Naciones Unidas lanza un impactante vídeo con un dinosaurio en el plenario de Nueva York para reclamar a los gobiernos más acción contra el cambio climático. Un nuevo informe revela que por cada dólar que se invierte para abordar la crisis climática se gastan cuatro en subsidios a los combustibles fósiles
Un dinosaurio en el hemiciclo: la original campaña de la ONU contra el cambio climático. |
“Nosotros al menos tuvimos un asteroide”, dice desde la
tribuna de oradores el dinosaurio, para incidir en que el calentamiento del
planeta es una amenaza bien conocida que no pilla por sorpresa a nadie. “¿Cuál
es vuestra excusa?”, incide.
El Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) ha elegido a este personaje extinto para que sea imagen de Don’t choose extinction, una campaña que quiere visibilizar cómo los subsidios a los combustibles fósiles están retrasando el progreso contra el cambio climático. El cortometraje, que se podrá ver en 35 idiomas, ha contado con las voces de la actriz Eiza González en castellano, el actor de Juego de Tronos Nikolaj Coster-Waldau en inglés y la senegalesa Aïssa Maïga, que lo ha doblado en francés.
“El corto es divertido y atractivo, pero los temas que trata
no podrían ser más serios”, ha señalado Ulrika Modeer, directora de la Oficina
de Relaciones Externas y Promoción del PNUD. “Queremos que el corto entretenga,
pero también queremos concienciar sobre lo crítica que es la situación. El
mundo debe profundizar la acción climática si queremos tener éxito en mantener
nuestro planeta seguro para las futuras generaciones”.
La importancia de una transición ecológica
Un nuevo informe del organismo internacional, publicado al
hilo de esta campaña, revela que el mundo gasta 423.000 millones de dólares
(307.862 millones de euros) al año en subsidiar los combustibles fósiles. Este
dinero, según este mismo estudio, podría cubrir el coste de las vacunas
covid-19 para cada persona en el planeta, o financiar tres veces la cantidad
anual necesaria para erradicar la pobreza extrema mundial. Es decir, por cada
dólar que se invierte para abordar la crisis climática se gastan cuatro en
financiar de manera pública el gas, el carbón o el petróleo.
El mundo gasta 423.000 millones de dólares (307.862 millones de euros) al año en subsidiar los combustibles fósiles. Este dinero, según este mismo estudio, podría cubrir el coste de las vacunas covid-19 para cada persona en el planeta
“La pandemia de la covid-19 ha dejado al descubierto
aspectos obsoletos de la economía mundial. Incluye el hecho de que el mundo
sigue gastando miles de millones en subsidios a los combustibles fósiles, mientras
que cientos de millones de personas viven en la pobreza y la crisis climática
se acelera. Como telón de fondo, debemos preguntarnos: ¿es la subvención de los
combustibles fósiles un uso racional del dinero público?”, ha expresado Achim Steiner, administrador del PNUD, en la rueda de prensa de presentación del
informe y la campaña.
Pero Frankie no ha acabado su discurso, tiene más mensajes
que lanzar a los Gobiernos: “Piense en todas las otras cosas que podría hacer
con ese dinero. En todo el mundo, la gente vive en la pobreza. ¿No crees que
ayudarlos tendría más sentido que ... pagar por la desaparición de toda tu
especie?”.
La publicación de este informe se presenta en la misma
semana en la que la ONU ha enmendado los planes de los Gobiernos sobre cambio climático y ha pedido que deben duplicar sus promesas de recorte de emisión de
gases invernadero para esta década si se quieren mitigar los efectos del
calentamiento global. Desde el pasado nueve de agosto, cuando el grupo de
expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicase su informe de evaluación,
la conclusión es clara: el cambio climático es una realidad y es la crisis que
define nuestra era.
Se calcula que la contaminación atmosférica por sí sola
provoca cada año siete millones de muertes prematuras en el mundo, el 90% de
las cuales se producen en los países en desarrollo, según un informe de la OMS.
Las reformas de los subsidios a los combustibles fósiles beneficiarían, por
tanto, a la salud y el bienestar humano, además de contribuir a reducir las
emisiones de CO₂. En un estudio realizado en 26 países en desarrollo por el
PNUD, se constató que la eliminación de las ayudas al carbón, petróleo y gas
podría reducir las emisiones en un promedio del 6,4% para 2025, respecto de un
escenario sin cambios.
“Abordar los subsidios a los combustibles fósiles es un tema
políticamente delicado, pero los hechos muestran que la reforma es necesaria y,
cuando se hace correctamente, ayuda a los pobres, crea empleos y protege el
planeta”, ha explicado George Gray Molina, economista principal de la Oficina
de Apoyo a políticas y programas de PNUD y coautor del estudio. “Esperamos que
esta investigación catalice la conversación sobre el papel fundamental que
puede tener la reforma para impulsar transiciones ecológicas y justas en todos
los países”.
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