jueves, 27 de febrero de 2025

«Salas es un tesoro para el estudio de los dinosaurios, pero faltan medios»

Caterine Arias es la restauradora del Museo de Dinosaurios (por temporadas) / «Decidí venir porque fui consciente de la importancia de la zona y me gusta el mundo rural»

La conservadora-restauradora Caterine Arias Riesgo aplicando  un tratamiento
de consolidación a pie de excavación. / Javier Álvarez Cob
Caterine Arias, restauradora conservadora especializada en dinosaurios tras una formación específica en Teruel, llegó a Salas de los Infantes en 2018. Desde entonces, y a pesar de la inestabilidad laboral, ha apostado por el proyecto del Colectivo Arqueológico de Salas y el Museo de Dinosaurios. Protege las miles de piezas que atesora un proyecto que «la gente conoce pero no creo que sean del todo conscientes de su singularidad y potencialidad». Especialmente desde la administración donde los apoyos no llegan. «Salas es un tesoro para el estudio de los dinosaurios no sólo por la calidad de piezas, como las de Torrelara, sino por su variedad y riqueza, pero faltan medios», concluye.

Durante más de siete años ha ido recomponiendo, pieza a pieza, gigantes como Europatitan Eastwodii. «Es un ejemplar fantástico y es una pena que no se pueda ver nada porque tiene un tamaño que no entra en las vitrinas actuales», Lo dice quien trabajó en el montaje del complejo Dinópolis, donde se especializó en la conservación de estos gigantes de cristal. «En Teruel se apostó por la zona, y se han ido incorporando fósiles a su exposición de forma anual, porque allí están volcados con el proyecto», señala.

El meticuloso trabajo de restauración de piezas con millones de años es clave
 para su conservación.
Arias es una convencida del potencial científico que esconde el suelo de la Sierra de la Demanda. A pesar de encadenar contratos temporales y anhelar una estabilidad para el equipo científico del proyecto que centre esfuerzos en la investigación, no ha tirado la toalla. «Yo decidí venirme aquí porque sabía de la importancia de la zona, de la riqueza de piezas que hay y porque me permite hacerlo viviendo en el mundo rural que es lo que me gusta, pero es cierto que los contratos por proyectos limitan mucho lo que te da tiempo a hacer que va desde la restauración a la conservación de los fósiles expuestos y revisión del depósito», remarca.

Señala, para dar cuenta del potencial científico en el ámbito de los dinosaurios que tiene esta comarca burgalesa, que, recuerda, cuenta con cuatro especies descritas aquí, es decir, que el primer lugar donde se identificaron fue en esta tierra burgalesa. Se trata de Europatitan eastwoodi, de quien restauró una escápula de 150 centímetros. Sólo una costilla llega a medir dos metros. A él hay que sumar el otro saurópodo de la zona, el Demandasaurus darwinii. Además, están otras especies singulares cómo la tortuga Larachelus morla y el lagarto Arcanosaurus ibericus. Credenciales que «podrían llenar con material propio un gran museo que generaría riqueza para la zona».

Muchos de esos fósiles que dan un individuo con nombre salense, ha pasado por sus manos ya sea en restauración como en conservación y revisión de piezas. Un trabajo que tratará de esbozar en la charla en la Estación de la Ciencia y la Tecnología dentro del ciclo asociado a la exposición ‘Patrimonio ilustrado’. «Es un trabajo que se desarrolla todo el año, no es solo en el laboratorio también estás a pie de yacimiento porque es importante al excavar, extraer adecuadamente unas piezas que suelen ser muy delicadas». 

De esta manera, se consolidan las piezas cuando están perfiladas en el terreno, después se colocan, con parte del sedimento, en un cofre de poliuretano llamado momias. Aunque el trabajo no es igual. «Depende del yacimiento, tienes Torrelara donde hay unas condiciones excepcionales de conservación pero el año pasado estuvimos en el yacimiento de Hortezuelos y el material era muy delicado, había que consolidar y engrasar las piezas en el propio yacimiento», explica.

Después, en el laboratorio, se inicia el trabajo de reconstrucción de un puzle sobre el que hay un mapa, los conocimientos sobre anatomía de dinosaurios, pero «tienes que estar atento a las singularidades». Cuenta como al restaurar un fémur de Torrelara «vi algo sospechoso y resultó ser un fragmento de mandíbula con dientes», relata. Entre las piezas hay piezas dentales que se puede recuperar en una semana, o material singular que lleva meses de concienzudo trabajo. La nueva pieza que se expone en el Museo de Salas, una vértebra de un saurópodo, requirió un trabajo de meses. «Estaba bien conservada pero en estado muy delicado había más de cien pequeñas piezas que vas uniendo algunas eran minúsculas sin casi superficie que tienes que dejar un poco de costra para que tengan consistencia, y el interior de la pieza es espectacular» cuenta satisfecha. Estas y otras singularidades del trabajo del restaurador-conservador nutrirán la charla que mañana se llevará a cabo a las 19 horas en La Estación.

elcorreodeburgos.com

martes, 25 de febrero de 2025

Conferencia: “Patrimonio paleontológico de la Sierra de la Demanda: Un acercamiento a la labor del Conservador-Restaurador”, por Caterine Arias Riesgo

Caterine Arias Riesgo, conservadora y restauradora del Museo de Dinosaurios, presentará la conferencia: “Patrimonio paleontológico de la Sierra de la Demanda: Un acercamiento a la labor del Conservador-Restaurador”. Se podrá acceder el miércoles 26 de febrero a las 19:00 h. en La Estación de la Ciencia y la Tecnología (Burgos), para aprender sobre el trabajo de las personas que se dedican a conservar y restaurar restos de la época de los dinosaurios, tanto sus huesos como yacimientos con sus huellas, por ejemplo.

Caterine Arias Riesgo es Conservadora y Restauradora del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos). En esta charla expondrá la importancia geológica de la zona e inmersión en la figura del conservador-restaurador. Se abordarán las funciones del conservador-restaurador del museo de Salas de los Infantes (Burgos) a través del estado de conservación y de los tratamientos realizados tanto sobre bienes inmuebles (yacimientos de huellas de dinosaurios) como muebles (restos fósiles). Se hará especial hincapié en el material paleontológico recuperado en el Yacimiento de Torrelara (Burgos).

