Para volar, las aves tuvieron que hacer cambios básicos en su anatomía y
fisiología. / SPL
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Los cambios más llamativos son la fusión de algunos huesos
para formar estructuras óseas compuestas y rígidas.
Pero ¿en qué momento tuvieron lugar estos cambios?
Según una nueva evidencia fósil, esto ocurrió millones de
años antes de lo que se estimaba.
El espécimen, hallado en China, revela que los cambios en el
esqueleto que ayudaron a las aves a emprender vuelo tuvieron lugar hace 120
millones de años, cuando los dinosaurios estaban en pleno apogeo.
Hasta ahora, se pensaba que la fusión de los huesos se había
desarrollado en aves relativamente avanzadas, que habitaban el planeta justo
antes de que se extinguieran los dinosaurios.
40 millones de años antes
El esqueleto fuerte y rígido es un elemento esencial de las
aves modernas.
El fósil tiene una antigüedad de 120 millones de años. / W. GAO |
El ave china, de la especie Pterygornis dapingfangens, vivió
en el noreste del país durante el Cretácico inferior.
Es la segunda en su tipo que se ha descubierto y su estado
de preservación es excelente.
El hallazgo "adelanta la fecha para la aparición de
aves con estas características en 40 millones de años", explicó Ming Wang,
investigador del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados
de la Academia de Ciencias China en Pekín, y coautor del estudio.
Fuertes pero livianas
Uno de los requisitos de todos los organismos -o máquinas-
voladoras es que tienen que ser fuertes a la vez que livianas.
Para lograrlo, las aves tuvieron que modificar el plan
corporal básico de la mayoría de los animales que tienen columna vertebral.
Las aves necesitan un esqueleto fuerte pero liviano para
poder soportar los
rigores del vuelo. / GETTY IMAGES
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Durante su evolución, algunas de las vértebras y huesos de
la faja pélvica se unieron. Lo mismo ocurrió con algunos dedos y huesos de las
patas.
Otros huesos de las patas, dedos y la cola se perdieron.
Según explicó Steve Brusatte, investigador de la Universidad
de Edimburgo, Escocia, quien revisó el estudio publicado en la revista PNAS, el
espécimen en el que se centró la investigación es el ave más antigua que se
conoce con las "manos" y la faja pélvica completamente fusionadas.
"Estos son rasgos fundamentales del modelo de pájaro
moderno y son esenciales para darle la fuerza y rigidez necesarias para
volar", aseguró Brusatte.
"Al parecer, hubo mucha experimentación entre las primeras
aves, en la que diferentes especies probaron distintas maneras de hacer que sus
esqueletos fuesen más fuertes para resistir las exigencias del vuelo".
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