Megalodón, el tiburón más grande que jamás haya existido, tuvo que satisfacer un requerimiento energético diario de más de 98.000 kilocalorías. - J. J. GIRALDO |
Megalodón, el tiburón más grande que jamás haya existido, es
legendario por su enorme diente del tamaño de una mano humana. Sin embargo, hay
pocas pruebas fósiles de su cuerpo completo.
Se estima que el ejemplar recreado nadaba a alrededor de 1,4
metros por segundo, requería más de 98.000 kilocalorías diarias y tenía un
volumen estomacal de casi 10.000 litros.
Estos resultados sugieren que el megalodón podía viajar
largas distancias y era capaz de comerse presas enteras de hasta 8 metros de
largo. En particular, este es del tamaño de las orcas modernas, el principal
depredador oceánico de la actualidad. La capacidad de comer grandes
depredadores superiores de tamaño comparable hace millones de años coloca al
megalodón en un nivel trófico más alto que los depredadores superiores modernos.
Estas son las conclusiones de un estudio internacional
publicado en Science Advances y realizado en colaboración con la Universidad de
Zúrich. La investigación solo fue posible gracias al modelado 3D de un
megalodón individual que se descubrió en la década de 1860. Contra todo
pronóstico, una parte considerable de su columna vertebral quedó en el registro
fósil después de que la criatura muriera en los océanos del Mioceno de Bélgica
a la edad de 46 años, hace unos 18 millones de años.
"Los dientes de tiburón son fósiles comunes debido a su
composición dura que les permite permanecer bien conservados", dice en un comunicado el primer autor Jack Cooper, estudiante de doctorado de la
Universidad de Swansea. "Sin embargo, sus esqueletos están hechos de
cartílago, por lo que rara vez se fosilizan. La columna vertebral del megalodón
del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales es, por lo tanto, un fósil
único".
El equipo de investigación, que incluye investigadores de
Suiza, Reino Unido, Estados Unidos, Australia y Sudáfrica, primero midió y
escaneó cada vértebra antes de reconstruir toda la columna. Luego adjuntaron la
columna a un escaneo 3D de la dentición de un megalodón de los Estados Unidos.
Completaron el modelo agregando "carne" alrededor del esqueleto
utilizando un escaneo 3D del cuerpo de un gran tiburón blanco de Sudáfrica.
"El peso es uno de los rasgos más importantes de
cualquier animal. Para los animales extintos, podemos estimar la masa corporal
con métodos modernos de modelado digital en 3D y luego establecer la relación
entre la masa y otras propiedades biológicas, como la velocidad y el uso de
energía", dice el co-autor John Hutchinson, profesor del Royal Veterinary
College en el Reino Unido.
La alta demanda energética se habría satisfecho
alimentándose de la grasa rica en calorías de las ballenas, en la que se han
encontrado previamente marcas de mordeduras de megalodón en el registro fósil.
Un modelo óptimo de alimentación de posibles encuentros con presas de megalodón
descubrió que comer una sola ballena de 8 metros de largo podría haber
permitido al tiburón nadar miles de millas a través de los océanos sin volver a
comer durante dos meses.
"Estos resultados sugieren que este tiburón gigante era
un superdepredador transoceánico", dice Catalina Pimiento, profesora de la
Universidad de Zúrich y autora principal del estudio. "La extinción de este
icónico tiburón gigante probablemente afectó el transporte global de nutrientes
y liberó a los grandes cetáceos de una fuerte presión depredadora".
El modelo completo ahora se puede utilizar como base para
futuras reconstrucciones e investigaciones adicionales. Las nuevas inferencias
biológicas extraídas de este estudio representan un salto en nuestro
conocimiento de este superdepredador singular y ayudan a comprender mejor la
función ecológica que desempeñan las especies de megafauna en los ecosistemas
marinos y las consecuencias a gran escala de su extinción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario