Un estudio de las universidades estadounidenses de
Washington y Stanford revela un gran descubrimiento ambiental
Hasta ahora se creía en el meteorito que acabó con los
dinosaurios era el mayor
cataclismo ambiental de la historia. / Mark Garlick /
Science Source
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La mayor extinción masiva de especies jamás registrada en la
Tierra, ocurrida hace 252 millones de años y que eliminó al 96 % de la fauna
marina, fue producto del calentamiento global y dejó a los animales de los
océanos sin suficiente oxígeno para sobrevivir, según un estudio divulgado hoy.
Publicada en la revista Science y realizada por expertos de
las universidades estadounidenses de Washington y Stanford, la investigación
combina modelos climáticos y del metabolismo animal con datos de laboratorio y
registros paleoceanográficos para desentrañar las causas de la extinción masiva
que tuvo lugar a finales del Pérmico.
Fue la más grande de la historia de la Tierra, mayor y mucho
anterior a la de los dinosaurios.
«Es la primera vez que hacemos una predicción mecanicista
sobre qué provocó la extinción que se puede probar directamente con el registro
fósil, lo que nos permite hacer predicciones sobre las causas de extinción en
el futuro», indicó Justin Penn, autor del estudio y estudiante de doctorado en
oceanografía en la Universidad de Washington.
El modelo climático creado por los investigadores reproduce
la configuración de la Tierra durante el Pérmico, cuando los océanos tenían
temperaturas y niveles de oxígeno similares a los de hoy.
10 grados más
Su experimentó consistió en elevar los gases de efecto
invernadero al nivel requerido para hacer que las temperaturas en la superficie
de los océanos subieran unos 10 grados centígrados.
De esa forma reprodujeron los cambios dramáticos ocurridos a
finales del Pérmico en los océanos, que perdieron alrededor del 80 % de su
oxígeno, fundamentalmente en sus áreas más profundas.
Para analizar los efectos de esos cambios en la fauna, los
investigadores consideraron las diferentes sensibilidades al oxígeno y la
temperatura de 61 especies marinas modernas, que han evolucionado en
condiciones ambientales similares a las que habitaban en el Pérmico.
Así detectaron que «muy pocos organismos marinos permanecían
en los mismos hábitats en los que estaban viviendo», ya que se trataba de «huir
o perecer», de acuerdo con Curtis Deutsch, profesor asociado de Oceanografía de
la Universidad de Washington.
El modelo utilizado reveló, además, que las especies que
vivían más cerca de los polos fueron las más afectadas por la falta de oxígeno
y desaparecieron casi por completo.
Si una especie se había adaptado «a un ambiente frío y rico
en oxígeno, esas condiciones dejaron de existir en los océanos poco profundos»,
anotó Deutsch.
Para comprobar los hallazgos de los investigadores de la
Universidad de Washington, los coautores Jonathan Payne y Erik Sperling, de la
Universidad de Stanford, analizaron las distribuciones de fósiles del Pérmico
tardío en la Base de Datos de Paleoceanografía, un archivo virtual.
Ese registro fósil muestra dónde se encontraban las especies
antes de la extinción y cuáles fueron eliminadas por completo o restringidas a
una fracción de su hábitat anterior.
La insuficiencia de oxígeno provocada por el calentamiento
global explica más de la mitad de las pérdidas de diversidad marina en esa
extinción masiva de finales del Pérmico y otros factores, como la acidificación
o los cambios en la productividad de los organismos fotosintéticos, actuaron
como causas adicionales, según estos autores.
La situación a finales del Pérmico, cuando el aumento de los
gases de efecto invernadero en la atmósfera generó temperaturas más altas en la
Tierra, es similar a la actual.
Por tanto, si continúan los niveles actuales de emisiones,
«para el año 2100 el calentamiento en la parte superior del océano se habrá
acercado al 20 % del de finales del Pérmico y para el año 2300 alcanzará entre
el 35 y el 50 %», advirtió Penn.
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