Cardiff University |
Los fósiles de un árbol de 374 millones de años encontrado
en el noroeste de China han revelado una red interconectada de hebras en el
tronco mucho más compleja que la de los árboles actuales.
Estas hebras, conocidas como xilema, son responsables de
llevar el agua desde las raíces de un árbol hasta sus ramas y hojas. En los
árboles más familiares, el xilema forma un solo cilindro al que se añade un
nuevo crecimiento en forma de anillos año tras año justo debajo de la corteza.
En otros árboles, especialmente las palmas, el xilema se forma en hebras
incrustadas en tejidos más blandos en todo el tronco.
En un artículo escrito en la revista 'Proceedings of the
National Academy of Sciences', los científicos han demostrado que los árboles
más antiguos, pertenecientes a un grupo conocido como 'cladoxylopsida', tenían
su xilema dispersado en hebras en los cinco centímetros externos del tronco del
árbol solamente, mientras que el medio del tronco estaba completamente vacío.
Los estrechos filamentos estaban dispuestos de manera
organizada y estaban interconectados entre sí como una red de tuberías de agua
finamente sintonizada. El equipo, que incluye investigadores de la Universidad
de Cardiff, en Reino Unido; el Instituto de Geología y Paleontología de
Nanjing, en China, y la Universidad Estatal de Nueva York, Estados Unidos,
también muestra que el desarrollo de estos filamentos permitió el crecimiento
general del árbol.
En lugar de que el árbol depositara un anillo de crecimiento
debajo de la corteza todos los años, cada uno de los cientos de hebras
individuales estaba cultivando sus propios anillos, como una gran colección de
mini árboles. A medida que los filamentos se hicieron más grandes y el volumen
de tejidos blandos entre los filamentos aumentó, el diámetro del tronco del
árbol se expandió.
CONEXIONES ENTRE FILAMENTOS DIVIDIDAS DE MANERA
CONTROLADA
El nuevo descubrimiento muestra de manera concluyente que
las conexiones entre cada uno de los filamentos se dividirían de una manera
curiosamente controlada y autorreparable para adaptarse al crecimiento. En la
parte inferior del árbol también había un mecanismo peculiar en juego: a medida
que el diámetro del árbol se expandía, los filamentos de madera desplegados
desde el tronco hasta la base del árbol formaban la característica base plana y
forma bulbosa del ‘cladoxylopsida’.
El coautor del estudio, el doctor Chris Berry, de la
Facultad de Ciencias de la Tierra y el Océano de la Universidad de Cardiff,
subraya en un comunicado que "no hay otro árbol que conozca en la historia
de la Tierra que haya hecho algo tan complicado como este".
Simultáneamente, rasgó su esqueleto y se colapsó por su propio peso mientras
permanecía vivo y creciendo hacia arriba y hacia afuera para convertirse en la
planta dominante de su época", describe.
"Al estudiar estos fósiles extremadamente raros, hemos
obtenido una visión sin precedentes sobre la anatomía de nuestros primeros
árboles y los complejos mecanismos de crecimiento que emplearon. Esto plantea
una pregunta provocadora: ¿por qué los árboles más antiguos son los más
complicados?", apunta.
Berry ha estado estudiando los 'cladoxylopsida' durante casi
30 años, descubriendo fósiles fragmentarios de todo el mundo. Anteriormente,
ayudó a descubrir un bosque fósil previamente mítico en Gilboa, Nueva York,
donde los árboles de 'cladoxylopsida' crecieron hace más de 385 millones de
años. Sin embargo, se sorprendió cuando un colega descubrió un fósil masivo y
bien preservado de un tronco de árbol 'cladoxylopsida' en Xinjiang, al noroeste
de China.
"Los ejemplos anteriores de estos árboles se llenaron
de arena cuando se fosilizaron, y solo ofrecían pistas sobre su anatomía. El
tronco fosilizado obtenido de Xinjiang era enorme y estaba perfectamente
conservado en sílice cristalina como resultado de los sedimentos volcánicos, lo
que nos permite observar cada célula de la planta", detalla Berry, cuya
investigación tiene como objetivo principal comprender cuánto carbono eran
capaces de capturar estos árboles de la atmósfera y cómo esto afectaba al clima
de la Tierra.
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