y los importantes ciclos nutricionales,
los hongos terrestres tienen una influencia determinante en la meteorización
bioquímica, el ciclo biogeoquímico global y las interacciones ecológicas".
¿Había hongos en el ámbito terrestre antes del surgimiento de las plantas terrestres? Nuestro estudio sugiere que sí"
Aunque los hongos pudieron haber surgido entre hace unos
2400 y 900 millones de años, y pese a que la evidencia anterior indicaba que
las plantas terrestres y los hongos formaron una relación simbiótica hace unos
400, este nuevo descubrimiento retrasa el momento en la línea temporal en que
estos dos reinos colonizaron la tierra. "Antes la pregunta solía ser:
"¿había hongos en el ámbito terrestre antes del surgimiento de las plantas
terrestres?'", continua Xiao. "Nuestro estudio sugiere que sí. Este
fósil parecido a un hongo es 240 millones de años más antiguo que el registro
anterior. Este es, hasta ahora, el registro más antiguo de hongos
terrestres", afirma.
Ingenieros microscópicos
Xiao está encantado de abordar los aspectos ambientales de
estos microorganismos. Hace sesenta años, pocos creían que los microorganismos,
como las bacterias y los hongos, pudieran conservarse como fósiles. Ahora que
el investigador los ha visto con sus propios ojos, planea aprender más sobre
cómo han estado prácticamente congelados en el tiempo.
Con este mero descubrimiento, han surgido nuevas preguntas,
y dado que los filamentos fosilizados iban acompañados de otros fósiles, Gan se
ha propuesto explorar sus relaciones pasadas. "Uno de mis objetivos es
limitar las afinidades filogenéticas de estos otros tipos de fósiles asociados
con los fósiles de hongos", afirma.
"Siempre es importante comprender los organismos en el
contexto ambiental", declara Xaio al respecto. "Tenemos una idea
general de cómo estos microorganismos vivían en pequeñas cavidades de rocas
dolomías. Pero se sabe poco sobre cómo vivieron exactamente y cómo se
conservaron. ¿Cómo pueden haber quedado conservados en el registro fósil unos
organismos parecidos a los hongos que carecen de huesos o conchas?"
Xiao se refiere a estos explícitamente como "organismos parecidos a los hongos" ya que no se puede afirmar con certeza que el fósil sea tal, y aunque hay una gran cantidad de evidencia que respalde que se trata de hongos, la investigación sobre estos extraños microfósiles sigue en curso, por lo que habrá que esperar a que esta termine para revelar con total seguridad su naturaleza fúngica. “Por el momento afirmamos que puede tratarse de hongos porque es la mejor interpretación de los datos que tenemos en este momento” concluye Xiao dejando la puerta abierta a toda posibilidad.
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