Este lagarto de 3 metros de longitud y visión binocular cazaba de noche bajo las aguas hace 72 millones de años
El cráneo del reptil se encuentra en excelente estado de conservación - Takuya Konishi/University of Cincinnati |
Era mucho más pequeño que el descomunal Godzilla, pero este
monstruo marino japonés existió de verdad. Un grupo internacional de
investigadores ha descubierto en un arroyo de la localidad de Mukawa, en el
norte del país, el fósil de un reptil marino de 72 millones de años
extraordinariamente bien preservado. El animal, que existió durante el período
Cretácico tardío justo antes de los últimos dinosaurios, como el Tiranosaurio y
el Triceratops, medía unos 3 metros de longitud, poca cosa en comparación a otras
especies de la misma familia hasta cuatro veces más grandes, pero tenía una
característica particular: cazaba peces y calamares brillantes durante la noche
gracias a sus ojos frontales, comparables a los de un búho actual. El curioso
especimen ha sido dado a conocer en una publicación científica del Museo deHistoria Natural de Londres.
El descubrimiento del Phosphorosaurus ponpetelegans, de la
familia de los mosasaurios, en este punto del planeta demuestra que esta
especie fue capaz de colonizar todo el hemisferio norte. «Descubrimientos
anteriores de este raro mosasaurio se han producido a lo largo de la costa este
y la del Pacífico de América del Norte, Europa y África del Norte, pero este es
el primero en llenar la brecha entre el Medio Oriente y el Pacífico Oriental»,
explica Takuya Konishi, de la Universidad de Cincinnati y miembro del equipo de
investigación.
Debido a que el fósil está tan bien conservado, los
investigadores saben que la criatura tenía visión binocular, sus ojos estaban
puestos en la parte frontal de la cara, lo que proporciona la percepción de
profundidad. La estructura del ojo de estos mosasaurios más pequeños era
diferente a la de sus primos más grandes, cuyos ojos estaban a cada lado de sus
enormes cabezas, como si se tratara de un caballo. Los ojos y las cabezas de
los mosasaurios más grandes fueron formados para mejorar la natación en busca
de presas que incluyen peces, tortugas e incluso pequeños mosasaurios.
Pero en el Phosphorosaurus, «los ojos mirando hacia el
frente proporcionan percepción de profundidad a la visión, y son comunes en las
aves de presa y otros mamíferos depredadores que habitan hoy entre nosotros»,
dice Konishi. Paradójicamente, estos pequeños mosasaurios no eran tan buenos
nadadores como sus contemporáneos más grandes porque sus aletas no estaban tan
bien desarrolladas.
Por este motivo, los investigadores creen que estos reptiles
marinos más pequeños cazaban por la noche, mientras que sus primos más grandes
lo hacían de día, al igual que el búho comparado con las aves diurnas rapaces
como las águilas. La visión binocular en los animales nocturnos duplica el
número de fotorreceptores para detectar la luz. Y, al igual que los búhos con
sus ojos muy grandes para alimentar los receptores de luz, estos pequeños
reptiles tenían grandes cuencas en los ojos.
Los investigadores creen que el Phosphorosaurus se
alimentaba de peces y calamares bioluminiscentes durante la noche, cuyos
fósiles se han encontrado en el norte de Japón, mientras que sus primos
submarinos más grandes cazaban durante el día.
El fósil, encerrado en una roca, estaba tan bien preservado
que los investigadores fueron capaces de construir un cráneo perfecto con la
excepción del tercio anterior del hocico. «Esto no es una reconstrucción
virtual utilizando el software del ordenador. Es una reconstrucción física que
vuelve a la vida para mostrar asombrosos detalles sin distorsiones», dicen los
investigadores.
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