Conferencia enmarcada en la exposición “Dinosaurios Ilustrados: Imágenes de un mundo perdido”, diseñada por la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Burgos y el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos), con la colaboración de la Fundación para el estudio de los Dinosaurios en Castilla y León y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología – Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

ubu.es

Hallaron en el Reino Unido una gigantesca huella de dinosaurio

El descubrimiento en la costa de la Isla de Wight despertó gran interés científico, ya que se encuentra en excelente estado de conservación y podría aportar información clave sobre estos antiguos reptiles

La huella de dinosaurio de un metro de longitud fue
preservada en excepcionales condiciones
(Wight Coast Fossils photo)
Un hallazgo extraordinario logró captar la atención de paleontólogos y entusiastas de los fósiles en el Reino Unido. Una huella de dinosaurio de aproximadamente un metro de largo fue descubierta en la Isla de Wight, revelada tras una tormenta que removió los guijarros de la playa de Shepherd’s Chine.

Según informó Good Network, el descubrimiento fue realizado por Joe Thompson, un guía de fósiles de 23 años y reciente graduado en paleontología de la Universidad de Bristol. Este hallazgo no solo destaca por su tamaño, sino también por su excelente estado de conservación, lo que lo convierte en uno de los más notables de la región.

De acuerdo con Good Network, Thompson explicó que la huella pertenece a un iguanodonte, un dinosaurio herbívoro que habitó la Tierra hace aproximadamente 127 millones de años. Este animal, que podía alcanzar los diez metros de longitud y pesar más de cuatro toneladas, era conocido por desplazarse en grandes grupos y alternar entre caminar en cuatro patas y correr en dos.

Joe Thompson, un joven paleontólogo de 23 años, ha sido el responsable de
localizar la huella (Wight Coast Fossils photo)
“Es probablemente la mejor huella que he descubierto por mí mismo”, afirmó Thompson, quien también destacó que esta huella se encuentra en una capa más reciente de la secuencia geológica de la isla, lo que la hace especialmente interesante para los estudios paleontológicos.

El descubrimiento de esta huella coincide con el 200 aniversario de la primera descripción científica del Iguanodon, realizada en 1825 por el geólogo Dr. Gideon Mantell.

Según detalló Good Network, Mantell identificó al dinosaurio a partir de una colección de dientes fósiles encontrados en Sussex, Inglaterra. Este contexto histórico añade un significado especial al hallazgo de Thompson, ya que conecta el pasado de la paleontología con los avances y descubrimientos actuales.

El reciente descubrimiento de una huella de iguanodonte en la Isla
de Wight, revelada por los efectos de una tormenta, resalta la
fragilidad de los fósiles en el área y la urgencia de preservar estos
vestigios antes de que desaparezcan (Wight Coast Fossils photo)
Por otro lado, Miami Herald informó que la huella fue encontrada en un área conocida por su riqueza en fósiles, pero también por la fragilidad de sus formaciones geológicas.

Las capas de arcilla y arena que componen la región de Wessex, donde se encuentra la Isla de Wight, son altamente susceptibles a la erosión, lo que significa que muchas huellas y restos fósiles desaparecen con el tiempo. Thompson señaló a Good Network, que estas huellas, especialmente cuando están en arcilla, suelen durar solo unos meses antes de ser destruidas por las condiciones climáticas.

El impacto de este hallazgo no se limita al ámbito científico. Según publicó Forbes, Thompson expresó que encontrar algo tan antiguo y significativo genera una sensación única, ya que invita a reflexionar sobre la vida en la Tierra mucho antes de la existencia humana.

Además, el joven paleontólogo, quien dirige recorridos educativos con Wight Coast Fossils y recientemente lanzó una nueva iniciativa llamada South Coast Fossils, utiliza estos descubrimientos para inspirar a otros a explorar y aprender sobre la historia natural.

Thompson también ofreció consejos para quienes encuentren huellas de dinosaurios: recomendó fotografiarlas junto a un objeto que sirva como referencia de escala, como un zapato, y enviar las imágenes a un museo local o a un experto para su identificación. Este enfoque no solo ayuda a preservar el conocimiento, sino que también fomenta la participación ciudadana en la ciencia.

La Isla de Wight, conocida como uno de los mejores lugares de Europa para encontrar restos de dinosaurios, ha sido escenario de otros descubrimientos recientes.

Según reportó Miami Herald, hace poco tiempo, una huella de dinosaurio de tres dedos fue encontrada en la bahía de Sandown tras otra tormenta. Este rastro, de unos 50 centímetros (20 pulgadas) de largo, podría haber sido dejado por un Neovenator o un Baryonyx, dos dinosaurios carnívoros que vivieron hace aproximadamente 130 millones de años. Ambos eran reptiles bípedos de gran tamaño, con extremidades delanteras pequeñas y una longitud que oscilaba entre los 7 y 10 metros (24 y 32 pies).

infobae.com

Fósiles hallados en Río Negro revelaron detalles inéditos de un dinosaurio de 70 millones de años

Los fósiles fueron encontrados en la Formación Allen, dentro del yacimiento Salitral Ojo de Agua. 

Bonapartenykus-ultimus
Un equipo de científicos argentinos e internacionales analizó nuevos restos fósiles hallados en la provincia de Río Negro y logró reconstruir con mayor precisión la anatomía de Bonapartenykus ultimus, una especie de dinosaurio que habitó la Patagonia hace aproximadamente 70 millones de años.

El estudio, liderado por Jorge Meso, becario posdoctoral del CONICET, fue publicado en la prestigiosa revista Plos One y aporta información clave sobre la evolución del esqueleto de este dinosaurio perteneciente a la familia de los alvarezsáuridos, un grupo con características anatómicas particulares.

Los fósiles fueron encontrados en la Formación Allen, dentro del yacimiento Salitral Ojo de Agua, en Río Negro. «A pesar de haber sido recolectados en diferentes momentos, sin datos precisos de procedencia, los análisis realizados a través del estudio de difracción de rayos X, sugiere que todos provienen del mismo sitio y nivel estratigráfico que el ejemplar de Bonapartenykus ultimus», aseguró Meso.

