Científicos han documentado el descubrimiento de dos nuevas especies de gusanos acorazados fosilizados en Australia, Lepidocoleus caliburnus y Lepidocoleus shurikenus, de unos 400 millones de años.
Lepidocoleus shurikenus - UNIVERSIDAD DE MISSOURI |
Sarah Jacquet, profesora asistente de ciencias geológicas en
la Facultad de Artes y Ciencias de MU y primera autora del estudio, cree que la
investigación ofrece una nueva forma para que los científicos investiguen cómo
funcionaron diferentes sistemas biológicos blindados a lo largo del registro
fósil.
"Al usar micro-CT, podemos separar virtualmente los
componentes individuales de la armadura", dijo Jacquet en un comunicado.
"Eso nos permite ver cómo protegió a estos gusanos hasta que,
desafortunadamente, se extinguieron durante uno de los principales eventos de
extinción en el registro fósil. Podemos manipular los modelos virtuales para
determinar cómo se movían las piezas de armadura individuales entre sí, así
como determinar el grado de superposición entre ellos".
En el momento de su existencia, estos gusanos probablemente
vivían cerca de los arrecifes de coral en aguas poco profundas en lo que ahora
es tierra en Australia. El estudio identificó que estos gusanos tienen dos
sistemas de blindaje superpuestos: uno a lo largo del esqueleto del organismo y
el otro a ambos lados del gusano. Si bien aún no se han establecido
correlaciones directas entre estos gusanos y cualquier especie moderna, Jacquet
cree que su estudio puede profundizar nuestra comprensión de la evolución
convergente.
"La evolución convergente es donde grupos diferentes y
no relacionados adaptan características similares", dijo Jacquet. "Si
bien esta armadura es una adaptación bastante única, y que claramente funciona
bien para entornos particulares y protege contra depredadores particulares,
vemos otras adaptaciones similares en un par de grupos de animales no
relacionados, como pangolines, chinches y milpiés".
Jacquet dijo que Lepidocoleus caliburnus lleva el nombre de
la famosa espada "Excalibur" de la leyenda artúrica, y Lepidocoleus
shurikenus se llama así por su parecido con el contorno de shuriken, la palabra
japonesa para lanzar estrellas. Los planes futuros para este trabajo incluyen
el uso de modelos virtuales para estudiar cómo les fue a estos sistemas de
blindaje contra diferentes tipos de factores estresantes, como el ataque de un
depredador.
El estudio se publicó en Papers in Paleontology.
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