miércoles, 15 de abril de 2015

Se extraerán muestras del cráter del asteroide que acabó con los dinosaurios

PERFORACIÓN A 5.000 METROS


Foto: DONALD E. DAVIS.





















Un equipo de investigadores planea perforar en 2016 cerca de 5.000 metros por debajo del fondo del mar, para tomar muestras de la base del cráter del asteroide que acabó con los dinosaurios.   

Los dinosaurios y otros reptiles dominaron el planeta durante 135 millones de años. Todo eso cambió hace 65,5 millones de años cuando un asteroide de nueve kilómetros de ancho chocó contra la Tierra, desencadenando una serie de eventos apocalípticos que mataron a la mayoría de grandes animales y plantas, y acabó con los dinosaurios y los grandes reptiles marinos. El evento preparó el escenario para los mamíferos –y, finalmente, los seres humanos-.

Sean Gulick, un investigador del Instituto de Geofísica (UTIG) de la Universidad de Texas en Austin, y un equipo de científicos del Reino Unido y México están trabajando para tomar las primeras muestras de núcleos de alta mar, cerca del centro del cráter de impacto, que se llama Chicxulub, como el pueblo costero en la Península de Yucatán, cerca del centro del cráter. 

El equipo, dirigido por Gulick y Joanna Morgan, del Imperial College de Londres, hará un muestreo del 'anillo de picos’ del cráter –un anillo enigmático de rocas topográficamente elevadas que rodea el centro del cráter, que se eleva por encima de su piso y ha estado enterrado durante 65,5 millones de años por sedimentos.

Un anillo de picos es una característica que está presente en todos los cráteres causados por grandes impactos en planetoides rocosos. Mediante el muestreo del anillo de picos Chicxulub y analizando sus principales características, los investigadores esperan descubrir los detalles del impacto que pusieron en marcha una de las más profundas extinciones del planeta, mientras que también arrojan luz sobre los mecanismos de grandes impactos en la Tierra y en otros planetas rocosos.

Los investigadores están interesados en examinar las huellas de la vida que puede haber vivido en el interior de las rocas de la cima del anillo. Lecturas de densidad de las rocas nos indican que probablemente están muy rotas y son muy porosas, características que pueden haber servido como microambientes protegidos para la vida exótica que podría haber prosperado en el ambiente caliente, químicamente enriquecido del sitio del cráter después del impacto. Además, la primera recuperación de la vida marina debe registrarse dentro de los sedimentos que llenaron el cráter en los millones de años después del impacto.




















SEDIMENTOS   

"Los sedimentos que llenaron el cráter deben tener el registro de organismos que vivían en el fondo del mar y en el agua después del evento de extinción masiva", dijo Gulick. "La esperanza es que podamos ver la vida volver".  
 
La expedición tendrá una duración de dos meses, y penetrará casi 5.000 metros bajo el fondo marino desde una plataforma en alta mar. El núcleo será la primera muestra completa de las capas de roca de cerca de centro del cráter. 

Una vez extraído, el núcleo será enviado a Alemania y se dividirá en dos. La mitad será analizada inmediatamente por un equipo internacional de científicos de los EE.UU., Reino Unido, México y otros países, y la otra mitad se guardará en un repositorio central de la Universidad Texas A & M para futuras necesidades de investigación por parte de la comunidad internacional.

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