Confirmó que basándose en esta nueva información y en similitudes morfológicas, se asigna «tentativamente estos especímenes a este género».

La familia de los alvarezsáuridos.
Los nuevos restos fósiles permitieron reconstruir en detalle partes del cuello, la cintura escapular, las extremidades posteriores y la cola del dinosaurio. Esto aporta información valiosa sobre su locomoción y evolución esquelética, confirmando que era un corredor especializado, con patas traseras adaptadas para la velocidad y una cola altamente flexible que le otorgaba gran movilidad.

Los nuevos restos fósiles amplían el registro del género y posibilitan una reconstrucción más detallada del plan corporal de la subfamilia Patagonykinae. Hasta ahora, en Argentina solo se han identificado dos especies de esta subfamilia, un grupo endémico de Patagonia dentro de los alvarezsáuridos: Patagonykus puertai, hallado en Neuquén y Bonapartenykus ultimus, descubierto en Río Negro.

Este último se caracterizaba por su tamaño relativamente grande dentro de su grupo, con una longitud estimada de 3 a 3,5 metros y un peso de hasta 70 kilos. Sus extremidades delanteras, aunque pequeñas, presentaban inserciones musculares bien desarrolladas, lo que indica que estaban adaptadas para realizar esfuerzos considerables.

Meso contó que la anatomía de las vértebras caudales sugiere que la cola era altamente flexible, lo que permitía amplios movimientos laterales, ascendentes y descendentes, lo que probablemente contribuía a su estilo de vida.

«A pesar de que aún se desconoce parte del esqueleto, como el cráneo y la dentición, las características conocidas sugieren un modo de vida singular entre los dinosaurios terópodos. Esto indicaría que los alvarezsáuridos lograron explotar un nicho ecológico aún no completamente comprendido», finaliza el científico.

rionegro.com.ar

Descubrieron en Australia fósiles del mega-ráptor más antiguo del mundo, lo que cambiaría el panorama sobre el cretácico

Un hallazgo en la región de Victoria revela datos sobre ecosistemas antiguos. Ponen a prueba teorías previas sobre jerarquías y distribución de especies prehistóricas

Los megaraptóridos se posicionaron como principales depredadores,
 medían entre 6 y 7 metros de longitud (Europa Press)
Un hallazgo paleontológico en la costa de Victoria, Australia, ha revelado una jerarquía de depredadores única en el ecosistema del Cretácico. Según informó el Instituto de Investigación de Museos Victoria, se han identificado los fósiles más antiguos conocidos de megaraptóridos, un grupo de dinosaurios terópodos de tamaño mediano a grande, y la primera evidencia definitiva de carcarodontosaurios en el continente australiano. Estos descubrimientos, publicados en el Journal of Vertebrate Paleontology, amplían el registro fósil de la región y desafían las suposiciones previas sobre la evolución y distribución de los dinosaurios en el supercontinente Gondwana.

De acuerdo con el medio Interesting Engineering, los fósiles fueron desenterrados en dos formaciones geológicas claves: el grupo Strzelecki superior, que data de entre 121,4 y 118 millones de años, y la formación Eumeralla, con una antigüedad de entre 113 y 108 millones de años. En total, se identificaron cinco fósiles de dinosaurios terópodos, lo que permitió a los investigadores reconstruir un ecosistema dominado por depredadores de diferentes tamaños y características.

Este hallazgo amplía el registro fósil del supercontinente Gondwana
(UNIVERSIDAD DE NORTHERN ARIZONA/VICTOR O. LESHIK)
El análisis de los fósiles reveló que los megaraptóridos, que medían entre 6 y 7 metros de longitud, ocupaban el lugar de los principales depredadores en el ecosistema de Victoria. Estos dinosaurios, conocidos por sus garras en forma de hoz en el segundo dedo del pie, probablemente utilizaban estas estructuras para desgarrar a sus presas. Sin embargo, lo que hace único a este ecosistema es la coexistencia de los megaraptóridos con los carcarodontosaurios, un grupo de terópodos más pequeños en Australia, que medían entre 2 y 4 metros de largo.

En otras regiones del mundo, como Sudamérica, los carcarodontosaurios alcanzaron tamaños colosales, comparables al Tyrannosaurus rex, llegando a medir hasta 13 metros. Sin embargo, en Australia, los roles se invirtieron. Según explicó Jake Kotevski, estudiante de doctorado del Instituto de Investigación de Museos Victoria y la Universidad de Monash: “Es fascinante ver cómo la jerarquía de depredadores de Victoria divergió de Sudamérica, donde los carcarodontosaurios superaban a los megaraptóridos. Aquí, los papeles se invirtieron, lo que resalta la singularidad del ecosistema cretácico de Australia”.

Además de estos dos grupos, el ecosistema incluía a los unenlagiines, pequeños dinosaurios de aproximadamente un metro de longitud, conocidos como “raptores del sur”. Estos animales, de complexión ligera, eran probablemente cazadores rápidos, especializados en presas más pequeñas.

Algunos fósiles habían permanecido sin identificar por décadas en
colecciones  de museos (MARCIN AMBROZIK)
El descubrimiento de los fósiles más antiguos de megaraptóridos a nivel mundial tiene importantes implicaciones para la comprensión de la evolución de este grupo de dinosaurios. Según explicó el doctor Thomas Rich, curador principal de paleontología de vertebrados en el Instituto de Investigación de Museos Victoria y co-autor del estudio: “Los hallazgos no solo amplían el registro fósil de terópodos de Australia, sino que también ofrecen evidencia convincente de intercambio de fauna entre Australia y Sudamérica a través de la Antártida durante el Cretácico Inferior”.

Este intercambio de fauna sugiere que los dinosaurios de Gondwana, el supercontinente que incluía a Australia, Sudamérica, África, la Antártida y otras masas terrestres, estaban más conectados de lo que se pensaba anteriormente. Además, los hallazgos desafían las ideas previas sobre las jerarquías de tamaño corporal en los ecosistemas de depredadores de Gondwana, destacando la singularidad de la fauna cretácica de Victoria.

El estudio también pone de relieve la importancia de las colecciones de museos en el avance del conocimiento científico. Algunos de los fósiles analizados habían permanecido sin identificar durante décadas en las colecciones del Instituto de Investigación de Museos Victoria. Tim Ziegler, director de la colección de paleontología de vertebrados de la institución y co autor del estudio, destacó que “las colecciones de los museos son cruciales para avanzar en nuestra comprensión de la vida prehistórica”.

El proyecto Dinosaur Dreaming, que lidera las excavaciones en los yacimientos fósiles de Victoria, ha sido fundamental para estos descubrimientos. Desde su inicio, este proyecto produjo más de 10.000 fósiles, incluyendo restos de dinosaurios, mamíferos, aves, pterosaurios, plesiosaurios, tortugas y peces. Tres de los fósiles más recientes, descubiertos entre 2022 y 2023, fueron identificados inicialmente por Melissa Lowery, voluntaria del Instituto de Investigación de Museos Victoria, lo que subraya la importancia de la colaboración entre científicos y miembros de la comunidad.

infobae.com

Científicos hallan en Australia un fósil que arroja luz sobre la evolución de los vertebrados hace 400 millones de años

El hallazgo en Australia de 'Palaeospondylus australis', un pez fósil de 400 millones de años, conecta continentes y reescribe la historia de los vertebrados.

Descubren en Australia un pez fósil de 400 millones de años que conecta
continentes y revoluciona la evolución. Ilustración artística.
Foto: Dall-e/Christian Pérez/Burrow et al., doi: 10.1093/nsr/nwae444.
En los áridos paisajes del interior de Australia, un descubrimiento extraordinario ha resucitado una criatura del pasado cuya existencia estuvo durante más de un siglo envuelta en el misterio. Los fósiles de Palaeospondylus australis, una especie relacionada con los primeros vertebrados con mandíbula, han revelado conexiones evolutivas que cruzan océanos y épocas.

Este hallazgo en el yacimiento de Cravens Peak, en el corazón del desierto de Queensland, tiene un impacto significativo en la paleontología global. Este pez, de apenas unos centímetros, vivió hace unos 400 millones de años en un ambiente marino que hoy es una vasta extensión de arena roja. Más sorprendente aún, es que su pariente más cercano, Palaeospondylus gunni, fue encontrado en Escocia hace más de un siglo, en condiciones de preservación completamente distintas.

Del polvo del tiempo a la tridimensionalidad

El descubrimiento de los fósiles de Palaeospondylus australis en Australia es particularmente valioso debido a su estado de conservación. Mientras que los especímenes escoceses estaban aplastados por la presión de millones de años, los restos australianos permanecieron en un estado tridimensional, permitiendo a los paleontólogos estudiar su estructura con un detalle sin precedentes.

Los especímenes de Palaeospondylus gunni se encontraron completamente
aplastados, lo que ha dificultado enormemente su análisis detallado.
Foto: Queensland Museum
La joya de la colección australiana es un neurocráneo completamente intacto. Esta estructura cerebral, que ha desconcertado a los investigadores durante décadas, sugiere que el animal carecía de dientes y huesos dérmicos, características que refuerzan la teoría de que este pez retuvo rasgos larvales a lo largo de su vida adulta. Esto lo convierte en un caso único dentro de los primeros vertebrados con mandíbula, situándolo como una suerte de "eslabón perdido" entre los peces primitivos y los más avanzados.

Una distribución global y misteriosa

¿Cómo es posible que esta especie se haya encontrado en puntos tan distantes del planeta como Escocia y Australia? Los expertos creen que, aunque los fósiles solo han sido encontrados en estos lugares, Palaeospondylus pudo haber tenido una distribución mucho más amplia. Sin embargo, las condiciones necesarias para preservar sus delicados huesos eran extremadamente específicas. En Escocia, los fósiles se formaron en depósitos de agua dulce con influencias marinas ocasionales, mientras que en Australia se originaron en un entorno marino somero.

Esto plantea preguntas fascinantes sobre los ecosistemas de la Tierra en el período Devónico, una época conocida como "la era de los peces" debido a la explosión de la diversidad acuática. La conexión entre estos dos yacimientos sugiere que Palaeospondylus habitó un mundo acuático mucho más interconectado de lo que se había pensado anteriormente.

Una pieza clave en la evolución de los vertebrados

El análisis de los fósiles australianos no solo nos descubre el pasado de esta especie, sino que también reescribe partes importantes de la historia evolutiva de los vertebrados. Las características anatómicas de este fósil lo sitúan cerca de los ancestros de los tiburones modernos, aunque con una mezcla de rasgos que parecen propios de peces aún más primitivos.

A partir del hallazgo en el centro de Australia, se generaron modelos
tridimensionales del diminuto neurocráneo para su estudio detallado.
 Foto: Carole Burrow
Uno de los aspectos más intrigantes es su cráneo, que muestra una fusión de características larvales y adultas. Esta peculiaridad podría indicar que este pez era paedomórfico, un término que describe a los animales que retienen características juveniles en su forma adulta. Esta adaptación, rara pero significativa, arroja nueva luz sobre las estrategias de supervivencia y evolución en los primeros vertebrados.

Lo que aún no sabemos

A pesar de los avances, Palaeospondylus sigue siendo una criatura envuelta en incógnitas. Su ausencia de un esqueleto externo y escamas plantea la posibilidad de que representara una rama lateral del árbol evolutivo de los vertebrados, una línea que eventualmente se extinguió. También se desconoce cómo se alimentaba o reproducía, dejando espacio para nuevas investigaciones y debates científicos.

Lo que es seguro es que el hallazgo en Australia, publicado recientemente en la prestigiosa revista National Science Review, marca un antes y un después en la comprensión de esta enigmática criatura. Con fósiles tan bien preservados, los investigadores tienen la oportunidad de resolver preguntas que han permanecido abiertas desde que Palaeospondylus gunni fue descrito por primera vez en 1890.

Un puente entre épocas y disciplinas

El estudio de Palaeospondylus australis no solo amplía nuestro conocimiento sobre la evolución de los vertebrados, sino que también destaca la importancia de los fósiles como herramientas para entender el pasado remoto de nuestro planeta. Este pequeño pez, olvidado durante cientos de millones de años, nos recuerda que incluso las criaturas más pequeñas pueden jugar un papel crucial en los grandes relatos de la historia natural.

A medida que se desentrañan más detalles sobre esta especie, queda claro que Palaeospondylus no es solo un vestigio de tiempos antiguos, sino también una clave para comprender cómo la vida compleja logró prosperar y diversificarse en la Tierra.

Referencias:

Carole J Burrow, Gavin C Young, Jing Lu, A 3D braincase of the early jawed vertebrate Palaeospondylus from Australia, National Science Review, 2024;, nwae444, DOI: 10.1093/nsr/nwae444

muyinteresante.com

Dos conferencias en Burgos para descubrir la computación cuántica y el patrimonio paleontológico

La Universidad de Burgos organiza esta semana dos charlas divulgativas sobre
computación cuántica y la conservación de restos paleontológicos.
La Unidad de Cultura Científica e Innovación de la Universidad de Burgos (UCC+i-UBU) presenta dos conferencias abiertas al público que se celebrarán en la ciudad. Estas sesiones forman parte de la labor de divulgación científica y abordarán dos temas de gran relevancia en la actualidad: la computación cuántica y la conservación del patrimonio paleontológico.

La conservación del patrimonio paleontológico de la Sierra de la Demanda

La primera de las conferencias, ‘Patrimonio paleontológico de la Sierra de la Demanda: Un acercamiento a la labor del Conservador-Restaurador‘, a cargo de Caterine Arias Riesgo, especialista en conservación y restauración de restos paleontológicos.

Caterine Arias Riesgo ofrecerá este jueves una conferencia sobre la conservación
 y restauración del patrimonio paleontológico.
En esta ponencia se profundizará en la importancia de preservar los vestigios del pasado, como los huesos fosilizados y las huellas de dinosaurios que se encuentran en yacimientos de la provincia. Se expondrá el trabajo que realizan los profesionales de la conservación para garantizar la protección y el estudio de estos restos. Además, se dará a conocer los hallazgos encontrados en el yacimiento de Torrelara (Burgos).

Esta conferencia se enmarca dentro de la exposición ‘Dinosaurios Ilustrados: Imágenes de un mundo perdido‘, una iniciativa de la Universidad de Burgos y el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes. Cuenta con la colaboración de la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.

Fecha y hora: Miércoles 26 de febrero de 2025 a las 19:00h.

Lugar: La Estación de la Ciencia y la Tecnología (Sala del Reloj, Burgos).

Ponente: Caterine Arias Riesgo, conservadora y restauradora del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes.

Entrada libre hasta completar aforo.

Computación cuántica: pasado, presente y futuro

‘La segunda conferencia, Computación cuántica: pasado, presente y futuro de una revolución tecnológica‘, a cargo de Alba Cervera Lierta, investigadora y coordinadora del proyecto Quantum Spain. Durante la ponencia, explicará cómo esta tecnología está transformando la forma en que procesamos información y cómo puede impactar en campos como la inteligencia artificial, la criptografía o el desarrollo de nuevos materiales.

Una charla que se enmarca dentro del ciclo ‘Acercando la ciencia‘ y cuenta con el apoyo del proyecto Q-CAYLE (Comunicaciones cuánticas seguras en Castilla y León), así como la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Junta de Castilla y León.

Fecha y hora: Jueves 27 de febrero de 2025 a las 19:00h.

Lugar: Cultural Cordón.

Ponente: Alba Cervera Lierta, física y coordinadora del proyecto Quantum Spain.

Entrada libre hasta completar aforo.

burgosmoderno.com

jueves, 20 de febrero de 2025

Torrelara tiene la clave

De la mano de la UBU, el director del Museo de Dinosaurios de Salas, Fidel Torcida, reivindica el yacimiento burgalés en una ponencia que le permite acercar el trabajo realizado en él entre 2017 y 2023, con el fin de reconstruir el ecosistema de hace 150 millones de años

La charla sobre el yacimiento de Torrelara que impartió ayer Fidel Torcida
abarrotó  la sala Polisón del Teatro Principal. / SANTI OTERO
Al vuelo cazaba el director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, Fidel Torcida, la ocasión pintada en colaboración con la Unidad de Cultura Científica de la UBU para acercar al gran público los secretos sobre los dinosaurios que encierra el pequeño municipio burgalés de Torrelara. Y es que en él, insiste, está la clave para comprender la evolución de estos animales en Europa al término del Jurásico, hace la friolera de 150 millones de años. 

Descansan en el yacimiento de Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal las respuestas a enigmas cuya resolución bien podría ser el fruto más destacado del trabajo realizado en este punto entre 2017 y 2023, del que el integrante del Colectivo Arqueológico y Paleontológico Salense (C.A.S.) daba cumplida cuenta en la ponencia que impartía ayer como complemento a la exposición ‘Dinosaurios Ilustrados: Imágenes de un mundo perdido’, impulsada por las entidades citadas con el apoyo de la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

En la charla que albergó la sala Polisón del Teatro Principal, Torcida repasó los hallazgos más relevantes del periodo y brindó algunas pinceladas sobre el trabajo que se desarrolla en la propia excavación. Crucial es el proceso de identificación previa de los fósiles, fase en la que se amontona hoy en día la labor, dado el ingente volumen de piezas localizadas. «Ya tenemos algunos estudios publicados», recordaba, para subrayar el interés que suscita, más allá de la reconstrucción de esqueletos, que llegará, la recreación del ecosistema jurásico. «Podemos esbozar cómo era el planeta, cómo era nuestra zona, aunque no existía la Península Ibérica como tal y, con los datos que tenemos también podemos intuir cómo era el entorno del yacimiento, el paisaje, colocar a los distintos animales, las plantas que aparecen y cómo están relacionados», explicaba, entusiasmado con los frutos de un trabajo duro, pero satisfactorio, que les permite ya asegurar que, a medida que las investigaciones avancen, la aportación de Torrelara al conocimiento de la época será importante.

