Un equipo multidisciplinar de geólogos y paleontólogos ha
llevado a cabo por primera vez un estudio completo estratigráfico,
paleontológico, paleoambiental y paleogeográfico del registro sedimentario que
contiene algunos de los dinosaurios más emblemáticos y popularmente conocidos
del este de España, como Aragosaurus, Losillasaurus y Turiasaurus (“el gigante
europeo”).
Reconstrucción paleogeográfica de Iberia a finales del
Jurásico Superior.
(Imagen: Campos-Soto y colaboradores (2019), Journal of
Iberian Geology)
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El estudio, publicado en la prestigiosa revista científica
internacional Journal of Iberian Geology, demuestra la edad jurásica de las
unidades geológicas en las que se sitúan los principales yacimientos. Asimismo
cuestiona la validez de diversas formaciones geológicas conocidas
tradicionalmente en España y de otras recientemente descritas en el área
estudiada.
La investigación (realizada por un equipo de la Universidad
Complutense de Madrid, de la Fundación Conjunto Paleontológico de
Teruel-Dinópolis, de la Universitat Autònoma de Barcelona, de la Universidad
Rey Juan Carlos y de la Universidad de Oviedo) acomete por primera vez el
estudio multidisciplinar (estratigráfico, paleontológico, paleoambiental y
paleogeográfico) del registro sedimentario del este de España, caracterizado
por contener abundantes fósiles de dinosaurios y que tradicionalmente se ha
situado en el tránsito Jurásico-Cretácico o en el Cretácico Inferior. En
concreto, se han estudiado en detalle varias áreas de las provincias de Teruel
y Valencia en las que los fósiles de dinosaurio son más abundantes.
A pesar de la riqueza en estos dinosaurios del este
peninsular, no se había realizado un estudio tan amplio que integrara mapas
geológicos, análisis estratigráficos, sedimentológicos y micropaleontológicos
de tanto detalle y en un área tan extensa. Ahora se han estudiado y analizado
diez secciones estratigráficas de la provincia de Teruel (Galve, Cedrillas, El
Castellar, Formiche Alto, Mora de Rubielos, Villel y Riodeva) y de Valencia (Losilla
de Aras-Alpuente, Benagéber y Villar del Arzobispo). El conjunto de todos los
niveles rocosos ahora estudiados supera los 5.500 metros de espesor y durante
la investigación se han recolectado más de 820 muestras de rocas para la
realización de estudios microscópicos detallados. Además, se ha confeccionado
un nuevo mapa geológico que abarca un área de más de 2.100 km2 y en el que se
ha precisado la edad geológica de los sedimentos con yacimientos de dinosaurios
clásicos.
Ambientes.- En todas las áreas estudiadas el registro
sedimentario con dinosaurios está formado por una parte inferior esencialmente
carbonática (calizas) y por una parte superior esencialmente siliciclástica
(areniscas, arcillas) que se depositaron en una plataforma marina somera o muy
somera, conectada lateralmente con ambientes costeros y aluviales (deltas,
llanuras de inundación, entornos de ríos, dunas eólicas etc.). La evolución de
estos sistemas a lo largo del tiempo geológico fue, en general, regresiva
(bajada del nivel del mar) aunque se ha podido registrar un episodio de subida
del nivel del mar en la parte más alta del registro sedimentario estudiado.
Respecto a la edad geológica, en estos sedimentos se han
estudiado con detalle unos microfósiles marinos denominados macroforaminíferos
bentónicos que son muy abundantes en los sedimentos y que sirven para precisar
la datación geológica. Tras su análisis, en el trabajo se concluye que la mayor
parte de los sedimentos que contienen estos microfósiles y también los fósiles
de dinosaurios (como los saurópodos Turiasaurus y Losillasaurus, estegosaurios
como Dacentrurus, carnívoros de diferentes tallas, etc.) corresponde a los
últimos pisos geológicos del Jurásico Superior (Kimmeridgiense–Titoniense), tiene
una antigüedad aproximada de entre 154 y 145 millones de años, y se descarta su
atribución a edades geológicas más recientes del tránsito Jurásico-Cretácico e
incluso del Cretácico Inferior, como anteriormente se había considerado.
Todo lo anterior ha hecho necesaria la revisión de varias
formaciones geológicas previamente establecidas en el área de estudio y se
concluye que debe evitarse el uso de las formaciones denominadas Aldea de
Cortés y El Collado, que tradicionalmente se han asignado al Cretácico, y que
otras dos formaciones que recientemente se habían definido en la provincia de
Teruel, denominadas Aguilar del Alfambra y Galve -mayormente asignadas al
Cretácico-, no deben ser aceptadas. Los nuevos datos indican que los sedimentos
estudiados que contienen los yacimientos con dinosaurios son equivalentes a los
depósitos de una formación geológica del Jurásico Superior denominada Villar
del Arzobispo.
El nuevo estudio también revela que estos depósitos con
dinosaurios del este ibérico se correlacionarían con los depósitos del Jurásico
Superior de otras zonas de la Península Ibérica, como Asturias, Soria y
Portugal, que también contienen abundantes y similares fósiles de dinosaurios.
Esto ha hecho necesario revisar la paleogeografía de Iberia para el Jurásico
Superior.
Los resultados de las investigaciones se han publicado en la
revista científica Journal of Iberian Geology, en un artículo realizado por un
equipo de geólogos y paleontólogos de la Universidad Complutense de Madrid, de
la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis (Museo Aragonés de
Paleontología), de la Universitat Autònoma de Barcelona, de la Universidad Rey
Juan Carlos y de la Universidad de Oviedo. Los autores son: Sonia Campos-Soto,
M. Isabel Benito, Alberto Cobos, Esmeralda Caus, I. Emma Quijada, Pablo
Suarez-Gonzalez, Ramón Mas, Rafael Royo-Torres y Luis Alcalá.
La investigación se ha realizado en el marco de diversos
proyectos de investigación financiados por el Gobierno de España y el Gobierno
de Aragón. (Fuente: Fundación Dinópolis)
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