Berlín, EFE Una exposición en el Museo de Historia Natural
de Berlín, en colaboración con National Geographic y la Universidad de Chicago,
rehace los detalles en torno al descubrimiento y ecosistema del Spinosaurus,
uno de los saurios carnívoros más grandes de los que se tiene noticia.
En 1910, el paleontólogo alemán Ernst Stromer von
Reichenbach encontró, durante una expedición en Egipto, el esqueleto de un
dinosaurio de un tipo hasta entonces no clasificado y le dio el nombre
científico de "Spinosaurus aegyptiacus".
El ejemplar fue destruido durante la II Guerra Mundial y no
se volvieron a encontrar restos de esa especie hasta 2008 y 2009 cuando se
hallaron algunos huesos y dientes en Italia y en Marruecos.
Los nuevos restos y dibujos realizados en su momento por
Ernst Stroemer von Reichenbach permitieron a un equipo dirigido por el
arqueólogo Nizar Ibrahim reconstruir, con ayuda de un ordenador, un esqueleto
completo del Spinosaurus y además lograron comprender mejor la vida de ese
depredador anfibio.
A la reconstrucción del esqueleto, que ya se había mostrado
en una exposición anterior en Washington, siguieron nuevas investigaciones,
aprovechando colecciones paleontológicas ya existentes, destinadas a entender
el ecosistema del spinosaurus.
En el Museo de Historia Natural de Berlín el paleontólogo
Johannes Müller, en colaboración con científicos de Canadá y Sudán, ha hecho
investigaciones destinadas a comprender mejor el cretácico, la época del
Spinosaurus.
El Spinosaurus se suma así a la selección de grandes saurios
del museo berlinés, cuya estrella es el esqueleto de un tiranosaurius rex de 4
metros de alto y 12 metros de largo, bautizado como Tristan.
Se trata de un esqueleto reconstruido por un grupo de
científicos a partir de los restos encontrados en Montana (EEUU) por un
arqueólogo aficionado y se exhibe en la capital alemana desde el pasado
diciembre.
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