'Jurassic World: El reino caído', la nueva entrega de la
saga de dinosaurios dirigida por J.A. Bayona, se ha convertido en el mejor
estreno de 2018 al alcanzar los 6,8 millones de euros en su primer fin de
semana.
Superando los 150 millones de dólares en su primer fin de
semana en Estados Unidos y acaparando el 77% de la taquilla española este fin
de semana, la gran película de Bayona es a la vez escalofriante, poética y
clásica y rinde homenaje a los grandes títulos del pasado
Dirige J. A Bayona,
el autor de 'El orfanato' y 'Lo imposible' y como ya se ha comentado setenta veces
siete imprime un soberbio empaque gótico, un inquietante toque de filme de
terror a este peliculón que bebe en las inagotables fuentes de 'King Kong' (la
secuencia de la subasta de dinosaurios entre los mayores traficantes de armas,
de hombres y de tecnología del planeta; la perfecta escena de la pelea entre el
Tiranosaurio y el Sinoraptor), de 'El mundo perdido' de Sir Arthur Conan Doyle
e incluso de 'E.T' (representado por 'Blue', el velociraptor más inteligente y
emocionalmente próximo a esos especímenes bípedos que acostumbran a creerse
dueños de la Creación). Sin olvidar que la criatura humana clonada nos puede
remitir a la mismísima 'Inteligencia Artificial' que Spielberg heredase de
Kubrick.
Pero hay mucho más, muchísimo más en esta poderosa obra
cinematográfica que ayer sábado, 9 de junio de 2018, recaudó en los cines de
nuestras cercanías y un poco más allá tres millones de euros. Durante mucho
tiempo, su territorio es una isla, 'La isla', Nublar. Un buen puñado de
novelas, cuentos y películas de aventuras suceden en islotes más o menos
malditos. Desde 'Peter Pan' hasta la espléndida 'La piel fría' de Sánchez Piñol
y Xavier Gens (el libro lo tradujo al euskera, a las mil maravillas, Zigor
Garro). Pasando, solo faltaba no hacerlo, por los dominios de 'El malvado
Zaroff'.
No se acaban en las citadas todas las referencias y los
placeres de este 'Jurassic World: el reino caído' porque yo diría que están
concentradas en ella aquellas películas de aventuras que en los años 30 y 40
del pasado siglo sucedían en lugares ignotos donde habitaban seres que el
propio Destino olvidó. Olvidó hacerlos evolucionar. Olvidó, incluso,
destruirlos. Pero también, en los pliegues de esta quinta entrega sobre los
grandes saurios clonados notas el perfume metalizado en puro titanio de
'Robocop'. 'El reino caído' está anclado en el cine que siempre hemos amado. Y
en la literatura. El arranque, submarino, fascinante podría hacernos pensar en
Nemo y su 'Nautilus'. En el 'Kraken' y el monstruo del Lago Ness. El momento en
que un dinosaurio marino parece surgir entre los 'tubos' que toman los
surfistas es fabuloso. Tanto como cualquier puntazo fílmico de nuestro
desaparecido Surfilm Festival.
Pero sigue habiendo más. Mucho más. Porque cuando Nublar ya
es pasto de las llamas, la lava y las cenizas volcánicas (¡qué sensación ver
esas escenas la misma tarde en que El Volcán de Fuego devoró a tanta tierra
fértil en Guatemala!) y el gran contenedor marino pilotado por un ejército de
mercenarios se adentra en alta mar, la imagen del Braquiosaurio que aúlla
recortado sobre el cielo humeante nos hace pensar no solo en el cuento de una
sola línea de Monterroso (cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí)
sino en el soberbio y tan amargo relato de Bradbury 'La sirena del faro'.
Produce Spielberg. Ilumina Óscar Faura que cumplió la misma
tarea en 'Un monstruo viene a verme'. Del montaje se encargó Bernat Vilaplana
que editó 'El laberinto del fauno'. La banda sonora es de Michael Giacchino que
ha firmado no solo la de la fastuosa 'La guerra del planeta de los simios' sino
la de la esa genialidad venidera titulada 'Los increíbles 2'. En el
departamento de sonido hay gente que ha trabajado en 'Tadeo Jones' y en ' Un
pliegue en el tiempo'. Un equipazo al servicio de una historia que, faltaría
más, nos habla, una vez más de cuánto nos gusta jugar a ser dioses y que mal
nos sale casi siempre la jugada. Una frase para el recuerdo 'Los dinosaurios
estuvieron aquí antes que nosotros y puede que lo estén después'. Una imagen
para no olvidar: el león que ruge soberano a un Tiranosaurio que le disputa el
reino de un nuevo mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario