LA DIRECCIÓN DE PATRIMONIO CULTURAL DE LA PROVINCIA DE
NEUQUÉN ANUNCIÓ ESTE JUEVES EL HALLAZGO DE LOS RESTOS FÓSILES DE UN ABELISAURO.
LA ESPECIE VIVIÓ EN EL FIN DE LA ETAPA CRETÁCICA Y QUE MEDIA ENTRE CINCO Y SEIS
METROS DE LARGO.
La Dirección de Patrimonio Cultural de la provincia de
Neuquén anunció este jueves el hallazgo de los restos fósiles de un abelisauro,
una especie que vivió hace 66 millones de años, en el fin de la etapa cretácica
y que media entre cinco y seis metros de largo.
Al animal se lo llamó "Viavenator exxoni", que
significa "el cazador del camino de Exxon", en reconocimiento a la
empresa Exxon Mobil, por el apoyo brindado en la preservación y resguardo del
patrimonio paleontológico del área conocida como La Invernada, en la localidad
neuquina de Rincón de los Sauces.
Desde el gobierno provincial informaron que el hallazgo del
ejemplar será presentado en el Museo Argentino Urquiza de esa localidad el
lunes a las 11.30, y el acto contará con la presencia de la directora de
Patrimonio Cultural de la provincia, arqueóloga Claudia Della Negra; el
intendente de la localidad, Marcelo Rucci; y autoridades de Exxon Mobil.
Además, de la presentación participarán los coautores del
trabajo científico, entre los que se destacan Leonardo Filippi, Ariel Méndez,
Rubén Juárez Valieri y Alberto Garrido.
La excelente preservación y la significativa información que
aportó el ejemplar resultaron relevantes para avanzar en el conocimiento de
este grupo de terópodos, los abelisaurios, según se consignó desde el Museo
Argentino Urquiza.
El Viavenator es el primer ejemplar dado a conocer de una
serie que han sido recuperados en la zona de La Invernada y desde el Museo se
informó que continúan las tareas de preparación de fósiles que se hallaron en
la zona.
Los Abelisauros vivieron a finales del período cretácico en
la Patagonia Argentina. Se estima que estos ejemplares alcanzaron una longitud
de 7 metros, tenían un peso medio que podía alcanzar los 2.000 Kilogramos y
eran exclusivamente carnívoros.
Además se desplazaban erguidos sobre sus extremidades
posteriores y poseían enormes garras que utilizaban para acuchillar a sus
presas. Sus dientes eran muy afilados, con lo que podían desgarrar fácilmente a
los animales que cazaban al tiempo que se movían velozmente gracias a sus
poderosas patas traseras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario