Hipótesis sugieren que estos extintos animales poseían
también rituales para atraer al sexo opuesto
Revelan algunas hipótesis de cómo los dinosaurios buscaban
pareja.
(Ilustración: Giovanni Tazza/El Comercio/GDA)
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Puede generar ternura observar un pingüino macho tratando de
cortejar a una hembra. Ahora, imagina a un tiranosaurio, triceratops o
diplodocus igual de comprometidos en su búsqueda de pareja. Aunque cueste
hacerlo, es imposible negar que los dinosaurios tenían también este tipo de
rituales, a pesar de que se desconocen a detalle cuáles eran. Analicemos las
hipótesis actuales al respecto.
–Dos tipos de acercamiento–
Las hipótesis sobre el cortejo entre dinosaurios se basan,
principalmente, en el comportamiento de sus parientes más cercanos con vida:
las aves, los cocodrilos y caimanes.
Según José Apolín, paleontólogo e investigador asociado del
Museo de Historia Natural Vera Alleman Haeghebaert de la Universidad Ricardo
Palma, en el caso de los dinosaurios carnívoros machos, debió existir algún
tipo de interacción para avisar a la pareja potencial que no se buscaba
quitarle territorio o alimento, sino que sus intenciones eran reproductivas.
“De alguna manera tenían que apaciguarse e informar que no
buscaban pelea. Por ejemplo, las aves de presa muchas veces se acercan a la pareja
portando un alimento, como una paloma. De esta forma, hacen saber sus
intenciones”, sostiene el experto.
Los dinosaurios herbívoros tendrían una mayor semejanza a
las aves que no son de presa, en las cuales usualmente el macho es más vistoso
y usa sus características físicas para el cortejo. Un caso específico sería el
de los ceratópsidos, como el triceratops, caracterizados por sus enormes
cuernos.
“Los cuernos de estos ceratópsidos tenían un núcleo óseo, y
no es algo saludable romperte un hueso. Por lo tanto, puede que no haya sido
usado para combates violentos, sino para la ostentación, para llamar la
atención”, opina Apolín.
–Más parecidos a las aves–
Martin Lockley, profesor de Geología de la Universidad de
Colorado en Denver, publicó en el 2016 el hallazgo de grandes raspones en la
arenisca prehistórica (roca sedimentaria). Estas marcas son similares a las
realizadas durante un comportamiento conocido como exhibición de raspado de
nidos o ceremonias de raspado, a través del cual las aves modernas muestran sus
habilidades excavando un pseudonido para sus potenciales parejas.
Otra investigación, publicada en el 2018 en una revista de
The Royal Society, plantea que la evolución de los cuernos y blindaje de los
ceratópsidos está más asociada a una selección sexual y no para distinguirse de
otras especies.
–El dato–
El Museo de Historia Natural Vera Alleman Haeghebaert de la
Universidad Ricardo Palma llevará a cabo hoy un evento sobre el cortejo entre
dinosaurios llamado “El amor en los tiempos cretácicos”.
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