Cuando imaginamos un paisaje ancestral con enormes dinosaurios, solemos visualizarlos caminando, comiendo, peleando, pero ¿les ponemos sonido?
La artista Courtney Brown ha decidido recuperar la voz de los dinosaurios y hacernos rugir por ellos. Con sus colegas de la Universidad Estatal de Arizona ha reproducido el cráneo de Corythosaurus, una de las especies conocidas como pico de pato, que vivió hace 77 millones de años. Cuando una persona sopla a través de él, puede escuchar desde un leve gemido a un rugido impresionante, según la intensidad de su esfuerzo, e imaginar cómo sería el lenguaje de aquellos gigantes ya extintos hace tanto tiempo.
Para elaborar su instalación, Brown escaneó el cráneo de un
Corythosaurus y elaboró a partir de ahí un modelo en 3D con especial atención a
los pasajes de la nariz y del cráneo por los que discurriría el aire para
producir sonido. Después, construyó un prototipo a tamaño real con moldes de
espuma que reproducían esa anatomía y le colocó una laringe artificial por la
que puede soplar una persona. El modelo completo se convierte, así, en un
instrumento musical para tocar “voz de dino”.
La creadora considera que ese esfuerzo necesario para
modularla nos da una idea de las dimensiones del animal, que hasta ahora solo
percibíamos a través de la vista, al ver una reproducción. Gracias a su
instalación, podemos experimentar esa grandeza de otro modo.
La obra recibió una mención honorífica en el prestigioso
concurso 2015 Prix Ars Electronica. Como consecuencia, estuvo expuesta en la última
edición del festival Ars Electronica en Linz (Austria), donde más de mil
personas pudieron probar a sentirse Corythosaurus y expresarse como uno de
ellos. Con mensajes de todo tipo.
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