La especie recién descubierta era un carnívoro del tamaño de
cuatro leones
Silueta de Kayentapus ambrokholohali. Al menos llegaba a los
nueve metros
de altura y 12 de largo - Fabien Knoll y Lara Sciscio
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Un equipo internacional de paleontólogos ha encontrado
huellas de una criatura que vivió en el actual África meridional hace unos 200
millones de años. Se trata de Kayentapus ambrokholohali, una nueva especie
presentada recientemente en PLOS ONE y que está representada por un dinosaurio
de nueve metros de altura que pertenecía al temible grupo del Tyrannosaurus
rex: el de los megaterópodos, criaturas inmensas que se alimentaban de carne y
que caminaban sobre dos patas. Por eso también se les conoce como «megacarnívoros».
La nueva especie ha sido descubierta gracias al trabajo de
un equipo de científicos de la Universidad de Mánchester (Reino Unido), de
Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y de San Pablo (Brasil) alrededor de unas de las
mayores huellas descubiertas en África. Recuerdan mucho a las de un ave actual
pero con un tamaño gigantesco. Están formadas por tres dedos y miden unos 57
centímetros de largo y 50 de ancho. Según los cálculos de los paleontólogos,
pertenecían a un animal de nueve metros de alto y 12 de largo, como cuatro
leones actuales.
El paleontólogo Fabien Knoll junto a las huellas de la
especie recién descubierta.
Fabien Knoll
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«Este último descubrimiento es muy interesante porque arroja
nueva luz sobre un tipo de carnívoro que rugió en lo que ahora es el Sur de
África», ha dicho en un comunicado Fabien Knoll, investigador de la Universidad
de Mánchester. «Además, esta es la primera prueba de la presencia de un animal
tan grande en un paisaje dominado por varios herbívoros, omnívoros y
dinosaurios carnívoros mucho más pequeños. Realmente debió estar en la cima de
la cadena alimentaria».
Los investigadores están convencidos de que las huellas se
remontan al Jurásico temprano, en una era en que la mayoría de los terópodos
eran mucho más pequeños que Kayentapus ambrokholohali: de hecho, apenas solían
medir entre tres y cinco metros de largo. Pero ya al final del Jurásico y al
comienzo del Cretácico, hace unos 145 millones de años, aparecieron los grandes
terópodos, como el famoso T. Rex.
«Este descubrimiento marca la primera aparición de un
carnívoro muy grande a comienzos del Jurásico en Gondwana –el gran continente
que después se fragmentó y dio lugar a África y a otra masas de tierra–. Esto
convierte al hallazgo en algo significativo», ha dicho Lara Sciscio,
investigadora en la Universidad de Ciudad del Cabo y coautora del estudio. De
hecho, según añadió, «solo hay un ejemplo comparable en edad con unas huellas
de ese tamaño, pero este fue encontrado en Polonia». De esta forma, el filme
Parque Jurásico, que presentaba animales gigantes en una época en la que se
creía que no tenía ese tamaño.
Las huellas fueron encontradas en la antigua superficie de
un lago, (en lo que se suele conocer como paleosuperficie), en el distrito de
Maseru (Lesoto). Alrededor de las huellas se encontraron restos de grietas de
desecación y marcas de corrientes que indican la pretérita presencia de agua.
Tal como ha concluido Knoll, si hasta ahora se habían
encontrado huellas de terópodos del Jurásico al sur de África, incluyendo
huellas y hasta marcas de las colas y los cuerpos, ahora también tienen
evidencias de la presencia de los más grandes: los megacarnívoros.
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