Tlatolophus, Riparovenator, Berthasaura... Este año, los yacimientos de fósiles de todo el mundo han aportado nuevos y espectaculares conocimientos sobre la edad de los dinosaurios.
En lo que va de año, se han descubierto 42 nuevas especies
de dinosaurios, según Tom Holtz, de la Universidad de Maryland, que mantiene
una base de datos de nuevos hallazgos de dinosaurios. ¿Qué ha mantenido este
ritmo? En primer lugar, dice Holtz, "es que hay más gente haciendo el
trabajo: más ojos sobre el terreno, más equipos, más partes del mundo que se
investigan". La paleontología de los dinosaurios es una disciplina más
diversa y más global que nunca, con enormes beneficios para la ciencia.
Los científicos también tienen un sentido más refinado de lo
que es realmente una "especie" de dinosaurio. Los paleontólogos
dieron en su día el nombre de Iguanodon a fósiles que abarcaban decenas de
millones de años. Las reevaluaciones muestran ahora que el Iguanodon (o
Iguanodonte) es en realidad una especie múltiple, incluida una nueva que se dio a conocer en noviembre.
Además, la tecnología está permitiendo a los científicos
hacer descubrimientos asombrosos sobre los dinosaurios ya conocidos, como
detalles sobre su piel escamosa, sus tractos digestivo y reproductor, su
estructura celular, sus manifestaciones sociales e incluso cómo algunosanidaban en las regiones polares. Los resultados combinados revelan lo diversos
y extraños que eran realmente estos animales prehistóricos. Sin ningún orden en particular, aquí están
10 de los dinosaurios más sorprendentes desvelados por los científicos este
año.
1. El dinosaurio "punk-rock" de Marruecos, con costillas extrañamente puntiagudas
El único fósil conocido de Spicomellus hasta ahora es un único fragmento de costilla con púas. Foto: Trustes of the Natural History Museum, London. |
Hace entre 168 y 164 millones de años, un extraño reptil recorrió lo que hoy es el norte de Marruecos: una criatura con grandes púas que salían de sus costillas y sobresalían de su piel.
El único fósil conocido de este animal, publicado en septiembre en Nature Ecology and Evolution, es un fragmento de costilla con cuatro púas que mide unos 25 centímetros de largo. Basándose en la forma y el tamaño del fósil, los investigadores tienen la firme sospecha de que perteneció a un tipo de dinosaurio acorazado llamado anquilosaurio. El nombre del dinosaurio es Spicomellus afer, por las palabras latinas "espiga" (en inglés, spike), "collar" y "habitante de África".
Spicomellus es el anquilosaurio más antiguo conocido y el
primero encontrado en África. También es una criatura sin análogos conocidos,
vivos o muertos. "Si uno palpa sus propias costillas, hay músculos sobre
ellas que permiten mover los brazos", dice Susannah Maidment, la paleontóloga
del Museo de Historia Natural de Londres que dirigió la investigación sobre el
Spicomellus. "¿Qué hacían con sus músculos cuando sus costillas tenían
claramente púas por encima de la piel?".
El Spicomellus acabó en el museo del Reino Unido a través
del legalmente complejo comercio de fósiles marroquíes. Tras pasar por las
manos de varios mayoristas marroquíes, el hueso de la costilla llegó a Moussa
Direct, un comerciante de fósiles con sede en el Reino Unido que vendió el
espécimen al museo.
Al principio, el personal del museo pensó que el hueso
formaba parte del estegosaurio marroquí Adratiklit, ya que procedía de la misma
zona de las montañas del Atlas del país. Pero Maidment y sus colegas pronto se
dieron cuenta de que el fósil pertenecía a algo nuevo, lo que lo hacía mucho
más significativo. El Museo de Historia Natural estableció entonces un acuerdo
con la Universidad Sidi Mohamed Ben Abdellah de Fez (Marruecos) para investigar
juntos el fósil.
El equipo de Maidment rastreó los pasos del fósil a través
de la cadena de suministro hasta el sitio de excavación original, que visitó en
2019. El coautor del estudio, Driss Ouarhache, geólogo de la Universidad Sidi
Mohamed Ben Abdellah de Fez (Marruecos), también visitó el lugar en 2020 para
recoger datos geológicos cruciales. Según Maidment, la universidad de Ouarhache
está construyendo un nuevo museo, que incluirá espacio para albergar futuros
fósiles del yacimiento de Spicomellus.
2. El mayor dinosaurio conocido de Australia
En lo más profundo del interior de la provincia australiana
de Queensland, al suroeste del país, la familia Mackenzie lleva generaciones
dirigiendo un rancho de ovejas y ganado cerca de la pequeña comunidad de Eromanga.
En 2004, el adolescente Sandy Mackenzie encontró indicios de que el rancho
había sido el hogar de algunos de estos antiguos titanes.
A partir de 2006, los Mackenzie y un equipo dirigido por el
paleontólogo del Museo de Queensland, Scott Hocknull, excavaron periódicamente
los lechos óseos del rancho y descubrieron el mayor dinosaurio conocido de
Australia.
