Nuestro planeta se siguió transformando, iniciándose así el
período Jurásico. Aparecen estos animales pequeños, grandes, con plumas, etc.
Tomás Unger escribe sobre eso esta semana
Tomás Unger
Esta semana Tomás Unger nos explica el contexto en el que
aparecieron los
dinosaurios en la Tierra. (Ilustración: Víctor Aguilar)
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El Triásico
El nombre Triásico fue acuñado en 1834 por el geólogo alemán
Friedrich von Alberti, al publicar un trabajo sobre la composición del estrato
geológico del período. Lo bautizó Triásico debido a que consiste de tres capas:
una de arenisca y dos de rocas sedimentarias llamadas capas rojas, calizas
marinas de limo más fino que la arenisca, pero más grueso que la arcilla. Se
llaman rojas por la presencia de hierro, que les da el color.
Al iniciarse el Triásico, la Tierra sigue siendo Pangea, con
la mayoría de los continentes juntos, pero ya se comenzaban a abrir, formando
el llamado mar de Tethys. Este crecería para convertirse en el océano Índico.
La India, Australia y lo que sería la Antártida todavía estaban pegados al
África.
Siberia ya se había ido al norte, hacia Eurasia, y de África
Oriental se estaba separando lo que serían Madagascar y la India. El clima era
seco y caliente, y no hay evidencia de glaciación en los mares de los polos.
Hay evidencia de algunos episodios de lluvia en las zonas
tropicales. Las plantas que dominaron eran las que se reproducen por semilla.
Aparecieron las primeras palmeras gigantes, y en latitudes mayores las
coníferas; el ginkgo y sus parientes ya estaban bien establecidos.
En el mar, después de la extinción masiva al final del
Pérmico, volvieron las algas. Esta vez más grandes y más variadas, fueron el
plancton más importante. La fauna marina alcanzó una gran variedad en el
Triásico, con varios saurios marinos como el ictiosauro, y gran variedad de
otros vertebrados.
En tierra comenzaron a dominar los dinosaurios, los
antecesores del tiranosaurio y los velociraptor, como el postosuchus de 4 m de
largo y el staurikosauro, entre los carnívoros, y los antecesores del cocodrilo
y de los grandes dinosaurios herbívoros.
El Jurásico
Con el fin del Triásico hace 201 millones de años se inicia
el período Jurásico, que duró 56 millones de años. Los estratos de este período
medio de la era Mesozoica fueron identificados en las montañas del Jura, en los
Alpes, por lo que el mineralogista Alexandre Brongniart lo llamó Jurásico. Para
entonces, los continentes ya habían cambiado bastante de forma; Norteamérica se
había separado de África, que seguía pegada a Sudamérica. Eurasia ya estaba al
norte, completamente separada de los demás, pero por unirse con Siberia, que
estaba camino a unirse con lo que hoy es China.
El mar de Tethys estaba por alcanzar su tamaño de océano
Índico. Australia e India seguían juntas, pero ya se habían separado de África.
Al final del Jurásico, Sudamérica se separa de África y la Antártida llega al
Polo Sur. India y Australia se separan, y la India se va a chocar con Asia, que
permanece en su sitio actual. La península arábiga sigue avanzando al norte.
En tierra aparecen nuevas formas de coníferas con pinos y
diversas clases de araucarias, y en el mar aumenta la variedad de peces y
reptiles. Pero es en tierra, donde dominan los dinosaurios, que se produce la
gran expansión de los vertebrados.
Desde el Triásico están los mamíferos, pero al principio son
pequeños. Entre los dinosaurios, en cambio, aparecen los gigantescos herbívoros
de 30 metros y los carnívoros de la familia del tiranosaurio, que varían en
tamaño desde el de un pavo hasta más de 12 metros de largo.
Entre los dinosaurios con plumas, aparece la primera ave, el
Archaeopterix. La distribución de los dinosaurios queda establecida cuando, al
final del Jurásico, se separan definitivamente las Américas de África. En los
nuevos continentes que se forman, cada especie evolucionará diferentemente.
El Cretácico
El período Jurásico termina hace 145 millones de años y da
inicio al último de la era Mesozoica, el Cretácico.
El nombre de Cretáceo viene de un estrato de tiza (carbonato
de calcio). Fue el geólogo belga Jean Baptiste D’Halloy (1733-1875) quien le
dio el nombre, a partir de ‘creta’ (‘tiza’ en latín). Estos estratos son
conocidos por los acantilados blancos en la costa inglesa de Dover, sobre el
canal de la Mancha.
Durante el Cretáceo continuó el desplazamiento de las placas
tectónicas por los rumbos que ya habían tomado. La India estaba cerca de Asia,
que se había consolidado con Siberia, China y Europa. Australia siguió hacia el
este y Madagascar siguió alejándose de África. La península arábiga estaba por
llegar a su posición actual. Las Américas estaban separadas y Sudamérica estaba
a mitad de camino de su posición actual cuando un meteorito impactó la Tierra.
En mayo del año pasado contamos en detalle lo que pasó
cuando cayó un meteorito que dejó el cráter de Chicxulub en la península de
Yucatán, en México. Aquí un pequeño extracto:
“Hace 66 millones de años, si alguien parado en lo que es
ahora el Perú estuviera el día del gran impacto, vería aparecer una nueva
estrella que crecería rápidamente hasta que repentinamente cubriría todo el
cielo. A partir de ese momento el observador y todos los animales de sangre
caliente que pesaran más de 25 kg morirían, la mayoría quemados...”.
“El meteorito de más de 10 km de diámetro caería a 67.000
km/h en lo que hoy es la península de Yucatán. El impacto haría temblar todos
los continentes con terremotos de grado 11...”.
El período Cretáceo duró 79 millones de años, hasta que la
caída del meteorito acabó con los dinosaurios y con la era Mesozoica hace 66
millones de años.
En otra ocasión nos ocuparemos de la era actual, la
Cenozoica, y de nuestro período, el Antropoceno.
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