jueves, 5 de octubre de 2017

La última cena de un ictiosaurio recién nacido

El ejemplar más joven jamás registrado de este antiguo reptil marino conservaba en lo que fue su estómago los restos de un calamar prehistórico

Recreación de la escena en la que el bebé de ictiosaurio devora un calamar.
JULIAN KIELY
Científicos británicos han identificado el ejemplar más pequeño y más joven conocido de un antiguo reptil marino llamado ictiosaurio (Ichthyosaurus communis) y han encontrado una sorpresa preservada en su estómago: los restos de un calamar prehistórico.

«Es increíble pensar que sabemos lo que una criatura de casi 200 millones de años de edad comió para su última cena. Hemos encontrado muchas diminutas estructuras en forma de gancho que se conservan entre las costillas. Son de los brazos del calamar prehistórico», explica Dean Lomax, paleontólogo y experto en ictiosaurios de la Universidad de Manchester.

«Esto es interesante porque un estudio de otros investigadores sobre un tipo diferente de ictiosaurio, llamado Stenopterygius, encontró que los ejemplares pequeños -y por lo tanto jóvenes- de esa especie se alimentaban exclusivamente de peces. Esto muestra una diferencia en la preferencia de presas en los ictiosaurios recién nacidos», añade el investigador.

El espécimen tiene una longitud total de unos 70 cm- Dean Lomax
Los ictiosaurios se extinguieron hace cerca de 90 millones de años. A menudo mal identificados como dinosaurios nadadores, en realidad eran reptiles que aparecieron antes de que los primeros dinosaurios hubieran evolucionado. La especie más grande de ictiosaurio superaba los 20 m de longitud. Muchos ejemplos tempranos fueron encontrados por el paleontóloga victoriana Mary Anning a lo largo de la costa en Lyme Regis, Dorset. Es uno de los reptiles fósiles del Jurásico temprano más comunes en el Reino Unido.

El nuevo ejemplar, de una longitud total de apenas 70 cm, pertenece a las colecciones del Museo de Lapworth de Geología, en la Universidad de Birmingham. El paleontólogo Nigel Larkin, investigador de la Universidad de Cambridge, lo limpió y estudió en 2016, reconociendo su importancia. La limpieza proporcionó a Dean la oportunidad de examinar el fósil en detalle.

Dean, quien recientemente describió el mayor ictiosaurio registrado, identificó a este espécimen como un recién nacido de Ichthyosaurus communis, basado en la disposición de los huesos en el cráneo. Ichthyosaurus communis fue la primera especie de ictiosaurio reconocida correctamente por la ciencia en 1821.

Pistas en microfósiles

Según Dean, «hay varios pequeños ejemplares de ictiosaurios conocidos, pero la mayoría están incompletos o mal conservados. Este espécimen está prácticamente completo y es excepcional. Es el primer recién nacido de Ichthyosaurus communis que se encuentra, lo que es sorprendente teniendo en cuenta que la especie fue descrita por primera vez hace casi 200 años».

Desafortunadamente, no existe registro de la ubicación y la antigüedad de la muestra. Sin embargo, con permiso, Nigel sacó parte de la roca del esqueleto para que otros colegas pudieran analizar los fósiles microscópicos que allí se encontraran. De esa forma, fueron capaces de identificar que este ictiosaurio tenía alrededor de 199-196 millones de años de antigüedad, el Jurásico Temprano.

«Muchos especímenes históricos de los ictiosaurios en museos carecen de detalles geográficos o geológicos y por lo tanto no tienen fecha. Este proceso de buscar microfósiles en su roca huésped podría ser la clave para desvelar el misterio de muchos especímenes, ya que muestra mucha información nueva que de otra manera se pierde... Por supuesto, esto requiere una investigación extensa, pero vale la pena el esfuerzo», explica Nigel.

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