«De las mil y pico piezas que tenemos registradas no sabemos mucho, porque son fósiles escondidos en una matriz de roca, pero sí nos brindan una visión general y estamos en condiciones de sospechar que los grupos de dinosaurios encontrados, razonablemente completos, porque no son huesos aislados como ocurre muchas veces, van a ofrecer muchísima información sobre la evolución de esta fauna en concreto en Europa en ese momento de la Historia», aseguraba.

Otro de los aspectos en los que el paleontólogo hizo hincapié fue en el impacto de las nuevas tecnologías en este ámbito científico. «No solo facilitan el trabajo, es que abren nuevas posibilidades de investigación antes no contempladas, como por ejemplo las que plantean someter a una tomografía axial computarizada (TAC) un fósil», destacaba Torcida, convencido de que «no hay mejor defensa» de la labor que se realiza en Torrelara que los resultados de la misma y haberlos haylos: «Quizá dentro de poco demos una buena noticia de una nueva especie», anunciaba, para apostillar que «las excavaciones permiten avanzar en el conocimiento que tenemos de este patrimonio, que es un auténtico tesoro, y eso beneficia a toda la sociedad».

elcorreodeburgos.com

martes, 18 de febrero de 2025

Charlas, talleres y premios para finalizar la exposición ‘Dinosaurios ilustrados’

La Estación de la Ciencia y la Tecnología organiza actividades divulgativas para despedir su exposición de dinosaurios

La exposición ‘Dinosaurios ilustrados’, por la que ya han pasado más de 6500 personas, finalizará el próximo 3 de marzo, tras cinco meses disponible en antigua estación de trenes de Burgos. Como colofón a las actividades que se han realizado en torno a la exposición se ofrecen charlas gratuitas, talleres y una entrega de premios junto a la muestra de los dibujos presentados al concurso de dibujo realizado por alumnado de Primaria.

La charla “Torrelara: un ecosistema del Jurásico de hace 150 millones de años”, tendrá lugar el 19 de febrero a las 19:30, en la sala Polisón del Teatro Principal, impartida por Fidel Torcida Fernández-Baldor, director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos). En ella, mostrará hallazgos y estudios realizados en las excavaciones del yacimiento burgalés de Torrelara, donde se han encontrado dinosaurios de gran tamaño, tanto herbívoros como carnívoros.

Caterine Arias Riesgo, conservadora y restauradora del Museo de Dinosaurios, presentará la conferencia: “Patrimonio paleontológico de la Sierra de la Demanda: Un acercamiento a la labor del Conservador-Restaurador”. Se podrá acceder el 26 de febrero a las 19:00 h. en La Estación CyT, para aprender sobre el trabajo de las personas que se dedican a conservar y restaurar restos de la época de los dinosaurios, tanto sus huesos como yacimientos con sus huellas, por ejemplo.

El 28 de febrero a las 18:00 en La Estación CyT tendrá lugar la muestra de los dibujos presentados al Concurso de dibujo ‘Dinosaurios ilustrados’, dirigido a alumnado de Primaria y de la Asociación Síndrome de Down, y la entrega de premios a los tres ganadores de cada una de las cuatro categorías, además del dibujo más original y del sorteo de un premio que se realizará entre todos los participantes.

Finalmente, el 3 de marzo en La Estación CyT se podrá disfrutar de dos talleres: Crea tu propio fósil, donde se descubrirán y replicarán fósiles como un paleontólogo/a y DinoBoT, en el que se podrá crear un dinosaurio robótico capaz de andar.

La exposición ‘Dinosaurios ilustrados’ ha sido diseñada por la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Burgos y el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos), con la colaboración de la Fundación para el estudio de los Dinosaurios en Castilla y León y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología – Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

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Conferencia: "Torrelara: un ecosistema del Jurásico de hace 150 millones de años", por Fidel Torcida Fernández-Baldor

La charla “Torrelara: un ecosistema del Jurásico de hace 150 millones de años”, tendrá lugar el 19 de febrero a las 19:30h, en la sala Polisón del Teatro Principal, impartida por Fidel Torcida Fernández-Baldor, director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos). En ella, mostrará hallazgos y estudios realizados en las excavaciones del yacimiento burgalés de Torrelara, donde se han encontrado dinosaurios de gran tamaño, tanto herbívoros como carnívoros.

Fidel Torcida Fernández-Baldor es Director del Museo de Dinosaurios (Salas de los Infantes, Burgos). En esta charla compartirá el balance de las excavaciones realizadas de 2017 a 2023 en el yacimiento de Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal (Torrelara, Burgos): hallazgos, estudios realizados, reconstrucción del ecosistema. Se expone el método de trabajo e investigación,  en el que se incluyeron diversos recursos de nuevas tecnologías.

Conferencia enmarcada en la exposición “Dinosaurios Ilustrados: Imágenes de un mundo perdido”, diseñada por la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Burgos y el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos), con la colaboración de la Fundación para el estudio de los Dinosaurios en Castilla y León y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología – Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

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sábado, 15 de febrero de 2025

Conferencia: 'Torrelara: un ecosistema del Jurásico de hace 150 millones de años'

Miércoles 19 de febrero de 2025: 19:30 horas. 

Sala Polisón del Teatro Principal de Burgos. 

Impartida por Fidel Torcida Fernández-Baldor, director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos). En ella, mostrará hallazgos y estudios realizados en las excavaciones del yacimiento burgalés de Torrelara, donde se han encontrado dinosaurios de gran tamaño, tanto herbívoros como carnívoros.

La Estación de la Ciencia y la Tecnología de Burgos organiza esta conferencia. 

La Estación de la Ciencia y la Tecnología es un proyecto impulsado por la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Burgos y el Ayuntamiento de Burgos, con la colaboración de la Fundación para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) – Ministerio de Ciencia e Innovación.

¡Os esperamos! ⛏🦕🦖

viernes, 14 de febrero de 2025

Del yacimiento al museo: Restauración de una vértebra de dinosaurio

Vértebra dorsal - de la "espalda"- de gran tamaño, identificada provisionalmente como de un Camarasáurido, del yacimiento de Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal (Torrelara-Burgos).

Desde este fin de semana y hasta abril, los visitantes al Museo salense podrán disfrutar de la observación de otro hueso fosilizado de Torrelara: una vértebra dorsal –de la “espalda”-  de gran tamaño, identificada provisionalmente como de un Camarasáurido.

