El pueblo fue pionero al abrir un parque paleontológico, al
que siguió Dinópolis en la capital y 7 localidades. Los vecinos reclaman apoyo
de la DGA para mejorar el museo de fósiles.
El público llenó el patio del Ayuntamiento de Galve, donde
se inauguró una
exposición sobre los yacimientos paleontológicos de la
localidad. Javier Escriche
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"Los dinosaurios han dado vida a esta población. Ahora
hay más servicios y la gente no se marcha de aquí". El alcalde de Galve,
José Sangüesa, destacó este sábado cómo la creación de un parque paleontológico
en 1993, con el que se quiso rentabilizar la gran riqueza de restos fósiles y
huellas de grandes saurios que afloran en el municipio, ha cambiado la vida en
el pueblo. "La escuela estaba a punto de cerrar y ahora tenemos 20
alumnos; antes, solo había un bar y ahora hay también un hostal, un restaurante
y un hotel", explicó.
No solo Galve ha cambiado. También lo han hecho la capital
turolense y el resto de municipios que 10 años después empezaron a contar con
sedes de Dinópolis, un proyecto del Gobierno aragonés que recrea la vida de los
dinosaurios que vivieron en Teruel y que atrae a miles de turistas. "Todo
empezó aquí. Al ver que en solo dos meses más de 2.000 personas habían visitado
la exposición de fósiles de Galve, se vio el interés que despertaba la
paleontología en este país", afirma Jesús Herrero, guía del parque de
Galve e hijo de quien durante 60 años había hallado restos de dinosaurios de
más de 40 especies en el término municipal, José María Herrero.
Veinticinco años después, los vecinos de Galve celebraron
ayer con una jornada llena de actividades el aniversario de la inauguración del
parque paleontológico. Curiosamente, se cumplen también 60 años del
descubrimiento en este mismo municipio, por José María Herrero, de los restos
del Aragosaurus, el primer dinosaurio español descrito.
El director general de Cultura y Patrimonio de la DGA, Nacho
Escuin, que inauguró una muestra fotográfica sobre las icnitas o huellas de
dinosaurio halladas en Galve, destacó que desde el Gobierno aragonés se ha
hecho una "amplísima apuesta" por la paleontología. "Cuando
Galve comenzó, no había nada y ahora somos un referente en Japón", afirmó.
Escuin se mostró partidario de renovar los atractivos de las 7 sedes satélite
de Dinópolis que hay en Galve, Ariño, Albarracín, Rubielos de Mora, Castellote,
Peñarroya de Tastavins y Riodeva, una petición que ha recibido de los
ayuntamientos y que deberá ser aprobada por el patronato de la Fundación
Dinópolis.
El alcalde de Galve pidió a la DGA apoyo económico para
terminar de construir el museo de la localidad, al que se trasladarían los
fondos que ahora se exponen en una sala que resulta pequeña. José Sangüesa
reclamó también que tanto el museo como ‘Legendark’, la sede de Dinópolis,
"trabajen de forma coordinada".
El paleontólogo de La Rioja Félix Pérez Lorente, que desde
1987 ha estudiado más de 400 icnitas de Galve, dio una conferencia en la que
destacó el "interés" que revisten estas huellas, algunas muy bien
conservadas y únicas en el mundo. "Galve era un lugar ideal para los
dinosaurios, un paraíso", aclaró Pérez Lorente, quien explicó que en
algunos yacimientos las icnitas hablan del paso de auténticas manadas de
dinosaurios.
Por la mañana hubo una mesa redonda moderada por la
periodista Mari Cruz Aguilar en la que representantes institucionales y
paleontólogos analizaron cómo generar riqueza a través de los recursos
endógenos. Una visita a las icnitas de ‘El Cantalar’ y talleres para aprender a
identificar las huellas, completaron el programa.
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