Un conjunto de fósiles de microbios con 3.420 millones de años de antigüedad fue descubierto en Sudáfrica: es la evidencia mejor conservada y más lejana en el tiempo que se ha identificado hasta hoy de los primeros ecosistemas que existieron en nuestro planeta.
Los primeros ecosistemas de nuestro planeta surgieron en
entornos subterráneos, alimentados por la actividad volcánica. Precisamente,
los fósiles de microbios involucrados en el ciclo del metano que fueron
descubiertos en la región de Barberton Greenstone Belt, en Sudáfrica, responden
a esas características. Según una nota de prensa, los investigadores destacaron
su excelente estado de conservación.
Teniendo en cuenta que en otros planetas del Sistema Solar,
como por ejemplo Marte, existen entornos similares al de esta zona de África
que marca el límite entre Sudáfrica, Eswatini y Mozambique, los científicos
italianos resaltaron que los microfósiles descubiertos podrán servir para
orientar la búsqueda de formas de vida extraterrestre de carácter microbiano.
Primeras formas de vida
En un estudio publicado en la revista Science Advances, los
especialistas indicaron que los restos descubiertos son microfósiles
filamentosos que habitaban un sistema de vetas hidrotermales. Este tipo de
hábitats albergan actualmente una extensa biosfera, pero además sirvieron como
los primeros ambientes en los que se desarrolló la vida microbiana en la
Tierra. Al mismo tiempo, fueron los ecosistemas más antiguos del planeta, según
las principales teorías.
Entre las principales características de los fósiles
microbianos descubiertos, puede destacarse que poseen una capa externa rica en
carbono, con un núcleo muy diferente desde el punto de vista químico y
estructural. En su interior, albergan una pared celular o membrana rodeando la
denominada materia citoplasmática.
En ese lejano pasado, la interacción entre el agua de mar
con temperaturas más frías y los flujos hidrotermales caracterizados por su
calidez en el subsuelo habría hecho posible el surgimiento de ambientes ricos
en componentes químicos, muchos de los cuales permitieron el nacimiento de las
primeras formas de vida en la Tierra.
¿También en Marte?
Más allá de ampliar el conocimiento sobre el pasado de
nuestro planeta, el trabajo de los investigadores a cargo de este nuevo estudio
podría abrir un camino inédito en torno a la búsqueda de múltiples formas de
vida fuera de la Tierra. Por ejemplo, algunos especialistas sugieren la
presencia de cierta clase de vida microbiana en Marte.
Incluso los responsables de la investigación realizada en
Sudáfrica han indicado que en Marte habría ambientes similares a aquellos en
los que se encontraron estos microorganismos fósiles.
En Marte, los microorganismos podrían estarían presentes en
el polvo del suelo de ese planeta, siendo transportados a través de la
superficie del planeta rojo por la acción del viento. La extrema sequedad del
clima marciano no sería un problema: los microorganismos se transportarían
«montados» en las partículas de polvo.
Estas formas de vida extraterrestre podrían ser actuales o
haber existido en el pasado, teniendo en cuenta que se ha descubierto que en
Marte los períodos de habitabilidad del planeta habrían coexistido con otros en
los cuales la vida no hubiera sido posible. La ausencia de continuidad habría
marcado la imposibilidad de consolidar a largo plazo la vida en dicho planeta.
Referencia
Cellular remains in a ~3.42-billion-year-old subseafloor hydrothermal environment. Barbara Cavalazzi et al. Science Advances
(2021).DOI:https://doi.org/10.1126/sciadv.abf3963
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