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Tras los hallazgos hechos en territorio venezolano los últimos años, el jefe del Laboratorio de Paleontología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), Ascanio Rincón, planteó la necesidad de crear en el país una Academia de Paleontología, que permita formar nuevas generaciones y sostener el desarrollo de las investigaciones sobre las especies prehistóricas que se realizan en la nación.
Tras los hallazgos hechos en territorio venezolano los últimos años, el jefe del Laboratorio de Paleontología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), Ascanio Rincón, planteó la necesidad de crear en el país una Academia de Paleontología, que permita formar nuevas generaciones y sostener el desarrollo de las investigaciones sobre las especies prehistóricas que se realizan en la nación.
Luego del hallazgo de una nueva especie de perezoso prehistórico de gran tamaño en el desierto de Urumaco, en Falcón, el paleontólogo dijo que era urgente crear una academia para continuar y ampliar los estudios de paleontología en el país porque "cada rincón está lleno de fósiles", destacó, citado en nota de prensa del IVIC.
En 2013, cuando fue creado el Laboratorio de
Paleontología, Rincón señaló que además de este importante centro, era
fundamental crear una escuela que trascendiera al laboratorio.
En esa ocasión, al ser abordado sobre la importancia de
conocer la prehistoria, respondió: "La clave del presente está en el
pasado", de ahí la importancia de masificar el estudio de la ciencia, que
interpreta la vida pasada en la tierra a través de los fósiles.
Nuevos hallazgos
Los últimos meses se han divulgado hallazgos
paleontológicos de gran importancia en el país.
En 2014 fueron hallados en los Andes venezolanos fósiles
de dos especies prehistóricas. En agosto, fueron restos del denominado Laquintasaura
venezuelae, un dinosaurio herbívoro que vivió hace aproximadamente 200 millones
de años. Mientras que en octubre fueron encontrados los fósiles del Tachiraptor
Admirabilis.
Laquintasaura venezuelae se convirtió en el primer
dinosaurio hallado en el norte de América del Sur. Esta especie pertenece al
orden de los Ornitisquios, conocidos como los dinosaurios de cadera de ave, que
incluye ejemplares como el 'Stegosaurus' y el 'Iguanodon'.
Laquintasaura venezuelae era del tamaño de un perro
pequeño, de un metro de longitud, y caminaba sobre dos patas traseras.
Sobre el Tachiraptor Admirabilis se encontraron la tibia
y fragmentos de la pelvis, partes que permitieron identificar que se trata del
primer dinosaurio carnívoro que vivió en lo que hoy es Venezuela durante el
Jurásico.
Este ejemplar prehistórico comparte las raíces del árbol
filogenético de la evolución de los dinosaurios carnívoros junto a dos especies
que también habitaron el planeta hace 200 millones de años: el Dilophosaurus
hallado en Arizona (Estados Unidos) y Cryolophosaurus, descrito en la
cordillera antártica.
Investigadores del IVIC pudieron precisar que se trata de
un animal bípedo relativamente pequeño de aproximadamente 1,5 metros de largo.
Este estudio fue publicado el miércoles 8 de octubre de
2014 en la revista Royal Society Open Science.
Más recientemente, el equipo de investigadores integrado
por Andrés Solórzano, Mónica Núñez, Damián Ruiz y el experto mundial en
perezosos, Gregory McDonald, junto a Ascanio Rincón, hallaron restos de un
esqueleto que data de hace nueve u once millones de años, en el municipio
Urumaco, al occidente del estado Falcón. Se trata de las partes de una nueva
especie de perezoso prehistórico.
Los investigadores constataron que el animal, nombrado
Eionaletherium tanycnemius, que significa "bestia de piernas largas que
vagaba por la playa", pesaba 1.098 kilogramos, lo que equivale a un
vehículo pequeño.
Los primeros datos indican que el perezoso hacía vida
marina debido a que el esqueleto estaba acompañado de moluscos y otros
elementos del mar, además de que la configuración del fémur y la tibia hallados
son similares a los de las focas. Sin embargo, confirmaron que no se trataba de
un animal acuático por la falta de engrosamiento en la corteza de los huesos,
propio de las especies que se sumergen en el mar para conseguir alimento.
La época a la que corresponde el fósil es la conocida
como Mioceno Tardío de la era Cenozoica, hace 25 millones de años, cuando
Suramérica era una gran isla separada del resto del continente debido a la
ausencia del istmo de Panamá, el cual surgió hace 2,8 millones de años
conectando a América del Sur con América del Norte.
AVN
ARB
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