- Se originaron en el Triásico Tardío y no en el Jurásico Medio, como se pensaba
- Un fósil que lleva desde los años cincuenta en el Museo de Historia Natural de Londres lo ha demostrado
Un lagarto gigante de El Hierro. / GETTY IMAGES. |
El fósil se había encontrado, junto con otros en una cantera
en Gloucestershire, al suroeste de Inglaterra, en la década de los cincuenta
cuando no existía la tecnología necesaria para exponer sus rasgos
contemporáneos.
El jefe del equipo que ha procedido ahora a estudiar sus
características, David Whiteside, de la Escuela de Ciencias de la Tierra de
Bristol (Reino Unido), recuerda que la primera vez que lo vio fue en un armario
lleno de fósiles de Clevosaurus.
"Nuestro espécimen estaba simplemente etiquetado como
'Clevosaurus y otro reptil'. A medida que íbamos investigando el espécimen, nos
convencíamos cada vez más de que en realidad estaba más emparentado con los
lagartos actuales que con el grupo Tuatara".
El fósil es un pariente de los lagartos vivos, como los
lagartos monitor o los monstruos de gila.
Al tratarse de un lagarto de tipo moderno, repercute en
todas las estimaciones sobre el origen de los lagartos y las serpientes,
denominados conjuntamente Squamata.
Bautizado como 'pequeño carnicero', en homenaje a sus
mandíbulas
Además, afecta a las suposiciones sobre sus ritmos de
evolución, e incluso al desencadenante clave del origen del grupo, han señalado
los autores del estudio que publica Science Advances.
"Se trata de un fósil muy especial y probablemente se
convierta en uno de los más importantes encontrados en las últimas
décadas", ha indicado Whiteside sobre el ejemplar, que ha sido bautizado
como Cryptovaranoides microlanius (pequeño carnicero), en homenaje a sus
mandíbulas, llenas de dientes afilados.
El equipo ha realizado escaneos de rayos X para reconstruir
el fósil en tres dimensiones y ver todos los pequeños huesos que estaban
escondidos dentro de la roca donde se encuentra.
Cryptovaranoides es "claramente" un escamoso y
sólo hay una característica primitiva importante que no se encuentra en sus
parientes modernos, una abertura en un lado del extremo del hueso superior de
húmero, por donde pasan una arteria y un nervio.
"En términos de importancia, nuestro fósil desplaza el
origen y la diversificación de los escamosos desde el Jurásico Medio hasta el
Triásico Tardío", ha afirmado Mike Benton, coautor del estudio.
Aquella fue una época de gran reestructuración de los ecosistemas terrestres tras la extinción masiva de finales del Pérmico (hace 252 millones de años).
En ese momento surgieron nuevos grupos de plantas,
especialmente las coníferas de tipo moderno, así como nuevos tipos de insectos
y algunos de los primeros grupos modernos como las tortugas, los cocodrilos,
los dinosaurios y los mamíferos.
El Cryptovaranoides microlanius probablemente vivía en
grietas de la piedra caliza en pequeñas islas que existían alrededor de Bristol
en aquella época y se alimentaba de artrópodos y pequeños vertebrados.
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