A primera vista, las manchas con formas extrañas que
oscurecen una pieza de ámbar amarilla parecen ser amorfas. Pero, al examinarla
más de cerca, se aprecia una forma concreta.
Un fósil de Electrorana limoae (Lida Xing/China University of
Geosciences)
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Hay dos extremidades anteriores. Al final de cada una de
ellas hay cuatro huesos más pequeños, que dan consistencia a una forma
claramente similar a la de las manos. Dentro de la mancha oscura más grande,
que tiene una parte superior redondeada, las cuencas de los ojos se distinguen.
Es un cráneo.
Se trata de una pequeña y joven rana tropical encerrada
dentro de un trozo de ámbar. Los científicos señalan que el diminuto anfibio,
que mide menos de 2,50 centímetros de largo, vivió hace 99 millones de años
antes de ser enterrado en la savia de un árbol. En ese momento, los dinosaurios
todavía vagaban por la Tierra.
Piezas de ámbar recientemente descubiertas en Myanmar
contienen fósiles de ranas de hace 99 millones de años
(Lida Xing/China
University of Geosciences)
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El fósil es uno de los cuatro que datan del período
Cretácico, lo que proporciona a los científicos la evidencia de que las ranas
habitaban en bosques tropicales húmedos, según un comunicado del Museo de
Historia Natural de la Florida. Los hallazgos fueron publicados en Nature
Scientific Reports.
"Es casi inaudito tener una rana fósil de este período
de tiempo que sea pequeña, que sus huesos pequeños se hayan preservado y que
sea principalmente tridimensional", apuntó el coautor del estudio David
Blackburn, curador asociado de herpetología en el Museo de Historia Natural de
Florida. "Es muy especial", señaló.
Los fósiles incluyen un esqueleto de rana que fue lo
suficientemente completo como para que los científicos lo identifiquen como una
especie nueva llamada Electrorana limote, según el estudio. Los otros fósiles
contienen dos manos y una huella de una rana que probablemente se pudrió dentro
del ámbar.
"Honestamente, todavía estoy asombrado de que haya
ranas en el ámbar", relató Blackburn a Gizmodo. "Es una experiencia
fantástica sostener estas pequeñas gemas y ver las partes de las ranas que
parecen que son del mes pasado", añadió.
Mientras que las ranas han existido durante más de 200 millones
de años, su registro fósil es escaso y, por lo general, sesgado. Estas
especies, según el comunicado, se movían hacia ambientes áridos y estacionales,
y no eran pequeños habitantes de la selva.
Una especie extinta, que ha sido denominada Electrorana
limoae, es la evidencia
directa más antigua de ranas viviendo en bosques
tropicales húmedos.
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Pero ahora, con el descubrimiento de los cuatro pequeños
terrones de ámbar que fueron encontrados en el norte de Myanmar, Blackburn
aseguró que los científicos saben que las ranas han vivido en ambientes
similares a los de la selva durante, al menos, 99 millones de años.
"Estas ranas formaban parte de un ecosistema tropical
que, de alguna manera, podría no haber sido tan diferente a lo que encontramos
hoy en día, salvo los dinosaurios", analizó.
Además de dar a los científicos una visión de la vida de las
ranas antiguas, los fósiles son también los ejemplares conocidos más antiguos
de ranas preservadas en ámbar. Los fósiles anteriores se encontraron en la
República Dominicana y datan de hace unos 40 millones de años.
Los fósiles fueron un hallazgo "milagroso",
comentó a la BBC Lida Xing, otra autora del estudio y paleontóloga de la
Universidad de Geociencias de China en Beijing.
"En China, las ranas, los lagartos y los escorpiones se
denominan 'los tres tesoros del ámbar'", remarca.
Más allá de la rareza del descubrimiento, los fósiles son
fundamentales para ayudar a los científicos a aprender más sobre la historia
evolutiva de las ranas.
"Nuestras comparaciones del esqueleto de estos fósiles
de rana indican que estas ranas preservadas en ámbar eran 'verdaderas ranas', y
pueden representar uno de los linajes más antiguos que se ven hoy en día",
dijo Blackburn a Popular Science.
A pesar de todo lo que aprendieron de los minúsculos restos,
Blackburn añadió que todavía hay bastantes preguntas sin respuesta. El
comunicado oficial aclara que muchas partes como los huesos de la muñeca, la
pelvis, los huesos de la cadera, el oído interno y la parte superior de la
columna vertebral son utilizados por los herpetólogos para descubrir detalles
de la vida de una rana y determinar su relación con otras ranas. Desafortunadamente,
en los fósiles recientemente descubiertos, esas partes cruciales o faltaban o
no se habían desarrollado completamente en la rana joven.
Blackburn admitió que espera que se descubran otras ranas en
ámbar.
"No tenemos muchas comunidades de ranas de una sola
especie en los bosques", subrayó. "Parece extremadamente poco
probable que haya solo un fósil, podría haber muchos más en el camino",
apostilló.
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