viernes, 20 de agosto de 2021

Huellas inéditas de dinosaurio que homenajean a Iniesta

Las icnitas se han descubierto en la Sierra de la Demanda burgalesa. El trabajo de investigación realizado por un equipo encabezado por Fidel Torcida, del Museo de Dinosaurios Salas de los Infantes, ha sido publicado en la revista Nature

Nuevas huellas fósiles de dinosaurio halladas en la Sierra de la Demanda
burgalesa homenajean a Iniesta. -
Foto: Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas
Un trabajo de investigación llevado a cabo por un equipo encabezado por Fidel Torcida Fernández-Baldor, del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, y publicado en la revista Nature, describe un nuevo tipo de huellas fósiles (icnitas) atribuidas a un dinosaurio saurópodo (cuadrúpedo, herbívoro, cola y cuello largos), que han sido localizadas en Quintanilla de las Viñas (Burgos) en sedimentos de comienzos del Cretácico (era Mesozoica), hace 144 millones de años.

El estudio en el que participan Ignacio Díaz Martínez (CONICET-Universidad Nacional de Río Negro, Argentina), Pedro Huerta Hurtado (Universidad de Salamanca, Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas), Diego Montero Huerta (Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas) y Diego Castanera (Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont) ha salido a la luz en Scientific Reports, del grupo Nature Research, una revista de prestigio internacional y con un alto grado de impacto en el conjunto de publicaciones especializadas en Ciencia.

Se ha denominado este nuevo tipo de icnita con el nombre Iniestapodus burgensis, que significa 'Pie de Iniesta burgalés'. La denominación es un homenaje a Andrés Iniesta, el futbolista que, entre otros muchos logros, marcó el gol que proclamó a España campeona del Mundo en 2010. Los rastros indican, como en el caso del futbolista manchego, unos pasos firmes, elegantes, gráciles y bien marcados de un dinosaurio de carácter pacífico, perdurable en el tiempo, con buen poso. Del mismo modo que las pisadas de los dinosaurios de Burgos han perdurado millones de años, el talento y los éxitos del jugador manchego componen una parte fundamental de la historia de la selección española y del fútbol mundial.

Las icnitas de Iniestapodus se localizan en tres afloramientos rocosos que forman parte de Las Sereas, un megayacimiento con más de 1.000 huellas, extendido unos 5,6 kilómetros de longitud entre Cubillejo de Lara y Mambrillas de Lara; en ese espacio se han identificado hasta el momento 14 afloramientos con huellas fósiles de dinosaurios, pero muchos otros pueden estar ocultos por tierra y vegetación. El yacimiento Las Sereas 7, muy cercano a Quintanilla de las Viñas, está preparado para su visita y protegido, aunque requiere de la renovación de los paneles informativos debido a este nuevo estudio. El resto de afloramientos con las huellas de Iniestapodus no están protegidos de factores ambientales destructivos.

Se han documentado huellas de distintos tamaños, tanto de individuos adultos como juveniles. Aunque hay rastros que se cruzan y se concentran en algún punto determinado de los yacimientos, no hay evidencias de que fueran juntos, es decir, serían individuos solitarios, no gregrarios.

La nueva icnoespecie tiene una combinación única de caracteres anatómicos: una mano semicircular con marca de tres dedos anteriores, y el dedo I (que se correspondería con el pulgar) deja una marca pequeña en la parte posterior; el pie tiene marcas de cuatro garras (lo normal es que hubiera tres), con dos dedos dirigidos hacia delante y otros dos lateralmente; además el dedo I es más corto y se sitúa en una posición posterior en relación con el resto. Estas características no las posee ninguna otra icnita de dinosaurio saurópodo descrita por los paleontólogos en el planeta.

Se ha identificado el posible autor de las huellas como un dinosaurio de tipo Titanosauriforme (como, por ejemplo, Brachiosaurus); es interesante que en el yacimiento, cercano y de edad semejante, de Torrelara se haya recuperado un húmero de un braquiosáurido primitivo.

Esos dinosaurios se desplazarían por un entorno lagunar, en lagos con orillas de poca pendiente y con frecuentes cambios en el nivel del agua; en los descensos de nivel, quedarían amplias llanuras de barro por donde se moverían libremente estos animales, dejando miles de huellas.

A lo largo de todo el proceso de investigación se han desarrollado tecnologías avanzadas. En los años 2014 y 2015, gracias a un convenio de colaboración entre el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes y el Centro Nacional de Investigación de la Evolución Humana (CENIEH), se escanearon dos yacimientos de Las Sereas. Gracias a ello, se han elaborado modelos virtuales en los que se reconstruye con una elevada fidelidad la superficie del yacimiento, tanto las huellas de los dinosaurios como cualquier otro tipo de marca o irregularidad de la roca.

De esa manera se producen documentos gráficos digitales, útiles para medir distancias y profundidad entre huellas, además de permitir la generación de perfiles topográficos del yacimiento, réplicas en materiales ligeros de última generación o documentos 3D con aplicaciones tanto científicas como divulgativas.

Otra técnica de digitalización aplicada, ha sido la fotogrametría, que permite obtener datos en tres dimensiones y muy precisos de las icnitas y de la superficie modificada por el paso de los dinosaurios. Por último, en el proceso de documentación y también con fines divulgativos, se hicieron fotografías aéreas de los yacimientos con el uso de drones.

Este nuevo estudio refuerza a Castilla y León como foco paleontológico de interés internacional, concretamente en la Sierra de la Demanda (Burgos), gracias al descubrimiento de una desconocida icnoespecie de dinosaurio, inédita en el resto del planeta.

Es un elemento más de un patrimonio en dinosaurios que posee hasta el momento varios rasgos de singularidad, con restos directos de unos 150 yacimientos de dinosaurios y otras especies, de los que proceden especímenes únicos como:

Demandasaurus darwini, un dinosaurio que permite explicar el intercambio de faunas de dinosaurios europeas y africanas en la primera mitad del Cretácico.

Europatitan eastwoodi, una especie gigante con más de 30 toneladas de peso, y que se ha caracterizado como el dinosaurio más alto de Europa.

Arcanosaurus ibericus, un lagarto varanoideo (emparentado con el actual dragón de Komodo).

Larachelus morla, una tortuga de hábitos terrestres.

Rhabdodontomorpha, un nuevo grupo de dinosaurios que arroja luz sobre el origen y la evolución de los rhabdodóntidos.

Además, una serie de estudios previos sobre fósiles del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes apunta a que se describirán nuevas especies en un futuro próximo.

diariodeburgos.es

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