Investigadores toman la temperatura a cáscaras de huevos
prehistóricos para arrojar luz sobre un debate que dura décadas
Recreación de un dinosaurio Maiasaura con su cría -
Wikipedia
|
Cómo los dinosaurios regulaban su temperatura corporal ha
sido un tema de intenso debate entre los paleontólogos desde hace varias
décadas. Por un lado, el hecho de que estos animales lograran alcanzar en poco
tiempo decenas de metros de longitud y toneladas de peso hacía pensar que
tenían la sangre caliente, ya que hace falta un metabolismo muy alto para
semejante crecimiento. Sin embargo, los anillos hallados en sus huesos, que
recuerdan a los de los troncos de los árboles, son propios de criaturas frías como
lagartos. Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Eran de sangre caliente o fría?
Sitio de anidación de dinosaurios en Alberta, Canadá
- Darla
Zelenitsky
|
Un equipo encabezado por el profesor Hagit Affek en el
Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Hebrea de Jerusalén cree
tener la respuesta gracias a un novedoso método que ha publicado en la revista «Science Advances». Este método, denominado geoquímica de isótopos agrupados,
analiza los enlaces químicos entre los isótopos pesados en los minerales de carbonato
de calcio, el ingrediente principal en las cáscaras de huevo. Esto permite a
los científicos calcular tanto la temperatura a la que se formaron los
minerales como la temperatura corporal de la madre que puso el huevo.
Los investigadores aplicaron este método a huevos
fosilizados de tres especies distintas de dinosaurios a lo largo del camino
evolutivo de reptil a pájaro y descubrieron que su temperatura corporal
oscilaba entre 35ºC y 40ºC. Sin embargo, esta información aún no respondía a la
pregunta de si los dinosaurios eran endotérmicos o exotérmicos, es decir,
¿generaban su propio calor corporal o se calentaban del sol y su entorno?
Cáscaras de huevo de dinosaurio - Darla Zelenitsky |
«El clima global durante la era de los dinosaurios fue
significativamente más cálido de lo que es hoy. Por esta razón, medir solo la
temperatura corporal de los dinosaurios que vivían cerca del ecuador no nos
dirá si eran endotérmicos o exotérmicos porque su temperatura corporal pudo
simplemente haber sido una respuesta de la sangre fría a los climas cálidos en
los que vivían», explica Affek.
Los del norte
Para abordar este problema, su equipo se centró en los
dinosaurios que vivían en latitudes altas como Alberta, Canadá, lo
suficientemente al norte para garantizar que sus temperaturas corporales
cálidas fueran el resultado de un proceso interno de calentamiento metabólico
en lugar de simplemente reflejar el clima a su alrededor.
Para verificar su hipótesis, los científicos necesitaban
determinar la temperatura ambiental en Alberta cuando vivían los dinosaurios.
Lograron esto aplicando su método de isótopos a las conchas de moluscos que
vivían allí junto a los dinosaurios. Como los moluscos son criaturas de sangre
fría, reflejan el clima ambiental de la época. La temperatura corporal de los
moluscos llegaba a los 26°C, lo que demostraba que los dinosaurios que vivían
en Alberta eran endotérmicos. De lo contrario, no podrían haber mantenido una
temperatura corporal de 35ºC o 40°C.
A medida que evolucionaron los dinosaurios, pasaron de las
características de lagarto (de sangre fría) a las aviares (de sangre caliente).
«Creemos que esta transformación ocurrió muy temprano en la evolución de los
dinosaurios ya que los huevos de Maiasaura, una especie de dinosaurio similar a
un lagarto, ya podían autorregular la temperatura de su cuerpo, al igual que
sus primos de sangre caliente parecidos a las aves, los Troodon», explica
Affek.
El hecho de que ambas especies, ubicadas en los extremos
opuestos del árbol evolutivo de los dinosaurios, tuvieran temperaturas
corporales más altas que las de su entorno significa que ambas tenían la
capacidad de calentarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario