El ejemplar más joven jamás registrado de este antiguo reptil
marino conservaba en lo que fue su estómago los restos de un calamar
prehistórico
Recreación de la escena en la que el bebé de ictiosaurio
devora un calamar.
JULIAN KIELY
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Científicos británicos han identificado el ejemplar más
pequeño y más joven conocido de un antiguo reptil marino llamado ictiosaurio (Ichthyosaurus communis) y han encontrado una sorpresa preservada en su
estómago: los restos de un calamar prehistórico.
«Es increíble pensar que sabemos lo que una criatura de casi
200 millones de años de edad comió para su última cena. Hemos encontrado muchas
diminutas estructuras en forma de gancho que se conservan entre las costillas.
Son de los brazos del calamar prehistórico», explica Dean Lomax, paleontólogo y
experto en ictiosaurios de la Universidad de Manchester.
«Esto es interesante porque un estudio de otros
investigadores sobre un tipo diferente de ictiosaurio, llamado Stenopterygius,
encontró que los ejemplares pequeños -y por lo tanto jóvenes- de esa especie se
alimentaban exclusivamente de peces. Esto muestra una diferencia en la
preferencia de presas en los ictiosaurios recién nacidos», añade el
investigador.
El espécimen tiene una longitud total de unos 70 cm- Dean
Lomax
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Los ictiosaurios se extinguieron hace cerca de 90 millones
de años. A menudo mal identificados como dinosaurios nadadores, en realidad
eran reptiles que aparecieron antes de que los primeros dinosaurios hubieran
evolucionado. La especie más grande de ictiosaurio superaba los 20 m de
longitud. Muchos ejemplos tempranos fueron encontrados por el paleontóloga
victoriana Mary Anning a lo largo de la costa en Lyme Regis, Dorset. Es uno de
los reptiles fósiles del Jurásico temprano más comunes en el Reino Unido.
El nuevo ejemplar, de una longitud total de apenas 70 cm,
pertenece a las colecciones del Museo de Lapworth de Geología, en la
Universidad de Birmingham. El paleontólogo Nigel Larkin, investigador de la
Universidad de Cambridge, lo limpió y estudió en 2016, reconociendo su
importancia. La limpieza proporcionó a Dean la oportunidad de examinar el fósil
en detalle.
Dean, quien recientemente describió el mayor ictiosaurio registrado, identificó a este espécimen como un recién nacido de Ichthyosaurus
communis, basado en la disposición de los huesos en el cráneo. Ichthyosaurus
communis fue la primera especie de ictiosaurio reconocida correctamente por la
ciencia en 1821.
Pistas en microfósiles
Según Dean, «hay varios pequeños ejemplares de ictiosaurios
conocidos, pero la mayoría están incompletos o mal conservados. Este espécimen
está prácticamente completo y es excepcional. Es el primer recién nacido de
Ichthyosaurus communis que se encuentra, lo que es sorprendente teniendo en cuenta
que la especie fue descrita por primera vez hace casi 200 años».
Desafortunadamente, no existe registro de la ubicación y la
antigüedad de la muestra. Sin embargo, con permiso, Nigel sacó parte de la roca
del esqueleto para que otros colegas pudieran analizar los fósiles
microscópicos que allí se encontraran. De esa forma, fueron capaces de
identificar que este ictiosaurio tenía alrededor de 199-196 millones de años de
antigüedad, el Jurásico Temprano.
«Muchos especímenes históricos de los ictiosaurios en museos
carecen de detalles geográficos o geológicos y por lo tanto no tienen fecha.
Este proceso de buscar microfósiles en su roca huésped podría ser la clave para
desvelar el misterio de muchos especímenes, ya que muestra mucha información
nueva que de otra manera se pierde... Por supuesto, esto requiere una
investigación extensa, pero vale la pena el esfuerzo», explica Nigel.
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