Apodado "Cooper" por el nombre de un arroyo
cercano, los fósiles del animal pasaron más de una década sometidos a estudios
científicos, incluyendo escaneos en 3D de las superficies de los huesos. Ese
largo análisis, publicado en junio en la revista PeerJ, confirma que el
dinosaurio de unos 95 millones de años es una nueva especie, llamada
Australotitan cooperensis.
El Australotitan es un titanosaurio, un subgrupo de los
saurópodos de cuello largo que incluye a los animales más grandes que jamás
caminaron sobre la tierra, como el gigantesco Patagotitan de Argentina. Los
huesos de la parte superior de las patas del Australotitan medían al menos 1,80
metros de largo cada uno, y se calcula que el animal completo pesaba entre 26 y
82 toneladas en vida.
Los restos del dinosaurio residen ahora en el nuevo Museo de Historia Natural de Eromanga, fundado por los propios Mackenzie.
3. El exquisito dinosaurio mexicano con cresta en forma de coma
En esta representación artística. dos Tlatolophus caminan por las costas del Cretácico en lo que hoy es el sur de México. Foto de ilustración: Marco A. Pineda. |
El Tlatolophus galorum es un tipo de dinosaurio herbívoro
llamado lambeosaurio. El dinosaurio se llama así porque su espectacular cresta
se asemeja al tlahtolli, un símbolo en forma de coma en el arte azteca que
significa "palabra" en la lengua náhuatl. El nombre de la especie,
galorum, combina dos apellidos, Garza y López, en honor a las personas que
ayudaron al descubrimiento del fósil.
El Tlatolophus probablemente medía unos 8 metros desde el
hocico hasta la cola y medía unos 2 metros de altura hasta la cadera. Basándose
en su cráneo bien conservado, los científicos creen que el animal era un primo
cercano del icónico lambeosaurio crestado Parasaurolophus, que se ve bebiendo
de un lago cerca del comienzo de la película Parque Jurásico.
El Tlatolophus amplía la diversidad de formas de cresta
conocidas, que probablemente desempeñaban un papel importante en la vida social
de los dinosaurios, en parte por afectar al sonido de sus llamadas.
4-5. La "garza del infierno" y el "cazador de ribera" de la isla de Wight
Descritos en la revista Scientific Reports en septiembre,
los fósiles encontrados en la isla revelan dos nuevos tipos de espinosaurios,
un enigmático grupo de grandes dinosaurios depredadores que incluye al icónico
"dinosaurio nadador" Spinosaurus.
Ceratosuchops inferodios se traduce como "garza del
infierno con cuernos y cara de cocodrilo", inspirado en la teoría de que
los espinosáuridos eran depredadores de ribera como las garzas actuales.
Riparovenator milnerae significa "cazador de ribera de Milner", en
homenaje a la experta británica en espinosaurios Angela Milner. Cada dinosaurio
medía probablemente unos 1,8 metros de largo y 2 metros de alto hasta la
cadera.
Ceratosuchops y Riparovenator aportan conocimientos
cruciales sobre los espinosáuridos, poco conocidos, y arrojan luz sobre los
orígenes evolutivos del grupo. La mayoría de los espinosáuridos más antiguos
vivían en lo que hoy es Europa, lo que sugiere que la patria ancestral del
grupo estaba en el hemisferio norte. (Lee más sobre el origen del Spinosaurus).
6. Un desdentado de Brasil
En noviembre, un equipo de investigación brasileño dio a
conocer un notable dinosaurio sin dientes en la revista Scientific Reports. La
criatura fósil, llamada Berthasaura leopoldinae, es el fósil más completo de su
tipo y edad jamás encontrado en Brasil. Lleva el nombre de dos influyentes
mujeres brasileñas: Bertha Maria Júlia Lutz, zoóloga y pionera en la defensa de
los derechos de la mujer, y la primera emperatriz de Brasil, Maria Leopoldina,
que desempeñó un papel fundamental en la consecución de la independencia del
país.
El Berthasaura se encontró en rocas de entre 125 y 100
millones de años. Con un metro y medio de longitud, el animal era bastante
pequeño y ágil. Su pico parecía estar hecho para mordisquear plantas y
posiblemente pequeñas presas. Otros grupos de terópodos tenían picos como los
de las aves modernas, incluidos los ornitomímidos desdentados "imitadores
del avestruz", pero Berthasaura pertenece a los ceratosaurios, un grupo de
dinosaurios normalmente dentados que se alimentan de carne.
El primer ceratosaurio desdentado conocido, Limusaurus,
procede de China, por lo que encontrar uno totalmente diferente en Sudamérica
significa que la desdentación probablemente evolucionó al menos dos veces de
forma independiente entre los ceratosaurios. Berthasaura pone de manifiesto las
diversas estrategias dietéticas de este grupo, profundizando en nuestro
conocimiento de cómo se ganaban la vida los antiguos dinosaurios.
