Reconstrucción de un Nanuqsaurus / CG Trader |
Se han encontrado alrededor de siete especies de dinosaurios
en los polos, y junto a ellos, miles de nidos y fetos que no lograron
eclosionar.
En 1961, cuando un cartógrafo descubrió por primera vez un
puñado de huesos que sobresalían de una tundra, se pensaba que estos fósiles
eran de visitantes prehistóricos ocasionales. Pero, en 2021, los paleontólogos
confirmaron que los restos en el río Colville de Alaska en realidad pertenecían
a dinosaurios nativos.
¿Cómo sobrevivieron a las bajas temperaturas, la escasez de
comida y los largos meses de oscuridad? ¿Eran similares a los dinosaurios
tropicales? ¿Tenían sangre fría o caliente? Nosotros intentaremos responder a
estas interrogantes con toda la información recopilada por los expertos.
Empecemos por el origen de los dinosaurios polares
Restos fósiles en Alaska / Créditos: BBC |
Como prueba de ello están las huellas de una megamanada de
hadrosaurios que cruzaron una llanura fangosa en el Ártico. Estos herbívoros
con pico de pato lograron sobrevivir a un duro invierno en el que las
temperaturas descendieron casi hasta el punto de congelación. Además, entre los
restos, había ejemplares de dinosaurios adultos y otros más jóvenes. Por lo
tanto, era evidente que esos dinosaurioS habían vivido varios años en la zona.
“Para anidar en el Ártico pero evitar el invierno con sus meses de oscuridad, estos bebés habrían tenido que migrar miles de kilómetros inmediatamente después De nacer. Estamos bastante seguros de que estos dinosaurios eran residentes durante todo el año».
Pat Druckenmiller, paleontólogo en la Universidad de Alaska
Junto con los hadrosaurios, hay otras seis especies de
dinosaurios, entre herbívoros y carnívoros, que vivieron en los polos durante el Cretácico:
- Pachyrhinosaurus, los parientes fornidos de los triceratops.
- Nanuqsaurus, también conocidos como los “lagartos oso polar” por el color de sus plumas y una anatomía similar a la de un Tiranosaurio rex.
- Thescelosaurus, dinosaurios bípedos del tamaño de una vaca.
- Therizinosaurus, un herbívoro colosal y lento con espeluznantes dedos largos en forma de guadaña.
- Saurornitholestines, parientes de los velociraptores y muy parecidos a los pájaros modernos.
- Oryctodromeus, un dinosaurio del tamaño de un pastor alemán conocido por ser un gran excavador.
¿Cómo vivían los dinosaurios polares?
En cuanto a su supervivencia, los científicos creen que la clave estaba en el clima. Durante el Cretácico, Alaska era más cálido de lo que es hoy en día. La temperatura media anual podía ser de unos 6 grados centígrados como mucho, no los -12º actuales. Además, no había grandes tundras de hielo, por lo que la vegetación era accesible. Las ramas desnudas de las coníferas y los antiguos árboles ginkgo eran el alimento de los dinosaurios polares herbívoros, y estos a su vez eran el alimento de los carnívoros en Alaska.
Sin embargo, que no hiciera tanto frío, no implica que la
vida fuera fácil para estos dinosaurios polares.
Cuando el equipo comenzó a trabajar por primera vez en el
río Coleville en Alaska, el hogar de casi todos los dinosaurios polares,
descubrieron que esta zona era fría e inhóspita. Por lo tanto, es probable que
los dinosaurios de Alaska tuvieran características distintivas, como
comportamientos que evolucionaron para ayudarlos a sobrellevar la situación.
«Por ejemplo, puede que algunas de las especies más pequeñas, especialmente los comedores de plantas, hicieran madrigueras para hibernar durante el invierno».
Pat Druckenmiller
Aunque también es posible que, como muchos mamíferos
modernos, estos reptiles acumularan grasa corporal en verano para sobrevivir a
las peores épocas invernales en Alaska.
En cuanto a la reproducción, se cree que los dinosaurios polares
se reproducían a principios de la primavera, y tardaban hasta seis meses en
incubar sus huevos. Sin embargo, los paleontólogos todavía investigan otras
posibles adaptaciones como la capacidad de hibernar o el desarrollo de plumas y
escamas resistentes al frío.
¿Sangre fría o caliente en Alaska?
Imágenes de cuatro especies de dinosaurios conviviendo en Alaska / Créditos: NatGeo |
En el siglo XIX, se pensaba que estos reptiles eran de
sangre fría, y como tal, necesitaban luz solar. Pero a medida que los expertos
aprendieron más sobre la vida de los dinosaurios, y comenzaron a darse cuenta
de que las aves modernas son esencialmente dinosaurios emplumados con pico,
muchos empezaron a cuestionar si esto era cierto.
Sobre los dinosaurios tropicales no podemos decir mucho
porque los estudios sugieren que su sangre está en el umbral entre lo frío y lo
caliente. No obstante, los paleontólogos creen que la adaptación más importante
de los dinosaurios polares en Alaska fue la endotermia.
“Asumimos que estos dinosaurios eran casi con seguridad de sangre caliente. Producían su propio calor interno porque ese es un requisito para vivir en un ambiente frío».
Pat Druckenmiller
Esto sería todo lo que se sabe hasta ahora sobre los
dinosaurios polares.
Durante años se pensó que el enfriamiento global fue lo que
provocó la extinción de buena parte de los dinosaurios. Sin embargo, con estos
pocos datos, los científicos han demostrado que estos reptiles gigantes no eran
tan débiles como pensábamos. Así como los mamíferos y las aves pudieron
soportar el frío extremo, los dinosaurios también vivieron entre nieve y hielo.
Referencias:
The polar dinosaurs revealing ancient secrets
https://www.bbc.com/future/article/20221130-the-polar-dinosaurs-revealing-ancient-secrets
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