Este fósil es un buen ejemplo de la necesidad y complejidad del proceso de restauración de los fósiles de dinosaurios. El Museo salense es el único centro museístico e investigador en Castilla y León donde se realizan trabajos de restauración y conservación de este tipo de fósiles. 

Ese historial de los trabajos realizados sobre el fósil se recoge en un documento audiovisual que ha producido el Museo salense, y al que podrá acceder el público visitante a través de un código QR.

https://www.youtube.com/@museodedinosauriosdesalasd5656

China: descubrieron un fósil jurásico que reveló datos asombrosos sobre la evolución de las aves

Se trata de un ejemplar de hace aproximadamente 150 millones de años. Qué sugiere este hallazgo que calificaron como “revolucionario”.

Reconstrucción 3D de Baminornis zhenghensis, cuyos fósiles fueron
encontrados en China.
Un increíble descubrimiento en China, al que los científicos calificaron como “revolucionario”, reveló datos asombrosos sobre la evolución de las aves. En la provincia de Fujian, desenterraron un fósil que data de hace aproximadamente 150 años y, tras estudiarlo, llegaron a la conclusión de que la especie pudo haber adoptado sus características modernas mucho antes de lo que se pensaba.

El fósil de ave de cola corta más antiguo que se ha descubierto, y que pertenece a un Baminornis zhenghensis, fue encontrado en rocas de la era Jurásica en el distrito de Zhenghe.

Reconstrucción de la vida del ave jurásica Baminornis
zhenghensis, cuyos restos fueron hallados en China.
“Los fósiles llenan un vacío espaciotemporal en la historia evolutiva temprana de las aves y proporcionan evidencia de que las aves se diversificaron hacia el final del período Jurásico”, indicó la Academia China de Ciencias en su sitio web oficial.

Su cola termina en un hueso compuesto llamado pigóstilo, una característica única de las aves modernas.

Según este revelador dato, aseguraron que la estructura corporal de las aves actuales surgió en el período Jurásico tardío, es decir, unos 20 millones de años antes de lo que se conocía previamente. Hasta ahora, se creía que esta característica había tenido su origen en el Cretácico temprano, hace aproximadamente 130 millones de años.

El fósil hallado en China que rompió los paradigmas científicos

“Algunos estudios macroevolutivos sugieren que su diversificación más temprana se remonta al período Jurásico (hace aproximadamente 145 millones de años)”, expresó la entidad en el mismo texto.

Sin embargo, en ese sentido, aclaró: “La historia evolutiva más temprana de las aves ha estado oscurecida durante mucho tiempo por un registro fósil sumamente fragmentario, siendo el Archaeopteryx la única ave jurásica ampliamente aceptada”.

"Este es un descubrimiento revolucionario. Cambia la situación anterior en la que el Archaeopteryx era la única ave encontrada en el período Jurásico", afirmó Zhou Zhonghe, miembro de la Academia de Ciencias de China y uno de los investigadores principales del estudio.

Aunque el Archaeopteryx tenía alas emplumadas, se parecía mucho a los dinosaurios no aviares, sobre todo por su característica cola larga y reptil, un marcado contraste con la morfología de cola corta de las aves modernas y del Cretácico, afirmó aquella academia.

Fotografía y dibujo interpretativo de Baminornis zhenghensis, un ave de
150 millones de años cuyos fósiles fueron encontrados en China.
Y añadió: “Estudios recientes han puesto en duda el estatus aviar del Archaeopteryx, clasificándolo como un dinosaurio deinonicosaurio, el grupo hermano de las aves. Esto plantea la cuestión de si existen registros inequívocos de aves del Jurásico”.

Los investigadores utilizaron varios métodos para explorar la posición de Baminornis zhenghensis en el árbol evolutivo de las aves y los resultados de los estudios determinaron que es un descendiente de Archaeopteryx y representa una de las aves más antiguas.

“Si damos un paso atrás y reconsideramos la incertidumbre filogenética del Archaeopteryx, no dudamos de que Baminornis zhenghensis es la verdadera ave jurásica”, dijo Zhonghe.

Similitudes y diferencias con sus ancestros

En este marco, el flamante hallazgo entregó datos por demás valiosos. Es que además del mencionado pigóstilo, el ave encontrada presenta una combinación particular en los rasgos de su anatomía, porque tiene “una cintura pélvica y escapulares similares a las de los pájaros ornitotoracidos.

Sin embargo, otra característica generó intriga entre los investigadores, porque presenta "una estructura plesiomórfica en la mano que se asemeja a la de los dinosaurios no aviares”.

Wang Min, investigador del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología (IVPP, siglas en inglés) de aquella academia y otro de los científicos principales del equipo de investigación, calificó el fenómeno como “muy interesante y contradictorio”.

Tomando como referencia este revelador descubrimiento, los científicos determinaron que la aparición de las aves más antiguas quizás se produjo entre 172 a 164 millones de años hacia atrás, en el Jurásico medio, según Wang.

El estudio, realizado por investigadores del IVPP y el Instituto de Estudios Geológicos de Fujian, fue publicado en el número más reciente de la revista Nature.

Allí, los investigadores destacaron que el Baminornis zhenghensis podría representar un eslabón clave en la evolución de los dinosaurios hacia las aves modernas, ayudando a redefinir la línea de tiempo de ese proceso.

lmneuquen.com

Dinosaurio con manos extraordinarias: UNAM colabora en el hallazgo

Hace 72.5 millones de años, gran parte de lo que hoy es Coahuila estaba cubierta por un mar poco profundo. El clima era similar al de un manglar o una costa tropical actual, con zonas pantanosas, islas y ríos que desembocaban en él. Este entorno albergaba un ecosistema rico en especies tanto terrestres como marinas.

En tierra, dinosaurios con cuernos como el Coahuilaceratops magnacuerna y el Yehuecauhceratops mudei convivían con dinosaurios con vela, como el Tlatolophus galorum y el Velafrons coahuilense, así como con hadrosaurios, entre ellos el Sabinosaurio. En el mar habitaban criaturas como el Deinosuchus, un cocodrilo prehistórico que alcanzaba entre 9 y 12 metros, además de organismos como los amonites.