7. Un extraño dinosaurio chileno con un arma de cola en forma de cuchilla
El esqueleto fósil, presentado en diciembre en la revistaNature, pertenece a un nuevo tipo de pequeño dinosaurio acorazado llamado Stegouros elengassen. La criatura recibe su nombre por su extraña "cola de tejado" y por ser una bestia acorazada en la mitología del pueblo Aónik'enk de la Patagonia. El novedoso armamento de su cola recibe el nombre de macuahuitl, en honor a un garrote con cuchillas que blandían los aztecas.
El Stegouros es un extraño mosaico anatómico. El cráneo, los
dientes y la cola en forma de garrote del dinosaurio son clásicamente
anquilosáuricos, parecidos al Ankylosaurus y a otros dinosaurios con armadura
tardía. Sin embargo, los esbeltos huesos de las extremidades y la pelvis del
dinosaurio se asemejan a los de estegosaurios como el Stegosaurus, que se
habían extinguido hace decenas de millones de años en la época de Stegouros.
Stegouros también llena un importante vacío evolutivo. Se
han encontrado muy pocos dinosaurios acorazados en las tierras que una vez
formaron Gondwana, el antiguo supercontinente que comenzó a separarse durante
la era de los dinosaurios. Antes de Stegouros, sólo se habían encontrado dos
dinosaurios con armadura en lo que fue el sur de Gondwana, y ninguno es tan
completo como el animal recién descrito.
8-9. Dos enormes dinosaurios encontrados en la mina de oro
de los pterosaurios de China
Los afloramientos rocosos cerca de Hami, una ciudad de la
región autónoma de Xinjiang, en el noroeste de China, son más conocidos por sus
increíbles fósiles de pterosaurios, reptiles voladores que vivieron junto a los
dinosaurios. Pero ahora los investigadores han encontrado por primera vez
huesos de dinosaurio en estos sedimentos, y pertenecen a dos especies nunca
vistas.
Estos huesos, descritos en agosto, proceden de dos tipos de
saurópodos, o dinosaurios de cuello largo. Uno de ellos, Silutitan sinensis,
lleva el nombre de la palabra china mandarín que designa la Ruta de la Seda, y
el otro, Hamititan xinjiangensis, rinde homenaje al lugar del descubrimiento.
Los dos dinosaurios eran enormes. Las distintivas vértebras
del cuello de Silutitán, los únicos fragmentos del animal encontrados hasta
ahora, miden entre 45 y 54 centímetros de largo cada una. A modo de
comparación, las vértebras del cuello más largas de las jirafas modernas miden
menos de 28 centímetros. Hamititan se conoce por una serie de huesos de la cola
que miden al menos 20 centímetros, y la cola del animal estaba formada por
docenas de estos huesos.
Silutitan y Hamititan contribuyen a nuestro conocimiento de
los saurópodos que vivieron en lo que hoy es Asia durante el Cretácico
temprano, hace entre 145 y 100 millones de años. El descubrimiento también
afina la imagen de los científicos sobre cómo los dinosaurios saurópodos se
extendieron y diversificaron por la antigua Tierra.
10. Un dinosaurio japonés del último capítulo de la Era
Mesozoica
En 2004, un cazador de fósiles aficionado llamado Shingo
Kishimoto estaba buscando entre las rocas de una cantera de cemento en la isla
japonesa de Awaji cuando dio con un hallazgo extraordinario: los huesos de un
dinosaurio que vivió hace más de 71 millones de años.
Este fósil, descrito en abril, es el segundo dinosaurio de
Japón que vivió durante la era del Maastricht, que duró desde hace 72 millones
hasta 66 millones de años, hasta la extinción provocada por un asteroide al
final del Cretácico. El dinosaurio, Yamatosaurus izanagii, recibe su nombre de
un antiguo término que designa una parte del archipiélago japonés, así como de
Izanagi, una deidad de la mitología japonesa.
El Yamatosaurus es un hadrosaurio, un amplio grupo de
herbívoros con "pico de pato" que incluye al Tlatolophus, el
dinosaurio con la cresta de la cabeza en forma de coma. El Yamatosaurus
pertenece a una rama "fantasma" del árbol genealógico que se separó
hace unos 95 millones de años, muy al principio de la existencia de los
hadrosaurios.
El fósil ayuda a revelar que los hadrosaurios pertenecientes
a las primeras ramas del árbol genealógico, como el Yamatosaurus, estaban muy
extendidos por lo que hoy es Asia y el este de Norteamérica. Sin embargo, no
abundaban en el oeste de América del Norte ni en Europa, donde vagaban primos
de ramas posteriores como el Tlatolophus. El hallazgo sugiere que el este de
Asia puede haber dado refugio a algunas de las ramas más antiguas del árbol
genealógico de los hadrosáuridos, incluso cuando otros linajes del grupo
continuaron diversificándose a lo largo del Cretácico tardío.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.
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