Un equipo internacional de científicos, liderado por la
Universidad de Geociencias de China, ha arrojado luz sobre algunas huellas
inusuales de dinosaurios halladas en el norte de China. La incógnita estaba en
el origen de estas marcas, ya que estos animales tenían cuatro patas y las
huellas registradas corresponden sólo a dos de ellas.
Lida Xing |
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Un equipo internacional de científicos, liderado por la
Universidad de Geociencias de China, ha arrojado luz sobre algunas huellas
inusuales de dinosaurios halladas en el norte de China. La incógnita estaba en
el origen de estas marcas, ya que estos animales tenían cuatro patas y las
huellas registradas corresponden sólo a dos de ellas.
Estudios previos realizados sobre este tipo de rastros han
sugerido que los dinosaurios, que eran demasiado grandes para caminar sobre sus
patas traseras, podrían haber sido nadadores. Los científicos están de acuerdo
en que los dinosaurios podían nadar --casi todos los animales pueden-- pero la
evidencia para la natación también ha sido cuestionada.
Los que defienden esta teoría sugieren que el rastro
pertenece a las huellas dejadas por dos de sus patas, las delanteros, en los
sedimentos cuando remaban para desplazarse por el agua. Mientras, su cuerpo y
las patas traseras, se mantendrían en suspensión.
El nuevo trabajo, publicado en 'Scientific Reports', apunta
a que esto no es posible e, incluso, apunta a que estas huellas son
consecuencia de los pasos de los saurópodos.
Las evidencias, que datan del Cretácico Inferior, es decir,
hace más de 120 millones de años, son más o menos circulares y con un conjunto
claro de cuatro o cinco marcas de garras en la parte delantera. Estas
impresiones coinciden perfectamente con los pies de los dinosaurios saurópodos
de tamaño mediano y cuello largo: los grandes herbívoros como el Brontosaurio o
el Titanosaurio.
Ante la pregunta de, por qué sólo se han conservado las
huellas de las patas traseras, el autor principal, Lida Xing, ha indicado que
"nadie diría que estos enormes dinosaurios podrían caminar sólo sobre sus
patas traseras, porque se caerían. Sin embargo, se puede probar que estaban
caminando porque las impresiones son las mismas que en las huellas más
habituales en las que se pueden contabilizar cuatro pies, sólo que aquí, no se
ven las huellas de las manos".
"Si hubieran sido huellas de natación, con las patas
traseras colgando hacia abajo, en algunas de las impresiones del pie habría
marcas de arañazos, como de un pie que se arrastra", ha aclarado.
Del mismo modo, los científicos indican que el peso del
animal provoca que gran parte de éste se fuera hacia la parte trasera, por lo
que serían estas patas las que presionan más profundo y, por tanto, dejen una
mayor marca en el suelo. Por su parte, las delanteras no aplicaban la
suficiente presión como para hacer una marca duradera.
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