Algunos de los primeros organismos complejos en la Tierra se
hicieron grandes no para competir por la comida, sino para una mayor dispersión
de sus crías en la medida de lo posible.
CHARLOTTE KENCHINGTON
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Un estudio publicado en 'Nature Ecology and Evolution', dirigido por la Universidad
de Cambridge, descubrió que los organismos más exitosos que
vivían en los océanos hace más de 500 millones de años fueron los que pudieron
"arrojar" a sus descendientes lo más lejos posible, colonizando así
su entorno.
Antes del periodo Ediacara, entre 635 y 541 millones de años
atrás, las formas de vida eran de tamaño microscópico, pero durante el Ediacara
aparecieron organismos grandes y complejos, algunos de los cuales, como un tipo
de organismo conocido como rangeomorfos, crecieron tan grandes como dos metros.
Estos organismos fueron algunos de los primeros organismos
complejos en la Tierra, y aunque parecen helechos, pueden haber sido algunos de
los primeros animales en existir, aunque es difícil para los científicos estar
completamente seguros. Los organismos ediacaranos no parecen tener bocas,
órganos o medios de movimiento, por lo que se cree que han absorbido nutrientes
del agua a su alrededor.
A medida que los organismos ediacaranos se hicieron más
altos, sus formas corporales se diversificaron, y algunas desarrollaron
estructuras parecidas a tallos para mantener su altura. En los entornos
modernos, como los bosques, existe una intensa competencia entre los organismos
por recursos como la luz, por lo que los árboles y las plantas más altos tienen
una ventaja obvia sobre sus vecinos más pequeños.
"Queríamos saber si había conductores similares para
los organismos durante el periodo de Ediacara --explica la autora principal del
artículo, la doctora Emily Mitchell, del Departamento de Ciencias de la Tierra
de Cambridge--. ¿La vida en la Tierra se hizo grande como resultado de la
competencia?".
Mitchell y su coautora Charlotte Kenchington, de la
'Memorial University of Newfoundland', en Canadá, examinaron los fósiles de
Mistaken Point en el sudeste de Terranova, uno de los sitios más ricos de
fósiles de Ediacara en el mundo. Investigaciones anteriores plantearon la
hipótesis de que el aumento en el tamaño fue impulsado por la competencia por
nutrientes a diferentes profundidades de agua; pero el trabajo actual muestra
que los océanos de Ediacara eran más como un buffet libre.
"Los océanos en ese momento eran muy ricos en
nutrientes, por lo que no había mucha competencia por los recursos, y los
depredadores aún no existían --dice Mitchell, investigador en 'Murray Edwards
College'--. Así que debe haber habido otra razón por la cual las formas de vida
se hicieron tan grandes durante este periodo".
COLONIZACIÓN DE ÁREAS
Como los organismos ediacaranos no eran móviles y se
preservaron en el lugar donde vivían, es posible analizar poblaciones enteras a
partir del registro fósil. Usando técnicas de análisis espacial, Mitchell y
Kenchington encontraron que no había correlación entre la altura y la
competencia por la comida. Los diferentes tipos de organismos no ocuparon
distintas partes de la columna de agua para evitar competir por los recursos,
un proceso conocido como escalonamiento.
"Si estuvieran compitiendo por comida, entonces
esperaríamos encontrar que los organismos con tallos tuvieran niveles muy altos
--explica Kenchington--. Pero encontramos lo opuesto: los organismos sin tallos
eran en realidad más escalonados que aquellos con tallos, por lo que los tallos
probablemente cumplieron otra función".
Según los investigadores, una función probable de los tallos
sería permitir una mayor dispersión de la descendencia, que se produce mediante
la distribución de pequeños propágulos. Los organismos más altos estaban
rodeados por los grupos más grandes de crías, lo que sugiere que el beneficio
de la altura no era más comida, sino una mayor posibilidad de colonizar un
área.
"Si bien los organismos más altos habrían estado en
aguas de flujo más rápido, la falta de niveles en estas comunidades muestra que
su altura no les dio ninguna ventaja clara en términos de absorción de
nutrientes --dice Mitchell--. En cambio, la reproducción parece haber sido la
principal razón por la que la vida en la Tierra se hizo grande cuando lo
hizo".
A pesar de su éxito, los rangeomorfos y otros organismos de
Ediacara desaparecieron al comienzo del periodo Cámbrico hace unos 540 millones
de años, un periodo de rápido desarrollo evolutivo cuando la mayoría de los
principales grupos animales aparecen por primera vez en el registro fósil.
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