Contemporáneos de los dinosaurios, se extinguieron al mismo tiempo:
Restos de pterosaurios fueron encontrados en las cercanías
de Calama y Copiapó. Uno habría sido un poco mayor a una gaviota y el otro,
como un cóndor.
Encontrar restos fósiles conservados por millones de años no
es fácil. Demanda tiempo y también un poco de suerte. Es lo que le ocurrió al
investigador del Museo de Historia Natural de Atacama Osvaldo Rojas. Cuando en
2013 prospectaba con otros paleontólogos la zona de Cerritos Bayos, cerca de
Calama, encontró un bloque de piedra que le llamó la atención.
Al darle un golpe seco con un martillo geológico el trozo se
partió y aparecieron unos extraños huesos. "Parecen ser de un ala. Es lo
que hemos podido determinar hasta ahora, pero todavía hay mucho más atrapado en
la roca", cuenta el paleontólogo de la U. de Chile Jhonatan Alarcón. Él,
junto a Rodrigo Otero y otros investigadores, han analizado los restos desde su
hallazgo y este mes se encuentran realizando nuevas excavaciones en el área
porque esperan encontrar más.
Según Alarcón, quien presentó sus avances en el Congreso
Chileno de Paleontología realizado recientemente en Punta Arenas, el análisis
revela que se trata de un pterosaurio, reptil volador contemporáneo a los
dinosaurios que se extinguieron junto con ellos hace unos 66 millones de años.
En particular, estaría relacionado con los pterosaurios más
tempranos, que vivieron en lo que se conoce como el período Oxfordiano del
Jurásico Superior, esto es hace unos 150 millones de años. Tenían cola larga,
cabeza relativamente pequeña y dientes, una característica que estos animales
perderían posteriormente. "Son abundantes en Europa y Alemania, pero este
es el primero que encontramos en Chile", dice Alarcón.
Cuesta determinar su tamaño, pero estima que debió haber
sido un poco más grande que una gaviota. Es poco más lo que saben porque hasta
ahora han recuperado el hueso de un ala y parte del cuarto dedo. "Estos
animales tenían una membrana fijada al cuarto dedo y los demás los tenían
libres. No sabemos todavía si sus rasgos corresponden a una especie nueva, pero
muestra que estos animales desde hace bastante tiempo ya estaban acá".
agrega el paleontólogo.
Mucho más grandes
El hallazgo en Cerritos Bayos complementa los realizados en
cerro La Isla, al este de Copiapó, desde fines de los años 80. Alarcón retomó
la investigación de este material y también tiene programado hacer una visita
este mes al área. "Se han hecho publicaciones aisladas, pero no se había
vuelto al lugar", indica.
Lo que ha revelado el análisis es que a diferencia de los
pterosaurios basales, los de Copiapó corresponden a individuos de mayor tamaño
-como el de un cóndor- de la familia Ctenochasmatidae, que vivieron en el
Cretácico Superior, entre 145 millones y 100 millones antes del presente. Estos
eran más grandes que los de Calama, semejantes a los pterodáctilos que se
muestran en el cine. Su cola era corta, tenían hocicos largos y estrechos, con
muchos y finos dientes, los que empleaban para filtrar su alimento, tal como
hacen las ballenas de mayor envergadura con sus barbas.
En Argentina se han encontrado restos parecidos y se ha
identificado una especie, el pterodaustro, que sería pariente del chileno.
"Los primeros datos indican que sería una especie diferente".
Los restos de varios individuos están muy fragmentados por
lo que su análisis no ha sido sencillo, reconoce el especialista. "En
principio se pensó que era una colonia, pero también se pueden haber acumulado
por alguna otra razón".
Tampoco saben si los individuos tienen una misma antigüedad
o corresponden a épocas diferentes. Para complementar la información, este mes
visitarán un sitio cercano, pero de la misma formación geológica, donde afloran
rocas semejantes a las del cerro La Isla. "Veremos si tenemos
suerte", dice. El trabajo se hace en el marco del proyecto Anillo de
Ciencia y Tecnología (ACT) 172099, financiado por Conicyt.
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