El cráter de Chicxulub es el único lugar del mundo que permite estudiar el origen de la vida, la posible extinción masiva de los dinosaurios, y el fenómeno geológico
El cráter de Chicxulub es el único lugar del mundo que permite estudiar el origen de la vida, la posible extinción masiva de los dinosaurios, y el fenómeno geológico. |
MÉRIDA, 2 de abril.- El cráter de Chicxulub podría fortalecer la teoría de que el origen de la vida está relacionado con los choques e impactos entre meteoritos, consideró el especialista de la Universidad de Texas at Austin, Estados Unidos, Sean Gulick.
En entrevista, mencionó que este cráter es el único lugar
del mundo que permite estudiar tres preguntas básicas: el origen de la vida, la
posible extinción masiva de los dinosaurios, y el fenómeno geológico que ha
conformado el sistema solar a lo largo de su historia.
En cuanto al tema del origen de la vida, precisó que
actualmente existen por lo menos diez teorías sobre el tema y una de éstas es
que podría haberse generado por el impacto entre meteoros o bien con planetas.
‘Existe la teoría de que la vida se originó debajo de la
superficie de los asteroides y meteoros y con los choques entre éstos, esas
formas de vida empezaron a emerger hasta llegar a la superficie y de ahí se
empezaron a generar nuevos formas de vida”, explicó.
Y precisamente el cráter de Chicxulub, al que se le
relaciona con un la extinción masiva sobre la tierra, podría reforzar esa
teoría ya que permitiría observar cómo volvió a resurgir la vida en el planeta,
después de casi desapareció tras el impacto de un gran meteoro hace unos 65
millones de años.
Además, otro factor que hace único a este cráter es que
contiene una cordillera montañosa circular, en donde las montañas tienen entre
400 y 500 metros de altura, y que serán objeto de estudio a través de una perforación
entre marzo y abril del próximo año.
‘Todas estas características lo hacen único, al mismo
tiempo que es el mejor conservado, pues los que están en la superficie
terrestre se encuentran erosionados a consecuencia del aire, lluvia y otros
factores”, subrayó.
De hecho, en el planeta existen tres grandes cráteres, de
tamaños similares, de los cuales, el de Canadá y Sudáfrica, “son muy viejos”,
ya que datan de hace un mil quinientos millones de años, además de estar
alterados y erosionados.
Mientras que en el caso del Cráter de Chicxulub, éste se
originó cuando la península de Yucatán aún no emergía, por lo que durante ese
proceso la cicatriz se fue llenado de sedimentos marinos, los cuales
permitieron que no sufriera daños.
Se trata de un cráter “más joven” y mejor conservado dado
que no hay actividad tectónica ni volcánica, además, luego del choque se llenó
de agua de mar y empezó a cubrirse poco a poco de sedimentos hasta que del
sitio del impacto empezó a surgir vida nuevamente.
Por esa razón, dijo, el interés de la comunidad
científica en estudiarlo pues sin duda puede generar datos e información muy
relevante para entender el origen de la vida, y como ésta resurgió de un evento
tan contundente como lo fue el impacto de un gran meteoro de unos 14 kilómetros
de ancho.
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