Larvas fosilizadas junto a restos de huevo y del instrumento
de ecolosión preservados en ámbar han proporcionado la primera evidencia
directa de cómo los insectos nacían hace millones de años.
UNIVERSIDAD DE OXFORD. |
Uno de los ensayos más tempranos y difíciles que enfrentan
todos los organismos es el nacimiento. Los nuevos hallazgos brindan a los
científicos pruebas de cómo los pequeños insectos rompieron la barrera que los
separaba de la vida y dieron sus primeros pasos en un bosque antiguo.
Atrapados dentro de un ámbar libanés de 130 millones de años
de antigüedad, o resina fosilizada, los investigadores encontraron varias
larvas de crisópidos, las cáscaras de huevo partidas de donde nacieron y
estructuras diminutas usadas para eclosionar.
El descubrimiento es notable porque hasta el momento no se
ha reportado evidencia definitiva de estas estructuras especializadas del
registro fósil de los animales que ponen huevos.
Los recién nacidos fósiles se han descrito como la nueva
especie Tragichrysa ovoruptora, que significa "rompedora de huevos" y
"crisópida trágica", por el hecho de que múltiples especímenes fueron
atrapados y sepultados en la resina simultáneamente.
El estudio ha sido realizado por científicos de la
Universidad de Oxford y publicado en Paleontology.
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