El multimillonario John Hammond consigue hacer realidad su
sueño de clonar dinosaurios del Jurásico y crear con ellos un parque temático
en una isla remota. Antes de abrirlo al público, invita a una pareja de
eminentes científicos y a un matemático para que comprueben la viabilidad del
proyecto. Pero las medidas de seguridad del parque no prevén el instinto de
supervivencia de la madre naturaleza ni la codicia humana. Los animales
empiezan a sembrar el pánico, especialmente el mayor depredador de la historia
del planeta: El tiranosaurio.
Desde que Steven Spielberg nos presentase Jurassic Park allá
por el año 1993, todos empezamos a soñar con dinosaurios. Y es que, pese a que
han pasado ya unos cuantos años, la realidad es que nunca hemos visto
dinosaurios parecidos a los del sensacional filme. Tormenta, la alambrada
quebrándose, la cabra… ¡Y un rugido de tiranosaurio que todavía hace temblar el
suelo!
¿Cómo se consiguió aquel impresionante sonido? Pues el
trabajo de los diseñadores de sonido del filme fue impresionante. Un trabajo de
investigación que terminó fraguando gracias a la unión del sonido de un caimán,
de un tigre y de un bebé elefante. El resultado fue éste.
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