Debido a su geografía prehistórica, Coahuila fue hogar de una gran diversidad de formas de vida. Sin embargo, el impacto del asteroide en Chicxulub, Yucatán, no solo provocó una extinción masiva que acabó con los dinosaurios y muchas otras especies, sino que también transformó radicalmente el ecosistema del estado. Lo que alguna vez fue un paraíso tropical se convirtió en una zona árida y desértica.

A pesar de ello, los vestigios de vida prehistórica quedaron preservados en diversos yacimientos. Hasta la fecha, en Coahuila se han descubierto al menos 15 especies de dinosaurios, lo que le ha valido el título de “Tierra de dinosaurios”. Este reconocimiento se refuerza con el hallazgo de una nueva especie recientemente descubierta: el Mexidracon longimanus, también conocido como el “dragón mexicano de manos largas”.

Un esfuerzo internacional

Este hallazgo fue posible gracias a una colaboración entre instituciones de México, Estados Unidos y España. Participaron investigadores de la UNAM, la Universidad de Ciencias Geológicas y Sociales de Coahuila y la Benemérita Escuela Normal de Coahuila, junto con expertos del Museo Nacional de Historia Natural de los Estados Unidos, el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont, el Museo Badlands y el Museo de Ciencia y Naturaleza de Denver.

La Dra. Claudia Inés Serrano Brañas, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, formó parte del equipo que realizó este hallazgo en la localidad de Loma Prieta, dentro de la Formación Cerro del Pueblo, cerca del municipio de General Cepeda, Coahuila.

Esta formación data del final del Campaniense, un período que abarcó de aproximadamente 83 a 72 millones de años atrás, cercano a la extinción de los dinosaurios. Debido a su composición geológica, es una zona ideal para encontrar fósiles de estos reptiles y de otros organismos que coexistieron con ellos. Por esta razón, se considera una de las áreas de estudio más importantes para la paleontología en México.

“Este lugar es ideal para quienes se dedican a la paleontología por tres razones: 1) está compuesto por rocas sedimentarias, lo que favorece la preservación de fósiles; 2) su amplia extensión ofrece numerosas áreas de búsqueda, y 3) la ausencia de vegetación facilita la inspección del terreno y la identificación de fósiles que emergen de la tierra”, explicó la Dra. Serrano Brañas.

Conociendo a Mexidracon longimanus

Aunque el hallazgo de Mexidracon longimanus se dio a conocer este año a través de un artículo publicado en Cretaceous Research, sus fósiles fueron descubiertos en 2014. Durante una expedición en la Formación Cerro del Pueblo, el profesor Claudio de León Dávila y la Dra. Belinda Espinosa Chávez encontraron huesos de la columna, brazos, piernas y caderas.

Cuatro años después, la experta de la Facultad de Ciencias fue invitada a participar en el estudio del espécimen. Además de contribuir en la publicación que oficializó al Mexidracon longimanus, colaboró en la limpieza del fósil utilizando herramientas como cepillos, brochas, pinceles, cinceles, martillos, fresas y mini taladros eléctricos.

“Este proceso suele ser muy tardado, pero emocionante. Es como desenvolver un regalo: no sabes qué te espera debajo”, explicó.

Durante la limpieza del ejemplar, el equipo de paleontólogos hizo un descubrimiento inesperado: las manos de este dinosaurio eran extremadamente largas y delgadas, siendo la palma por sí sola más larga que el brazo superior. Debido a esta característica distintiva, su nombre científico hace referencia a dicha parte de su anatomía.

El Mexidracon longimanus pertenecía al suborden de los terópodos, específicamente a la familia de los ornitomímidos. Estos dinosaurios guardaban un cierto parecido con las avestruces, ya que poseían pico pero carecían de dientes, aunque sus mandíbulas eran bastante robustas. Debido a ello, su dieta probablemente consistía en hojas, brotes, flores y frutos. Se cree que los ornitomímidos tenían un recubrimiento de plumas.

Este dinosaurio es único dentro de su grupo, ya que sus manos eran excepcionalmente largas, un rasgo anatómico sin precedentes en el mundo. Además, es el primer ornitomímido descrito formalmente en Coahuila. Este hallazgo confirma que las especies mexicanas pertenecen a linajes distintos a sus contrapartes canadienses y estadounidenses, lo que sugiere la presencia de un conjunto faunístico diferente en nuestro país.

México, un paraíso de “lagartos terribles”

Aunque alguna vez se pensó que México no albergaba dinosaurios, a principios de este siglo comenzó un auge de descubrimientos que cambió por completo esta idea. En yacimientos como El Gallo y La Bocana Roja en Baja California, Cuenca Cabullona en Sonora, Aldama y Aguja en Chihuahua, Piedritas, Cuenca Sabinas y Parras en Coahuila, Cañón Huizachal en Tamaulipas, Barranca de los Bonetes en Michoacán, San Felipe Otlaltepec en Puebla y Ocozocoautla en Chiapas, no solo se han encontrado fósiles de estos “lagartos terribles”, sino también de otros organismos que coexistieron con ellos.

Ante esta situación, la Dra. Claudia Inés Serrano Brañas destacó la necesidad de cambiar esta percepción errónea, ya que México es un territorio rico en fósiles de dinosaurios, especialmente en la región norte.

“En los últimos años, la percepción sobre México en cuanto a los fósiles de dinosaurios ha cambiado significativamente, sobre todo entre las personas y jóvenes que desean dedicarse a la paleontología. Aquí tienen una gran oportunidad para desarrollarse, ya que contamos con yacimientos importantes. Incluso a nivel internacional, ahora nos están reconociendo, lo que es muy positivo porque nos permite colaborar con colegas de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa”, comentó.

Por ello, Serrano Brañas hizo un llamado a los jóvenes interesados en la paleontología a considerar a México como su primera opción para realizar investigaciones.

“Los invito a seguir abriendo camino para las futuras generaciones, tal como lo han hecho destacados paleontólogos mexicanos, como el Dr. René Hernández Rivera. México posee una rica diversidad de fósiles de dinosaurios, algo que se reafirma con el reciente descubrimiento del Mexidracon longimanus”, concluyó.

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